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Colocó el post-it con sumo cuidado junto con los demás. Se aseguró que estuvieran ordenados correctamente antes de dejar la carpeta sobre su escritorio y admirar todos aquellos cuadros de colores que ahora comenzaban adornar la parte interna de su carpeta personal.

No entendía porque aún conservaba las notas que Luke dejaba en los desayunos que últimamente pasaba a dejarle. Aunque solo pudo verlo la primera vez que se atrevió a hacerlo, luego de aquel día, lo dejaba con uno de los trabajadores que luego se lo entregaban a ella. No sabía cómo sentirse respecto a ello, le agradecía tener que evitar el incómodo momento de verse pero no podía evitar sentirse desilucionada.

Tal vez solo no quería verla y respetaba la distancia que había entre ellos.

Luego del tercer día de abrir la típica bolsa de papel, sonreía con cada recado que veía, le deseaba feliz día o le dejaba un pequeño mensaje motivacional, además de que se permitía degustar la comida del interior. Siempre acompañado con café y un brownie o galleta.

Un sabroso delirio.

Siguió admirando aquellos pequeños detalles y una increíble sensación comenzó a surgir de su interior. ¿Acaso aquello era una forma de volver a consquitarla? ¿O solo buscaba una manera de obtener su perdón o seguir viviendo tranquilo? Solo fue suficiente un segundo para que Alexis imaginara cómo sería si realmente el rubio buscaba algo más.

A pesar de haberlo rechazado completamente en un principio, esos eran los detalles que la hacían ablandar desde siempre.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no notó su sonrisa al ver un garabato hecho por Luke, un pequeño dibujo de él sonriendo,en una de las notas, y mucho menos el momento en que Casady entró a su oficina mirándola de manera acusadora.

-¡Vaya, vaya! -exclamó sorprendiendo a la castaña que cerró la carpeta inmediatamente- ¿Que te está haciendo sonreír tanto? ¿Acaso Mark comienza a acelerar el paso?

-¿Que? No, yo solo...-trago saliva tratando de pensar algo rápido-...pensaba algunas cosas.

-¿Entre esas cosas está mark? -sonrió alzando una de sus perfectas cejas.

-Claro, si.

Desde hace días que Mark ni pasaba por su mente, tampoco lo había visto por la oficina o mandado algún mensaje. La existencia del pobre chico había quedado en el olvido por un momento.

Para dar por terminado el momento incómodo, tomó la misma carpeta y la colocó debajo de otros paquetes de hojas. Seguido, tomó su chaqueta y comenzó a colocarse la luego de levantarse.

-¿Ya te vas? -la miró con gesto triste- ya casi no pasas tiempo aquí. Te extraño.

-No hablábamos antes de unos meses, puedes sobrevivir sin mi.

-Pero te volviste escencial en mi vida luego de conocernos, no puedo soportar a Todd yo sola.

-Estaras bien -la tomó del brazo y la hizo levantarse para que la acompañará a la entrada.

No podía negar que le agradaba la compañía de Casady, hacia mucho tiempo que no interactuaba más allá que solo con Mark y tampoco era como si pudiera hablar con él cosas de chicas. Siempre le contagiaba si alegría y la hacía reír con cada cosa que decía, aunque a veces se sentía demasiado abrumada por la rapidez en que había tomado confianza.

Llegaron al vestíbulo principal, donde Martha saludó a las dos chicas antes de que salieran del edificio.

-¿Tienes que irte ya? -rodeó el cuello de Alexis con sus brazos.

the finale | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora