xxvii

442 43 19
                                    

Mark volvió a despedirse de la castaña antes de meter su valija a la cajuela de su auto.

-¿Crees que tardarás mucho?

-¿Porque tanta impaciencia?-preguntó con burla.

-Yo...te extrañaré mucho -bajó las comisuras de sus labios tratando de parecer triste.

-Vaya, aún no me he ido, no creí que me extrañaras tan pronto -rió cortamente- solo serán unos días. No me iría si no fuera necesario.

-Lo sé. Espero que todo salga bien.

Alexis se dejó abrazar por Mark para luego besarse para despedirse definitivamente. Espero a que subiera el auto y se marchara mientras él le gritaba que su regreso sería pronto para poder resoplar y golpear un bote de basura de la calle.

Eso no lo tenía previsto.

Resignada ante la idea de que tendría que esperar el regreso de Mark, tomó su bicicleta y se dispuso a regresar a su casa. Los días pasados no habían sido nada fácil y mucho menos lo que habría pensado. A pesar de que ahora ya se encontraba con mucho menos trabajo, la obra junto al salir Samora ya estaba concluida y el proyecto que tenía asignado había sido aprobado, se sentía mucho más cansada que antes.

Las cosas con Mark se habían puesto un poco tensas luego de haber escapado de su casa, sin embargo ambos prefirieron dejarlo en el olvido y hacer como si nada hubiera pasado. Eso sonaba con un buen plan, si no fuera porque Alexis ahora estaba decidida a terminar aquella extraña relación que nunca tuvo que comenzar.

Habían sido tantas veces las que intento acercase para hablar pero ahora él era el que estaba ocupado todo el tiempo. No fue hasta el día anterior que al fin pudieron ir a comer juntos, que estuvo a punto de terminar cuando él le contó que saldría de la ciudad por cuestiones laborales. Se sintió mal de hacerlo en ese momento por lo que decidió que esperaría.

Mientras Mark se alejaba de la ciudad, Luke permanecía en ella. Recordó la última vez hablaron, sintiéndose pésimo por la manera en que lo había tratado pero lo que menos quería era tenerlo cerca.

Estaba consciente de lo que sentía por él pero todo lo que sucedía a su alrededor la superaba. Tal vez aquellos sentimientos solo eran pasajeros por la manera en que se acercaba cada vez más al rubio.

Su cabeza era un completo embrollo.

Al llegar casa y acomodar su transporte cerca de la puerta, entró directamente a tirarse sobre el sofá. Agradecía poder tener el día libre, tan vez para dormir o simplemente no hacer nada. Dolly se acercó a ella y comenzó a lamer su mejilla haciendo que la chica se riera a causa de las cosquillas.

Su mirada cayó sobre la pila de papeles que tenía sobre la mesa de centro. Estiró su brazo hasta tomarlos  y  revisar cada uno. La mayoría eran del correo que había sacado en la mañana, recibos, pagos y propaganda.

Al final encontró la elegante invitación para la fiesta del señor Samora, la cual se llevaría a cabo esa misma noche pero no tenía ninguna intención de ir. Se sintió mal al recordar lo desilucionado que se mostró el mayor cuando le aviso que no podría asistir.

Se levantó, llevando la invitación entre sus dedos y camino hacia la cocina. Se detuvo frente al bote de basura dispuesta a tirarlo pero Dolly comenzó a ladrar.

-Esto no va a pasar. Es lo mejor -pisó el pedal para abrir la puertecilla y tiró el papel dentro- no me mires así.

*

Alexis bufo al tiempo que tomaba su teléfono y marcaba el número tan rápido que tuviera tiempo de arrepentirse. Lo haría rápido y sin dudar. Decidida y confiada.

the finale | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora