Luke se despidió de los chicos antes de subir a su auto y dirigirse al departamento. Ese día habían tenido el ensayo final antes de volar por varios países dando conciertos. Estaba sumamente cansado pero con una gran sensación de satisfacción por lo que tenían preparado para los recitales.
En su cabeza no tenía nada más que la comodidad de su cama y luego dormir todas las horas posibles. Todos sus planes se vieron interrumpidos al recibir un mensaje de Alex. Mientras se detenia en uno de los semáforos, revisó el mensaje, el cual no era más que la ubicación de la chica.
Por más preguntas que le mandó, no recibió ninguna respuesta a cambio por lo que no tuvo más que conducir hacia donde le indicaba la pantalla.
El camino resultó más tranquilo y rápido de lo esperado. Deseaba que con la misma rapidez pudiera encontrar un lugar donde estacionarse una vez que llegara a la costa de Malibú. No entendía lo que Alex hacia ahí pero tampoco podía negarse a seguirla.
Luego de estacionar su auto lo más lejos posible, al fin se encontraba en el muelle. Buscó a su alrededor tratando de encontrar a la castaña pero no parecía estar por ningún lado. Tuvo que caminar por todo lo largo del muelle para encontrarla en una de las bancas mientras comía un helado.
Era muy raro que estuviera ahí. Malibú nunca fue de los lugares que más le atraían, de hecho solo lo había visitado dos veces durante su estancia de años atrás. Nunca se mostró realmente interesada pero parecía de lo más a gusto lamiendo su helado y mirando hacia el horizonte.
Mientras se acercaba, sacó su celular para tomarle unas cuantas fotografías de espalda. Fue al estar a su lado, que la castaña notó su presencia y sus intenciones. Estiró el brazo para tapar el lente de la cámara.
-No, por favor -siguió intentando- no hagas eso.
-¿Porque no? Tu siempre lo haces conmigo.
-Si pero tu eres una clase de Dios griego que sale bien en cualquier fotografía.
-¿Ah si? -la miró burlón.
-Si -palmeó a su lado- vamos, siéntate. Disfruta del espectáculo conmigo.
El rubio obedeció a su petición y tomó asiento en el lugar vacío. A diferencia de otras ocasiones, el lugar no estaba tan concurrido, por lo que se podía apreciar todo sin ningún obstáculo. El cielo estaba a punto de entrar al atardecer y los últimos rayos de sol comenzaron a iluminar el mar. Luego de algunos días llenos de ajetreos, ensayos y preparativos, esos minutos parecían recargar todo su cuerpo. Era sorprendente que en una ciudad tan grande aun pudiera encontrar esos rincones para descansar de todo el caos urbano.
Permanecieron en silencio por unos minutos mientras Alex terminaba de consumir el helado. Así pudieron disfrutar de los colores que se formaban en el cielo dignos de una postal.
-¿Puedo saber porqué estamos aquí? -la rodeó con uno de sus brazos ganándose una sonrisa de su parte.
-No lo sé -se hundió de hombros- cuando iba de regreso al departamento se me ocurrió la idea de venir. Ha pasado mucho desde la última vez. -movió la cabeza de manera pensativa mientras señalaba un restaurant a lo lejos-. Ahí fue donde fuimos a comer luego de que me ignoraras por semanas.
-¿Porque siempre recuerdas todo lo malo que hice?
-Porque es divertido molestarte -ambos rieron-. Tambien ahi fue donde llevamos a mi madre y a Karen a cenar para esperar a Olivia luego de que se enterara lo sucedido con Allison.
Luke miró de reojo buscando algún gesto desencajado pero parecía de lo más pacífica posible. Sabia y habia presenciado lo difícil que era para ella recordar o hablar algo relacionado con aquellos días pero verla tan tranquila le indicó que todo habia mejorado. Al despegar la mirada del restaurant, la dirigió a un punto del pasamanos de madera que rodeaba el muelle. Sonrió levemente.