Capítulo Cuatro.

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Jon.

Son las dos de la mañana y no he podido dormir. Adam me dió el número de Riley... Pero sólo me está tentando, así que mejor me concentro en hablar con Alexa. La chica se está tornando cada vez más atrevida, y es algo que en definitiva no me desagrada. Uno nunca sabe cuándo va a encontrar una chica como esta, así que es mejor aprovechar.

Alexa siempre se ha conformado con mensajes indecorosos y palabras sucias... Pero por ahora no me siento muy cómodo. Decido parar el asunto a eso de las cuatro de la mañana para poder dormir un poco, pero la imagen de Riley me inunda la mente cuando cierro los ojos.




























El estúpido despertador suena a la hora de siempre. Me arrepiento de no haber tomado un baño anoche.

Saco mi teléfono de debajo de la almohada y le mando un mensaje a Alexa para decirle que no me espere, así tendré un poco más de tiempo.

Me meto en el baño y a la regadera en cuanto abro la llave sin importarme que tan fría pueda estar el agua. Me servirá para despejarme e inventarme nuevas ideas para mantenerme cerca de Riley. Esa chica es mi nueva obsesión.

No me fijo en qué me pongo por lo tarde que es. Sólo sé que llevo mi chaqueta favorita y algunas otras cosas en la cajuela del auto, así que por eso no hay mucho problema; salgo a tiempo de casa.

Cuando llego a la escuela, no me sorprende encontrar a Alexa parada fuera del estacionamiento, pero decido hacerme el tonto e ir a estacionarme. Cuando lo hago y bajo del auto, apenas doy un paso y ya escucho otro auto frenando duramente justo detrás de mi. Alcanzó a darme un pequeño empujón.

Cuando miro de quién se trata, una sonrisa brota de mis labios.

Riley baja la ventana y me mira con cara de pocos amigos, puedo distinguir sus ojos a pesar de que sus lentes sean oscuros.

—Sube a la acera, tonto.

Me detengo a observar su auto. Es un buen auto.

—Quien lo diría... Riley Blake conduciendo un Porsche. Lindo auto, Riley.

—Ya lo sé, Jon. Ahora sube a la acera antes que se me olvide que eres tú a la próxima.

—Ojalá haya una próxima, dulzura.

Suspira. Claramente la he hecho enojar y me encanta hacerlo. —Idiota.

Vuelve a acelerar y se cambia de carril para estacionarse. No camino muy deprisa por qué quiero verla cuando se baje. Logro verla bastante bien cuando lo hace. Lleva un vestido negro que parece más una camisa que un vestido, a juego con sus lindos tenis negros. Tiene buena altura aún con zapatos bajos... Ahí va mi linda chica oscura.

Sigo caminando detrás de ellas con calma sólo por qué me gusta ver a Riley en ese vestido. Le llega quizás un poco más arriba de las rodillas, y que piernas tiene...

Me detengo cuando llegan a su salón y tomo a Alexa por sorpresa, así se verá menos sospechoso el por qué venía detrás de ellas.

—Riley me contó que casi te mata. — Me confiesa riéndose.

—Si, así fue. — Le respondo de igual manera. —Tiene un carácter algo pesado.

—A veces los errores pueden cambiar a muchas personas, cariño. Sólo es su manera de protegerse.

¿Protegerse? ¿Protegerse de qué?

Always •|Jon Bon Jovi|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora