Capítulo Veintiséis.

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Me desperté dos veces más anoche y a duras penas pude levantarme para darme un baño está mañana...

No me entra nada en el estómago cuando intento desayunar y el agujero que tengo en el pecho se hace más y más grande a cada segundo que pasa. Me estoy ahogando en mi propio mar y ella es la única que puede salvarme... ¿Y si ella no lo siente así?

Necesito escucharla, aunque sea por un momento...
Alcanzó mi celular y tomo mis cosas mientras salgo de mi casa... Su teléfono suena y suena pero ella nunca contesta, así que decido cortar la llamada antes de que responda y le envío un mensaje diciéndole que me equivoqué de número.

No espero que devuelva la llamada y no me sorprende que no lo haga. Tendré que verla en algún momento, pero no me siento emocionalmente listo para hacerlo.

Cuando llego al estacionamiento, Alexa está esperándome en el lugar de siempre. Se me olvidaba que siempre está ahí. Ojalá pudiera detenerla.

Me bajo del auto y ella se abalanza contra mi. La dura tela de su vestido me raspa los brazos, pero no la apartó de mi.

—¿Qué tal el fin? Lamento no haber ido al concierto, tuve que quedarme en casa. — Me explica, encubriendo su mentira.

—No pasa nada. — Le aseguro sonriendo.

Me pasa una mano por una mejilla y su rostro se llena de preocupación. —Cariño, ¿Te sientes bien?

Asiento al instante. —¿Por qué?

—Te vez pálido. ¿Dormiste bien?

—Mi cuarto es muy caliente... Me costó un poco conciliar el sueño, pero estoy bien. — Digo, para cerrar mi ahora intento de mentirle.
Pero luego mi mente vuelve a la realidad, recordándome que estamos en la primer semana de diciembre.

Sonríe. Se ha creído mi pequeña mentira.

Cuando alzó la mirada, Riley viene caminando con Carly. Se ve hermosa, como todos los días...

Alexa la saluda... Al parecer está enferma, pero no me trago ese cuento y me río un poco. Ella no está enferma, es una mentirosa.

Saca un cigarro de su bolsa... ¿Acaso nunca deja de fumar?

—¿Ya Desayunaste, al menos? — Le pregunto de golpe.

Ella se quita los lentes para verme fijamente... No puedo evitar sorprenderme al verla. Tiene los ojos envueltos en círculos negros. Parece que no ha dormido en mucho tiempo...

—¿Te importa, acaso?

—Más de lo que crees.

Se coloca los lentes nuevamente y continua dando fuertes inhaladas a su tabaco. —Déjame en paz.

No tiene caso seguir con esto. Entre más tiempo paso con ella, más me puedo ir sacando razones para pensar que es así.

Me adelanto para ya no tener que escucharla si es que va a seguir hablando, pero por lo que veo no lo hace, así que solamente la veo entrar a su salón desde el mío. Alexa parece fingir que desaparecí, por qué en lugar de entrar con ellas, va directo al salón de Christian y se pierde ahí adentro su primera clase.

Hoy la clase de Literatura habla de un libro que ya he leído al menos tres veces. Jane Austen era una genio de la Literatura y lo admito, pero creo que hay escritores mejores... Los que no se basan en perseguir a alguien para sentirte realizado. Darcy persiguió mucho a Elizabeth, ella era testaruda y Darcy no dudó ni un poco en hacerle notar lo molesto que estaba, pero ella no cambió de parecer ni un poco. Era una mujer con mucha integridad.

Hoy solo tengo tres clases y la última es matemáticas. Tengo buena cabeza para eso, así que termino rápido lo que tenemos que hacer. Ya quiero largarme de aquí. Me duele la cabeza y esto ya es demasiada mierda para mí.

Salgo hacia el estacionamiento y en mi camino me encuentro a mi princesa... Va caminando por inercia hacia quien sabe dónde. Trae los lentes y los audífonos puestos. Hoy no se arregló el cabello, pero yo he visto más que eso en ella y se ve sumamente hermosa cuando no se arregla cuando lo hace siempre... Siempre me ha encantado como se ve de las dos formas, pero sin duda alguna, la prefiero así de natural como ahora.

Parece que no puede dejar de fumar y se ve hermosa haciéndolo. Yo detesto el aroma del tabaco. No podría probarlo aunque quisiera, no me trae buenos recuerdos y sinceramente no quiero hacerlo... Pero ella aún no lo sabe, así que no puedo pretender culparla por hacerlo.

Su mirada choca con la mía a través de sus lentes, pero desvía la mirada y sigue su camino hasta entrar a su auto. Algo dentro de mí me dice que corra detrás de ella y le diga todo lo que siento, pero no puedo... No voy a mendigar cariño de está forma, y mucho menos el de ella. La quiero. La quiero con toda mi maldita alma, pero no voy a ser yo quien dé el primer paso de nueva cuenta.

Se sube al auto y hasta acá puedo escuchar como golpea fuertemente el volante. Choca sus manos contra el una y otra vez hasta que finalmente deja caer su cabeza... Está molesta, o triste, pero alguna de las dos.

Mis pies no se mueven a pesar de querer ir con ella. Supongo que se irá sola, por qué Carly llegó en su auto... Así que supongo que ya no tengo nada que hacer aquí.

Mi mente me ha jugado bromas muy malas hoy, pero puedo jurar que la camiseta que lleva puesta es mía. Es negra, no tiene mucho chiste, pero conozco lo que me pongo y sé que esa camiseta era mía.

Cómo sea...

Me subo al auto y cierro las ventanas. Las nubes en el cielo están sumamente tensas, avisándonos que están cargadas de agua que pronto dejarán caer... Hace frío y mi hermosa nena iba por ahí sin nada para cubrirse. Siempre tiene frío. Espero que no se enferme esta vez.





















♥️

Always •|Jon Bon Jovi|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora