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El cálido luz del sol entraba por los pequeños tragaluces que había en el techo, iluminando por completo la habitación. Luke giró sobre el colchón mientras jalaba una de las esquinas  de la sabana para taparse el rostro y seguir durmiendo. El movimiento de la tela rozó por completo la desnudez de su cuerpo tomándolo por sorpresa. Lentamente fue abriendo los ojos para adaptarse a la iluminación del lugar, una vez que podía ver sin molestia, se enderezó procurando tapar de la cintura hacia abajo. 

Lo primero que vio fue a Dolly sentada sobre su cama, movía la cabeza con cada movimiento que hacía. Se sintió extraño al pensar que la perra hubiera estado presente durante toda la noche. Bajó los pies al suelo para buscar su ropa interior pero se detuvo al ver que ella se levantaba e iba hacia él. Según Alex había dicho que era bastante dosil pero si mirada lo intimidaba, podría atacarlo y matarlo con una mordida.

-Hola, pequeña -susurró y acercó su mano lentamente para que la olfateara.

Dolly acercó su nariz y olfateo un par de veces antes de acercarse por completo y juguetear con él. Su pelaje era muy suave y Luke no desaprovechó para abrazarla unas veces.

Una vez puesta su ropa, admiro a detalle la habitación de Alex. La madera relucía por todas partes dándole un ambiente cálido y hogareño, pero las decoraciones junto con el mobiliario le daban ese toque moderno. De dió cuenta de que la habitación en realidad era un tipo de mezzanine que permitía ver hacia la planta de abajo a través de unos ventanales.

Antes de bajar localizó a Alex en el comedor. Le estaba dando la espalda por lo que no pudo ver el momento en que bajo por las escaleras.

Mientras más miraba la cabaña, más espectacular se le hacía. Estando ya abajo, podía ver la terminación del techo en punta, ya que desde afuera se veía como un simple triángulo, y frente a él toda una pared era de cristal que dejaba admirar lo que supuso que era el jardín trasero, y más allá los árboles de la zona boscosa. Trató no de hacer ruido al caminar, hasta que estuvo a un metro de distancia pudo ver qué se encontraba tomando una tasa de café.

-Hola -al escuchar su voz, Alex giró su cabeza y sonrió débilmente.

-Hey, que bueno que despertaste. Te prepare el desayuno.

Sin mas, se levantó para ir a la cocina, la cual no estaba a más de unos pasos de distancia, para preparar su plato. Luke no despegó la mirada de ella hasta que estuvo de vuelta y le indicó que podía tomar asiento. Estaban uno frente del otro en la mesa, evitando sus miradas por pena mientras él consumía todo. Necesitaba hablar con ella pero su estómago le pedía comida con desesperación.

Una vez vacío el plato, ella lo recogió y lo llevó de nuevo a la cocina.

-Asi que...-la escuchó decir a sus espaldas- ¿Que sucederá ahora?

-¿Que es lo que quieres que suceda? -contestó en forma de pregunta luego de levantarse y colocarse frente a ella.

-Quiero que me digas la verdad. Sea lo que sea, si esto es solo un juego para ti necesito saberlo ahora.

-¿Un juego? ¿En serio piensas eso? -la miró dolido.

-Antes creía que me amabas y luego todo se esfumó -parpadeó varias veces cuando sus ojos comenzaban a humedecerse- no estoy dispuesta a volver a sufrir por ti, yo...-gimoteó-...no lo soportaría.

Antes de que soltara las lágrimas, Luke la jaló hacia él para abrazarla y dejar que se desahogara. Saber que pensaba aquello de él le dolía, aunque no podía culparla por tener justa razón, además entendía las inseguridades que podría estar enfrentando internamente.

-No tendrás que hacerlo porque no me alejaré de ti ahora.

-¿Cómo se que eso es verdad?

-Porque no he parado de buscarte en todo este tiempo -se separó solo para tomar su rostro-. No podía vivir con la idea de no tenerte a mi lado. No tienes ni idea de lo mal que lo pase cuando me di cuenta que ya no estarías cerca de mi, intenté repararlo pero ya era tarde o eso creí hasta que te encontró aquel día. No estoy dispuesto a dejarte ir nunca más.

the finale | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora