El calor azotaba contra la ciudad de Los Angeles con todo su poder. Era algo característico del lugar y Luke estaba acostumbrado a ello. Claramente, luego de pasar tanto tiempo en una ciudad tan fría como Fairbanks, Alex resentia mucho más el golpe de calor.
Luke no paraba de reír con todos sus reproches
-Apenas hemos bajado del avión y ya escuché más de cien quejas -entrecerró los ojos al sentir el sol en el rostro hasta que se colocó las gafas oscuras.
-Bueno, no me culpes -gruñó luego de amarrar la sudadera a su cintura-. Mi cuerpo no está hecho para el calor. Literalmente siento como estoy a punto de derretirme.
Alex corrió hasta llegar a la sombra dejándolo varios metros atrás. Luke prefirió seguir con su caminar normal disfrutando de los rayos del sol sobre su piel. Al llegar al lado de la chica, pasó su brazo sobre los hombros para ir a buscar su equipaje. Luego de tomar la maleta del rubio y la mochila de la castaña, se dirigieron hacia la salida. Mientras ella se entretenía comprando un aperitivo en una máquina expendedora, Luke se dedicó a buscar un servicio de transporte seguro para poder llegar a su departamento. Justo antes de poder solicitar alguno, Alex se lo impidió al colocar un par de pases de autobús frente a su rostro.
-¿Qué es esto? -los tomó para revisarlos.
-Se llaman pases de autobús, señor Hemmings. Tal vez no los conoce pero son muy útiles para el transporte público.
-Que graciosa -rodó los ojos- ¿Porque los compraste?
-Porque viajaremos en uno.
Antes de poder evitarlo, Luke era llevado al exterior arrastrando su maleta detrás de sí. Tuvo que detenerse para poder colgarla de su hombro y seguir el paso. Antes de llegar a una de las paradas del autobús que viajaba directo a la ciudad, la apartó del camino para poder hablar. No estaba seguro sobre el plan y no es como si nunca hubiera viajado en uno. Cuando era adolescente era su único medio de transporte hasta que aprendió a conducir. Pero desde que se habia vuelto el vocalista de una famosa banda australiana, esos dias habian quedado en el pasado.
-Creo que no es buena idea.
-¿De qué hablas? ¿Porque no? -lo miró con el ceño fruncido esperando una respuesta- ¿Luke?
-No lo sé -alzó sus hombros inseguros-. Lo que menos quiero es crear algún tipo de alboroto o tener personas encima de nosotros. Lo único que deseo es estar en un ambiente tranquilo contigo.
-¿El gran Luke Hemmings no quiere viajar en bus? -preguntó con burla-. Te prometo que será divertido ¿si? Solo por esta ocasión. Además -abrió un cierre del costado de su mochila para buscar en su interior unos objetos- tengo todo bajo control.
Casi al instante, le acomodó una gorra con la visera hacia adelante, tratando de meter sus rizos debajo de ella para que no fueran tan notorios. Tambien saco unos lentes de sol para ella, al igual que una pañoleta que ató en su cabeza dando otro toque a su aspecto. Al revisar en uno de los cristales, Luke notó que las gorras tenían las iniciales de la ciudad como las de cualquier turista. Dedujo que las habia comprado en alguna tienda de recuerdos mientras él estaba ocupado.
-¿Que dices? -dió una vuelta para convencerlo que de nadie notaría quien es. Terminó por acercarse a él y abrazarlo por el cuello- ¿Quieres venir conmigo a un romántico viaje en autobús? Donde probablemente tendremos que ir de pie y apretujados porque siempre salen llenos de aquí.
-De acuerdo -accedió luego de suspirar.
Luego de darse un corto beso en los labios continuaron el camino hasta la parada. Alex tenía razón con decir que iban sumamente llenos. Al ingresar habian alcanzado un lugar junto al otro pero al verse repleto de personas, Luke terminó cediendo su asiento a una señora que cargaba varios bolsos. Algunos metros adelante, Alex hizo lo mismo con una persona mayor por lo que terminaron de pie en medio de tanta gente. El camino fue sumamente lento debido al tráfico, incomodo por las maletas y aun mas caluroso que en el exterior pero aun así, ellos permanecieron alegres, ajenos a cualquier molestia, conversando de cualquier cosa. Incluso, comenzaron a jugar "veo veo" como si se trataran de unos niños.