Capítulo 23.

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Valeria.

No dejaba de dar vueltas por la sala de espera, está angustia me estaba matando ¿Cuánto más tenía que esperar? Dentro de mi cabeza no dejaba de pedirme que no le pasara nada malo porque realmente me sentiría culpable.

Edson estaba sentado con sus manos en la cara a modo de preocupación y no dejaba de mover su pierna de arriba a abajo sin parar y aquello no me ayudaba a qué estuviera más tranquila.

Después de media hora llegó todo el equipo, salí corriendo a abrazar a mi papá mojando su traje con mis lágrimas:

- Todo va a salir bien.- dijo acariciando mi cabello.- Debes tener fe.

Me quedé abrazándolo por un momento, últimamente no había tenido un abrazo como este con el, y como este me refiero a que sea largo, era tan cálido que realmente me hizo tener esperanzas de que Sebastián iba a salir bien.

Después de una hora y media salió el médico con una expresión que hizo que todas aquellas ‘esperanzas’ se desvanecieran.
Nos acercamos Edson y yo, el tenía la intención de preguntar primero pero lo hice antes:

- ¿Cómo está? Dígame qué está bien porfavor.- dije desesperada. Me contesto con una mueca.
- No está bien... perdió mucha sangre.- apenas dijo eso y sentí que me desmayaría enseguida.
- Vale.- dijo Edson sosteniéndome para volver a reincorporarme.- ¿Y entonces que procede ahora, doctor?.
- Necesitamos hacerle una transfusión sanguínea ahora mismo.

Por el poco tiempo que llevo de conocer a Sebastián se que no soy de su tipo de sangre porque si lo fuera ahora mismo lo hacía. El doctor se fue y me quedé mirando a Edson.

- Por favor dime qué tú le puedes...- dije.
- No, lo siento pero conozco a una persona que sí.- dijo sacando su celular.- La llamaré a ahora mismo.

Solo asentí, se apartó para hacer la llamada.
Bruno y Haret se acercaron a mi enseguida.

- Lamento lo que le pasó.- dijo Haret.
- Lo que aún no puedo entender es quién pudo hacerle esto.- respondí.

Se miraron el uno al otro, estoy segura que ellos saben algo, incluso Edson, pero que no tienen el valor de hacerlo.

- Valeria... Creo que nosotros sabemos quién fue.- dijo de nuevo Haret.
- ¿Quién?.- pregunté ansiosa.
- Bueno el día de ayer Sebastián recibió un mensaje de tu novio amenazándolo.- dijo Bruno ahora.
- ¿Qué? ¿César?.- me molesté un poco.- Te das cuenta de la estupidez que estás diciendo.
- Vale pero...- lo interrumpí.
- Pero nada Bruno, conozco a César y no sería capaz de hacer una cosa así ¡Dios!.

Edson escuchó y se acercó a mi haciéndome está pregunta:

- ¿Entonces por qué no está aquí?.
- Ah...porque tiene que estar reunido con su equipo.
- O tal vez el fue el imbécil que hirió a mi mejor amigo.- dijo molestó.
- Yo solo digo que es grave la acusación que le están haciendo.- seguí defendiéndolo.
- ¿Y acaso no es grave lo que le pasó a Sebastián? Y estoy convencido de que fue tu ‘novio’.- ver a Edson muy seguro de lo que decía me dejó pensando, jamás me ha mentido.- ¡Abre los ojos, Valeria!

No le conté nada, di media vuelta y me fuí a sentar. ¿Realmente me estaban diciendo la verdad? ¿Acaso me equivoqué con César?.

En este momento no puedo ir a preguntarle quiero estar aquí con Sebastián hasta que se mejore.

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Pasaron unos minutos y la persona que le donaría sangre a Sebas llegó, me levanté en seco al ver que  Sofía,  la amiga de Mariana.

Edson se acercó a saludarla muy amigable, bastante diría yo, parecía que había algo más que una amistad entre ellos.

Se acercaron a mí.

- Valeria, ella es Sofía y va a donar.- me dijo Edson.
La miré un poco desconfiada, porque bueno era la amiga de esa chica pero se que viene para ayudar.
- Muchas gracias.- dije con una pequeña sonrisa.
- De nada, espero que funcione.- dijo.

La acompañó a buscar al doctor para que le sacarán la sangre y nuevamente los nervios volvieron a aparecer.

Edson regresó pero sin Sofía, que después de unos minutos regresó a la sala donde todos estábamos eso significaba que le estaban haciendo la transfusión en este momento.

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Pasaron una, dos y hasta tres horas y no teníamos noticias.
La manos me sudaban, mi corazón me latía a mil por hora y el doctor que no se aparecía por aquí.

Tantas cosas estaban pasando por mi mente que solo me quedé con los pensamientos buenos.
Una llamada hizo que saliera de ellos:

- ¿Bueno?.
- Hola linda, ¿Cómo estás?.
- Pues no tan bien, estoy en el hospital.
- Es una pena, ¿Sigue grave Córdova?.- preguntó.

Un segundo... ¿Cómo sabía que el estaba aquí? Aquella pregunta me hizo desconfiar de el, tal vez Edson, Bruno y Haret tenían razón... César lo hizo.

- ¿Sigues ahí?.
- S...si... Tengo que colgar, lo siento.

¡No lo puedo creer! El mismo se delató, fue el, el es culpable de que Sebastián esté aquí.

Si antes me sentía culpable por lo que le pasó ahora me sentía más, no me voy a perdonar si no llega a sobrevivir.

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Finalmente el doctor salió, está vez Edson si preguntó primero:

- ¿Cómo está Sebastián?.- solo nos miró, primero a Edson y después a mi y así lo hizo dos veces.

Su expresión no reflejaba absolutamente nada, lo estaba dejando mucho al suspenso.

- El está....

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora