𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

Capítulo 17.

Sebastián.

Pensé que el regaño de Edson y que Valeria me ignorara sería peor pero olvide por completo a su padre.
Sin duda iba a hacer una de las pláticas más difíciles porque si no jugaba ahora posiblemente me borré del equipo por lo que pasó.
Odio tener que pagar por lo que hizo Mariana.

Apenas puse un pie dentro del vestidor y todos se callaron, me miraban como si hubiera cometido el peor de los crímenes:

- Al parecer pasaste una noche de ensueño.- dijo Ramón.
- No estés molestando.- dije sin voltearlo a ver.
- ¿Acaso la hija del técnico no te satisfació?.- volvió a molestar pero está vez no le contesté.
- Ay Córdova, ¿Tan urgido estabas como para hacerlo con tu ex?.- está vez no pude controlarme, volteé furioso y lo empuje.
- ¡Te dije que no me estés fastidiando idiota!.- le grité. No pareció gustarle porque me golpeó en la cara y no me quedé atrás y le regresé el golpe.
Edson me separó y Richard separó a Ramón para evitar que se inicie una pelea más grande.

El papá de Valeria entró por el escándalo que había.

- ¡Hey! ¿Qué está pasando aquí?.- todos se callaron. Yo solo miraba fijamente a Ramón que estaba tocándose el labio.- Vienen a entrenar no a pelearse. Córdova necesito hablar contigo.- me dijo serio.

Salí de ahí cabizbajo pues ya sabía cómo me iba a ir.

- Señor yo...- no me dejó continuar.
- ¿Crees que puedes verme la cara de estúpido?.- dijo serio y firme como una roca.- Te pedí una sola cosa cuando accedí que salieras con mi hija... ¡Y es la primer cosa que haces carajo!.
- Se que le fallé a usted y a su hija pero esas fotos que seguramente vió no son lo que parecen.-dije.
- Efectivamente las vi pero sabes una cosa Sebastián no me interesan tus explicaciones porque yo sé muy bien el tipo de chico que tengo frente a mi.

Su comentario me confundió bastante y mi cara expresaba todo eso.

- Sebastián te conozco más de lo que tú piensas y se que un chico como tú no sería capaz de hacer algo así.- me dijo.- Esas fotos pueden parecer reales pero yo estoy seguro de que no lo son ¿O me equivocó?.
- No señor, esas fotos no son reales.- respondí.- Yo sería incapaz de hacerle daño a Valeria, la amo.
- Lo sé y espero no arrepentirme de decir esto pero cuentas con todo mi apoyo para recuperar a mi hija.- estaba aún más confundido que antes,  al inicio de esta conversación estaba aterrado por el regaño que según yo me iba a dar pero al contrario, creyó en mi y sin necesidad de explicarle algo.

- Muchas gracias señor.- dije.
- Si bueno de nada.- me estrechó la mano.- Antes de que se me olvidé, tu suspensión sigue en pie.

Sinceramente el no seguir sin jugar no me preocupaba mucho pues quería tener toda mi atención en recuperar a Valería.

Después de mi plática con el técnico, comenzó el entrenamiento. Este fin de semana tenemos partido contra Monterrey.

Valeria.

El hablar con Edson me puso mal, era obvio que iba a defenderlo y convencerme de que hablara con el.

Por lo menos está vez no me la pasé encerrada en mi habitación, era tiempo de pasar página y escribir una nueva historia en la que, lamentablemente, Sebastián ya no puede formar parte de ella.

- Por fin sales de tu habitación.- dijo mi mamá desde la cocina. Solté una pequeña risa.

Se acercó a mí y me dió un abrazo, un abrazo que realmente necesitaba, un abrazo cálido que solo mamá te puede ofrecer junto con esa sensación de que a pesar de la tormenta siempre sale el sol.

- ¿Quieres que hablemos de lo que pasó?.- preguntó alejándose.
- No, estoy bien.- mentí.

Tomé mi celular y mis audífonos y salí de casa para tomar un poco de aire, me ayudaría a dejar de pensar en todo este drama que había pasado.

Escuchaba de todo un poco, me senté en la banqueta cuando se reprodució la canción de Mercy de Shawn Mendes.
Aquella canción se identificaba un poco con lo que sentía en estos momentos.

Cuando me dispuse a regresar a casa, un coche negro se detuvo de repente a un lado de mi, me sentí asustada en ese momento mi respiración se aceleró. La ventanilla del conductor se bajó:

- ¡Dios mio César! Casi me matas de un susto.- dije con la mano en mi pecho.
- Lo siento no quería asustarte.- respondió.
- Descuida.- di un pequeño suspiro para controlar mi respiración.- ¿Qué haces aquí?.
- Bueno estaba dando una vuelta y te vi caminando.
- Si, salí a tomar un poco de aire.- le dije.- Ya iba de regreso.
- ¿No te gustaría ir a tomar un café?.- me preguntó.
- Si, vamos.- contesté. Bajo del coche para abrirme la puerta para que subiera.

De ahí fuimos al centro comercial que está a unos minutos.
Caminamos hacia la cafetería Starbucks, estábamos en la fila cuando me preguntó que deseaba tomar y me decidí por un frappé, el ordenó lo mismo.

Recibimos nuestras bebidas y nos fuimos a sentar en una mesa:

- Y cuéntame cómo te ha ido.- me dijo.
- Es algo muy difícil de responder sabes, en este momento mi vida es una montaña rusa de emociones.- contesté.
- Pues supongo que estamos igual.- hubo un pequeño silencio.- ¿Cómo vas con el chico que me contaste la última vez?.

Mi cara se transformó en un segundo, aún no estoy lista para hablar de ese tema.

- Es... Es...complicado.- contesté con la voz entre cortada.
- ¿Paso algo malo, verdad?.
- Pasa que cuando piensas que es la persona correcta siempre el pasado de uno viene a joder todo.- dije.
- Si, me pasó una vez y no sabes cómo lo lamento todos los días.- me pareció que se refería a lo que pasó entre nosotros.
- Mejor cambiemos de tema ¿Si?.- sugerí.
- Tienes razón.

Hablamos de otras cosas más, se me había olvidado lo increíble que era pasar el tiempo con el. Quería dejar de pensar en lo que pasó, en las fotos, en Mariana y en Sebastián, y César lo estaba consiguiendo.

¿Y si César me ayuda a olvidar a Sebastián? ¿Es posible eso? Tengo un millón de preguntas que me están dando vueltas en mi cabeza que por el momento no puedo responder pero de lo que si estoy segura es que no quiero que esté momento terminé.

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Tarde mucho en escribir pero no había tenido tiempo.
Espero que lo disfruten.