Capítulo 19.

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Valeria.

Esa breve conversación que tuve con Sebastián me dejó verdaderamente inquieta. Iba en el coche con César pero era como si no estuviera ahí en mi mente no dejaba de pasar la imagen de su hermosa carita viéndome con fijamente, solamente como el sabe hacerlo pero al mismo tiempo se proyectaban aquellas imágenes de él y Mariana en la misma cama.
No podía estar más confundida en este momento, quiero dejar de pensar en el porque su recuerdo me hace mal  y es por eso que tengo decidido salir con César.

- Hey, Vale.- dijo tomando mi mano, aquella reacción me puso muy nerviosa.- ¿Estás bien?.
- Si, si estoy bien.- respondí.
- ¿Segura?.
- No, la verdad no.
- ¿Es por la plática que tuviste con el, verdad?.- me preguntó.

Ya no podía ocultárselo más, así que solo agaché la cabeza.

- Tomaré eso como un sí.- dijo, de repente se detuvo en una calle. Se quitó el cinturón de seguridad y volteó a verme.- Hey ya no pienses en el ¿Si?. Es un idiota por dejarte ir.

No contesté, solo lo mire fijamente. Se fue acercando poco a poco hacia mi acariciando mi mejilla con suavidad, mi respiración comenzó a agitarse.

Estaba tan nerviosa que ya no pensé en lo que hacía y mi reacción fue darle un beso, obviamente el no se quedó atrás y siguió con el.
Su mano empezó a recorrer mi pierna  hasta llegar a mi muslo, la cosa estaba poniéndose muy caliente así que solté un pequeño quejido a modo de detenerlo:

- César.- dije.- No quiero apresurar las cosas.- me separé de el.
- No te preocupes.- me dió otro beso.- No te presionaré bonita.

‘Bonita’ al escucharlo decirme así mi cabeza no tardó en imaginarse a Sebastián que mi corazón no tardó en acelerarse pero aunque César me haya llamado de esa manera no se comparaba a la manera tan especial en la que me lo decía Sebastián.
¡Dios mío! ¿Acaso jamás podré sacarlo de mi mente y de mi corazón?.

- Será mejor que regresé a casa.- le dije.
- Claro, te llevó.- contestó.

Durante todo el camino jamás soltó mi mano y eso hacía sentirme aún más confundida de lo que ya estaba.
Por fin llegamos a mi casa, antes de bajar me detuvo:

- Vale solo para estar seguro, ¿Estamos juntos?.- me preguntó y era algo que me costó mucho trabajo responderle porque una parte de mi decía que si que lo intentará con el y otra me decía que escuchara lo que tenía que decirme Sebastián.
- Si... lo estamos.- respondí. Si una sonrisa a medias y baje del coche.
Esperé a que se fuera para entrar a casa.

Apenas entré y mi padre no tardó en cuestionarme.

- ¿Con quién estabas?.
- Con César.- contesté así sin más.
- ¡¿Y qué hacías con ese idiota?!.- me gritó.- Te recuerdo que te lastimó.
- Sebastián también lo hizo y sin embargo para ti no es un idiota ¿Verdad?.
- Debes escuchar lo que tiene que decirte Valeria, no todo es lo que parece.- me dijo.
- Pues no me importa.- mentí.- Ahora inicié una relación con César y te voy a pedir que no hablemos de Sebastián más, por favor.
- Estás cometiendo un grave error Valería y espero que te des cuenta de eso pronto.- dijo.

Subí a encerrarme a mi habitación, me deje caer en la cama a pensar lo que estaba haciendo en mi vida, estoy realmente confundida.
Cuando César me llamó “Bonita” no sentí la misma sensación que Sebastián me provocaba no sentí esa chispa recorrer mi cuerpo pero silencie esa parte de mi que decía que hablará con el.

Sebastián.

Regresé a mi departamento decepcionado de mi mismo y al mismo tiempo me sentía furioso, furioso al saber que ahora estaba con este tipo.

Estaba en mi habitación preparando mis cosas para reunirme con el equipo para el partido de este sábado  cuando me entró una llamada, revisé el número y era Mariana. Este era el momento indicado para ponerle fin de una buena vez a todo esto:

- Hola gua...
- Nada de ‘hola guapo’ ya se muy bien que fuiste tu la que armaste todo esto.
- ¿Armar qué? No te entiendo.- se hizo la desentendida.
- No te hagas la que no sabes nada porque tú sabes muy bien de lo que estoy hablando, te metiste a mi casa, tomaste las fotos y le hiciste creer a todos que tú y yo nos acostamos.- le dije.
- Me vas a decir que no te imaginas haciéndolo conmigo de nuevo guapo.
- No, claro que no y aunque ya conseguiste separarme de la chica que amo con todo mi corazón jamás harás que regresé contigo. Entiéndelo de una buena vez ¡Tú y yo no somos ni seremos nada!.- estaba exaltado pero así debía ser para que me dejará en paz.
- ¿Quieres que te deje en paz? Bien lo haré pero vas a arrepentirte de esto.
- No lo creo.- le colgué. Sentí que me había quitado un gran peso de encima.

De inmediato me llegó un mensaje de un número desconocido:

Será mejor que te vayas olvidando de Valería porque ahora está conmigo. Hazlo si no quieres salir lastimado.

No tardé en darme cuenta de quién era me había escrito, estaba cantado de que era César. Aventé mi celular y me solté a llorar al saber que Valería, mi Valería, ya tenía a alguien más.

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora