Alexis movía la cabeza al compás de la música mientras seguía colocando algunos bosquejos en la pared. El día anterior, el cliente a quien había diseñado su primera casa, la había visitado para para decirle algunas "mejoras" que le podría hacer a la fachada del proyecto. Al parecer no estaba tan satisfecho como lo había dicho en el momento en que le había enseñado la propuesta pero no se molestó por ello, sabía que cosas así sucederian durante toda su vida profesional.
Ahora se encontraba entre un debate interno mientras seleccionaba los materiales que le quedaban mejor al concepto de la casa. Habia tenido varias ideas pero un no sabia por cual decidirse, al menos tendría un par de días más para buscar el adecuado.
Sintió unos golpecitos en su hombro asustandola, provocando que sus audifonos cayeran y quedaran colgados de su cuello. Luego de recuperarlos, giró para encontrarse a Mark detrás de ella.
-¡Oh por dios! Me asustaste, no hagas eso de nuevo -quito el cable que rodeaba su cuello y apagó la música- ¿Porque no me avisaste que habias llegado? Comenzaba a temer que algo te hubiera sucedido.
Acto seguido lo abrazó aliviada de que llegara sano y salvo. Sin importar las circunstancias, desde el momento en que se enteró que manejaría durante dos horas para llegar a otra ciudad y de vuelta, sentía un apretón en su pecho cada vez que lo pensaba e imaginaba miles de cosas que podían pasarle. Ahora estaba ahí, frente a ella, sano como siempre.
-¿Como fue todo? -preguntó al separarse ignorando por completo el hecho de que él no le había regresado el gesto.
-Bien, no fue nada del otro mundo -sonrió levemente- ¿Puedes venir a mi oficina? Quisiera hablar contigo acerca de eso.
-¿Yo? -cuestionó sorprendida- No entiendo porque yo pero claro.
Dejó sus audífonos junto con su celular sobre el escritorio y lo siguió hasta su oficina, la cual estaba casi de frente a la suya. Luego de cerrar la puerta, se detuvo al ver que se detenía a la mitad a media habitación y comenzaba a caminar de un lado a otro mientras frotaba su barbilla. ¿Que había sucedido como para tenerlo en ese estado? Usualmente no se dejaba ver preocupado por nada, mejor dicho nunca se preocupaba por nada porque siempre decia que habia solucion a todo.
-¿Que paso alla? -frunció el ceño cuando se detuvo a observarla unos segundos para luego tomar su tablet del escritorio.
-Prefiero que me digas que fue lo que sucede aquí -lo miro confundida mientras esté movía algunas cosas de la pantalla- ¿Puedes explicar esto?
Alexis sintió como estuvo a punto de desfallecer al momento en que tomó aquella tablet. En pantalla completa, había una fotografía de ella con Luke durante la fiesta de aniversario del señor Samora. Parecía que era en el momento en que habían llegado ya pudo ver lo distantes que se encontraban en ese momento.
-Yo...-apenas pudo susurrar pues su atención se concentró en sus manos al ver que comenzaban a temblar.
-Hay mas -se acercó a ella y le enseñó la carpeta con todas las fotografías.
A pesar de no estar en tan buena calidad como la primera, aún se podía apreciar que se trataba de ellos dos. Varias habían sido tomadas durante el lapso en que se mantuvieron sentados en la mesa pero luego fueron apareciendo mientras bailaban, junto a otras personas, posando junto a la pareja festejada y finalmente besándose en el centro de la pista y en diversos lugares del salon. Sentía que comenzaba a faltarle la respiración pero recordó lo que la Dra. Collins le había enseñado a hacer en esos casos, por lo que intentó respirar pausadamente. No se suponía que aquello pasaría.
-Al principio pensé: "hey, debe de tener una explicación". Por algún motivo tiene que estar ahí, junto con él pero luego vi las fotografías de los besos.