Capítulo Dos.

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Jon.

Me pido una paleta por comprar algo mientras espero a que las chicas se decidan a que llevar. Acabo de caer en cuenta que tenía mucho tiempo queriendo ver a Alexa, pero Riley me causa mucha curiosidad. Ojalá no le moleste que hable con ella.

Me acerco a Mi linda chica y la abrazo por la cintura, aunque odio decir que debo agacharme mucho para poder hacerlo. Ella recarga su cabeza en mi brazo y juega con los pocos mechones de cabello que caen por ahí.
Finalmente, ella se compra un paquete de galletas, Carly Un helado y Riley se conforma sólo con goma para mascar.

Vamos caminando por todo el campus importandonos poco las clases. Es el primer día y solo han recibido una actividad para mañana, los demás maestros es un hecho que jamás llegarán. Carly y Alexa van hablando alegremente mientras yo peleo por qué Alexa no me tome de la mano. Odio eso.

Riley parece ausente casi toda la conversación. Lleva los auriculares puestos y se concentra en ver sus zapatos. Me gusta mucho como va vestida. Alexa tiene un cuerpo precioso pero lo usa de pretexto para ponerse prendas que yo detesto. Lo de hoy es un vestido con un escote pronunciado que apenas y le cubre los muslos, además de su maquillaje excesivo. Riley es más sencilla. Su camisa es algo floja, pero lo suficientemente apretada como para resaltar sus curvas, sus pantalones se siñen a sus piernas y sus tacones suenan muy discretamente. Puedo ver sus pestañas a través de sus lentes... Es muy linda.

Tomo a Alexa del brazo para llamar su atención. Ella y Carly Se detienen, pero Riley no me escucha y sigue caminando.

—No te molesta que hable con Riley, ¿Verdad?

—¡Claro que no! — Me asegura con una sonrisa. —Ve con ella antes de que se te pierda.

Sonrío y adelanto un poco mi paso para alcanzarla. Cuando llego a ella, tarda unos cuantos segundos en ver qué ahora está sola conmigo.

—¿Y Carly?

—Se quedó con Alexa. Seguro ella va a contarle todo lo que hicimos en las vacaciones y prefiero no estar presente.

Su boca amenaza con curvearse en una sonrisa, pero no lo logra por completo. Puedo ver qué lleva frenos. Siempre me han parecido lindos.

—¿Que estás estudiando? — Le suelto de repente.

—Química.

—Yo física, junto con Alexa.

—Cool. — Es todo lo que me responde. Es linda, pero algo pesada.

—Te he visto algo... Ausente. ¿Está todo bien?

—Muy bien. No hablo mucho, es todo.

—Yo quiero hablar contigo.

—Habla, yo te escucharé.

Saca un cigarrillo de su bolsa... Por poco olvidó que aún podemos fumar aquí adentro, pero se me hace una completa idiotez.

Le quitó el cigarro de la boca y ella me mira con ganas de querer mandarme al diablo, pero yo logro hablar antes que ella:

—Si sucede algo, puedes decírmelo. Siempre podrás confiar en mí, Riley.

Me finge una sonrisa y luego me quita el cigarro de la mano para volverlo a colocar en su boca. —No necesito nada, Jon. Gracias.

Enciende el cigarro y le da una calada. Odio que las chicas fumen, pero a ella le sienta bien.

Luego de un rato de “Charlar”, si es que así se le puede llamar a las medias sonrisas y muecas de Riley, su celular suena y alcanzo a escuchar que es Carly diciéndole que ya tienen que irse.

—Nos vemos, Jon.

Va a darme la mano, lo sé. Pero me adelanto y le besó una mejilla. Su fleco huele a vainilla y a tabaco. Es una combinación que no me desagradó.

Noté que se tensó al instante. Se separó y me miró con una cara de pocos amigos, pero sigue viéndose bonita.

—Nos vemos, princesa.

Me regala una última mueca de confusión, duda y desaprobación juntas y luego solo se escuchan sus tacones contra el asfalto en dirección al estacionamiento.

Cuando ya no la veo, saco mi celular de la bolsa de mi pantalón. Tengo dos llamadas perdidas y un mensaje de Alexa diciéndome que tiene que irse. Lamentablemente, ni ella misma se ha creído su mentira.

Cuando voy de camino al estacionamiento, encuentro a “mi chica” besando a otro tipo. Supongo que está bien. Ella y yo no somos nada. Si, me gusta, pero no es momento de sentimentalismos.

Antes de subirme al auto, me encuentro con Adam, un viejo amigo de inicios del semestre pasado. Seguramente él también conoce a Riley.
Para mí buena suerte, me mira antes de subirse a la moto y camina hacia mi con una sonrisa, la misma sonrisa que le devuelvo cuando llega a mi.

—Es bueno verte de nuevo, amigo. — Le suelto de repente cuando me da la mano.

—Lo mismo digo. ¿Que tal va todo?

—Tan bien como debe de ir. — Le respondo sin dejar de sonreír. —Adam, ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro, lo que quieras.

—¿Conoces a Riley Blake?

Su sonrisa se intensifica al escuchar el nombre de mi chica bonita. —Si, es una chica linda. ¿No salías con Alexa?

—Si, lo hago, pero hace un rato estuve con ella y me llama la atención... Supongo que es tímida.

—No es tímida. — Comienza a explicarme. —La chica es todo un hielo. Un imbécil le hizo más daño del que esperaba. Sólo se está protegiendo. No quiere que la vuelvan a lastimar. Dale espacio si quieres acercarte a ella, no le gusta que anden detrás de ella.

—Entiendo... ¿Qué edad tiene?

—Cumplirá dieciocho el próximo mes.

Vaya... Eso es bastante bueno.

—¿Por qué tanto interés en ella, eh?

Alzo los hombros en señal de desinterés. —Es algo callada. Ojalá que este semestre con Alexa pueda cambiar un poquito las cosas.

































¿Cómo ven a Jon, eh? 7u7

Always •|Jon Bon Jovi|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora