v

480 49 2
                                    

-¡No puede ser!

Luke tomo una de las almohadas y la arrojó contra la ventana deseando poder estrellar algo. Ya había roto un jarrón días atrás y no podía hacerlo nuevamente o los echarían del hotel. Se tapó el rostro sin poder contener toda la frustración que sentía en ese momento.

-No puede ser que algo así este pasando. ¡Justo cuando yo no estaba!

-Tranquilizate, viejo. -sintió la palma de Michael en su espalda- al menos ya sabemos que trabaja ahí.

Aunque eso era un gran paso, no lo hacía sentir satisfecho. Luego de aquella vez que recurrió a la imprenta, que muy amablemente habían proporcionado la dirección del despacho donde trabaja Alex, todos los días esperaba poder verla entrar o salir. Pero nunca la vio, como si no hubiera ido a trabajar o tal vez había otra entrada.
Habían rentado un auto por lo que era más fácil estar cerca sin ser visto, se sentía un acosador pero no le quedaba otra salida.

Ese era el primer fin de semana que montaba guardia fuera del despacho, aunque ellos mencionaban que era poco probable encontrarla cuando nadie trabaja, él sentia que tenía que estar ahí.

Lo sabía y había tenido oportunidad de hablar con ella si no hubiera preferido descansar el domingo. Michael se había propuesto para vigilar y así podían pasear un poco por la ciudad.

Maldita la hora en que prefirió quedarse a ver televisión que buscar a Alex.

-Dios, me odia -se dejo caer sobre la cama aún con las manos cubriendo su rostro.

-No dijo eso exactamente.

-¡No hace falta que diga que me odia para saberlo! -grito frustrado por lo mal que estaba saliendo todo- ¡Ni siquiera sé porque seguimos aquí! Todo es una perdida de tiempo, ella misma te lo dijo.

Escuchó que alguien tocaba la puerta de la habitación. Al ver que no se levantaría, Michael fue a abrir para dejar entrar a Calum. Las habitaciones se habían convertido en salas de reunión para los cuatro amigos, no querían que nadie escuchara sus pláticas por error.

-¿Que sucede aquí? Los gritos se escuchan a mi habitación -gruñó el moreno como usualmente hacia.

-Luke se ha vuelto loco -explicó Michael sin quitarle la mirada de encima al rubio tirado en la cama- me encontré con Alex...

-¿De verdad? ¿Que sucedió?

-No mucho a decir verdad. Solo que al parecer nos odia y no nos quiere ver.

-No me esperaba menos -se hundió en hombros y fue directo a la cama- tienes que dejar de hacer tus berrinches y actuar.

-¿Que voy a hacer si no quiere verme? -pregunto sin mirarlo.

-Lo que sea, Luke. No puedes seguir acosandola esperando a que ella vaya hacia ti, porque no pasará. -suspiro y miro a su amigo sumergido en la desesperación- aprovecha estas semanas que estaremos aquí.

El chico abatido se quedó acostado sin saber que hacer. Se quitó las manos del rostro y se dedico a mirar el techo.  Sus amigos decidieron dejarlo solo con sus pensamientos.

Calum tenía la razón.

Tenía que dejar de ser el acosador detrás de ella para enfrentarla y poder hablar. Al fin tenía una oportunidad para arreglar todo luego de tanto tiempo de búsqueda.  Tomó su celular y abrió el buscador para colocar el nombre de Alex. La única fuente de información que tenía de ella era el internet y eso no era nada.

Tiempo después de haber terminado la gira había decidido volver con ella pero para ese entonces ya había desaparecido. No la había encontrado ni en su departamento que compartía con Ella ni en la escuela. Ella, Jade o Chung-Hee no sabían nada, al menos no más que el hecho de que había dejado de ir a la universidad.
Pensó en llamar a su familia pero al parecer habían cambiado de número. Nadie sabía nada de ella y no sabía dónde buscar.

the finale | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora