𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 || 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

Capítulo 43.

Valeria.

Hoy en la tarde saldría mi vuelo hacia España, me provocó un poco de nostalgia ver mi habitación un poco vacía pero está es una gran oportunidad y tengo que disfrutarla al máximo.

Le había prometido a Haret que le avisaría cuando me fuera para que me acompañara. ¿Qué si le pienso decir a Sebastián? La verdad es que no, sería muy difícil para mí despedirme de él...no lo soportaría.

Así que le marqué a Haret para avisarle que en un rato saldría rumbo al aeropuerto.

- Hola Vale.
- Hola, solo quería decirte que estoy por salir al aeropuerto.
- ¿Ya tan pronto?
- Si.- respondí.- Mi padre no quiere que llegue tarde.
- Bueno, voy para allá.-colgó el teléfono.

Iba bajando las escaleras, mi padre me ayudó con mis maletas para llevarlas al auto. Perdí la cuenta de las veces en las que mi madre me preguntó si llevaba todo y no me hacía falta nada.

- ¿Estás segura Valeria? No quiero que nos digas en el aeropuerto que te faltó algo, revisa bien.
- Mamá tranquila, llevo todo ¿ok?.
- Será mejor que ya nos vayamos.- dijo mi papá entrando.

Solo asentí y los tres salímos de la casa. Haret apenas iba llegando, nos saludamos y atrás de él venía Edson y Sofía tomados de la mano:

- ¿Pensaste qué te irías sin despedirte?.- dijo Edson acercándose a mí.
- Perdona si les dije que te ibas hoy pero creí que debían venir a despedirse de ti.- Haret me miró apenado.
- No te preocupes.- le respondí acariciándole el brazo.- Gracias por venir chicos lo aprecio mucho.- dije.
- Pero creo que falta uno y el más importante.- contestó Edson.

Agaché la cabeza y no le respondí, mi padre tocó el claxon del coche.

- ¡Ya vámonos!.- gritó.- Se hace tarde.

Inmediatamente reaccionamos, Edson había venido en su auto y nos seguiría hasta el aeropuerto. Haret se iría conmigo, me abrió la puerta para que subiera primero y después él.

Durante el camino mis papás venían platicando y yo me tomé unas últimas fotografías con Haret. Mientras las veía en la galería, una fotografía mía junto con Sebastián se atravesó, Haret me miró y me dijo:

- ¿Segura que no le quieres decir que te vas hoy?.
- Haret no lo soportaría, porque no sé si estoy lista para despedirme de él.- respondí.

Apagué mi celular para dejar de ver aquella foto y mejor miré por la ventana evadiendo por completo el tema.

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Cuando llegamos al aeropuerto, una chica por parte de la universidad me estaba esperando, ella me ayudó a registrar mis maletas.

- Valeria aún tienes tiempo para despedirte de tu familia, estaré en la sala de espera.- me dijo amablemente.
- Gracias.

Y eso hice me despedí de mi familia, abracé a mis padres y las lágrimas no lograron contenerse. Les dije al oído lo mucho que los quería y extrañaría, ellos me dijeron lo mismo.

Después me acerqué a Edson y Sofía, primero la abracé a ella... jamás pensé que nos llevaríamos tan bien pero terminó convirtiéndose en una gran amiga. Abracé a Edson, desde el primer momento me apoyó y siempre estuvo ahí para mí.
Finalmente abracé a Haret, también lo iba a extrañar mucho.

Llegó el momento en el que me tenía que ir, abracé de vuelta a mis padres.
Me aparté de ellos y me despedí otra vez.
Iba caminando pero llegó un momento que me detuve antes de entrar por los detectores de metal, justo en ese momento pasó por mi mente Sebastián, recordé la vez que nos conocimos, ese preciso momento donde conocí el amor. Mi conciencia me decía ‘No te vayas sin despedirte de el...’, volteé creyendo que estaría ahí pero a quien engaño, no lo estaría. Seguí con mi camino.

En la sala de espera busqué a la chica que me acompañaría en el viaje, aún seguíamos esperando cuando me llegó un mensaje de Haret:

- No te vayas sin despedirte de el...

No me dió tiempo de responder el mensaje porque ya era hora de abordar.

Subimos al avión y me senté junto a la ventanilla, la azafata nos indicó que los teléfonos debían estar en modo avión antes del despeje. Antes de hacerlo, le dije a Mónica (la chica de la universidad) que debía enviar un último mensaje que era urgente, me dió permiso. Caminé hacia el baño para mandarlo con mayor privacidad...

Después de enviar el mensaje, suspiré antes de salir del baño. Regresé a mi lugar y puse mi celular en modo avión.

- ¿Todo bien?.- me preguntó.
- Si, todo perfecto.- respondí con una sonrisa en el rostro.

Sebastián.

Estaba en mi apartamento relajándome, jugaba un poco de X-box para pasar el rato.

Jugaba Fifa cuando mi celular comenzó a vibrar, Edson me están llamando. Atendí la llamada y la puse en altavoz:

- Hola Edson- dije.
- ¿Qué haces pecas?.
- Nada jugando un rato ¿Por?.
- ¡Sebastián! ¡¿Cómo es posible que estés jugando mientas el amor de tu vida va rumbo al aeropuerto?!.- me reclamó.

Puse el juego en pausa y le pregunté desentendido:

- Espera, espera...¿Cómo que Valeria va hacia el aeropuerto?.
- ¡Si! ¡Se va hoy idiota! ¿No sabías?.
- No, no sabía nada.
- Pues si te das prisa llegas a tiempo para despedirte de ella.

No me lo tuvo que decir dos veces, corté la llamada, tomé las llaves del auto y salí corriendo hacia el.Aún no se porque no me dijo nada pero no tengo tiempo de pensar en eso.

Parecía que el mundo no quería que la viera porque había más tráfico de mi normal, como si todos se hubieran puesto de acuerdo de tomar esta ruta en este preciso momento.
Logré salir del tránsito y aceleré para no perder más tiempo.

Cuando llegué al aeropuerto, estacioné el coche donde no debía hacerlo, un encargado me comenzó a reclamar que no podía dejar mi auto ahí, lo ignoré.

No sabía en qué aerolínea se iría así que comencé a recorrerlas todas, me paraba cerca de la fila para asomarme si no estaba ella pero en ninguna la ví.

Corrí un tramo más hasta que me encontré con sus padres, Edson, Haret y Sofía, al parecer ya iban de salida:

- ¿Y Valería?.- pregunté tomando aire.

Ninguno me respondió, me miraron cabizbajos y yo estaba desesperado.

- Lo siento Sebastián pero llegaste tarde...- me dijo Haret.
- Acaba de abordar.- añadió su mamá.

Me quedé helado, se fue...Valeria se ha ido y yo no pude ni decirle adiós. Baje la mirada y traté de aguantarme las ganas de llorar.

- Lo siento pecas.- me dijo Edson dándome un pequeño golpe en el hombro.
- Está bien.- respondí.

Me aparté de ellos y me senté en una banca que encontré. Me estaba lamentando el no haber llegado a tiempo cuando me llegó un mensaje, más bien un audio, era de Valeria. Lo abrí y escuché aquel mensaje de voz que me había llegado:

“Hola Sebastián, antes que nada lamento no haberte avisado que me iba...es solo que...no puedo despedirme de ti, aún no quiero hacerlo...no me quiero despedir de ti jamás...así que lo primero que haré cuando vuela, será ir contigo para estar juntos... recuerda que te amo con todo mi corazón... Te amo Sebastián...”

El mensaje me conmovió profundamente, las lágrimas estaban presentes. Cerré mis ojos, suspiré y respondí al mensaje:

“Lo más seguro es que escuches este mensaje llegando a Madrid...quiero decirte que no nos vamos a despedir...porque no importa cuánto tiempo pase... siempre estaré esperándote... Te amo más bonita...”

Envié el mensaje y salí del aeropuerto,  por suerte mi auto seguía ahí pensé que se lo llevaría la grúa o algo así. Edson estaba recargado en el:

- Estará bien.- dijo refiriéndose a Valeria.
- Lo sé.