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Alexis respiró hondamente para tratar de calmar el ataque de risa por lo que había dicho Todd. La risa de Casady había llamado la atención de varias personas, por más que intentaba contenerse era imposible que no se escuchara hasta el último rincón.

-Eso ha sido lo más estúpido que he escuchado en toda mi vida -dijo minutos después.

-Yo también dije eso pero el jefe no me hizo caso -se hundió en hombros- tengo un buen ojo para los negocios.

-Si, Todd. Ya entendimos todos, deja de alardear. 

Todd rodó los ojos antes de tomar la lata de su bebida y dar un sorbo. Las horas de comida habían pasado de ser a domicilio a salir a buscar comida junto con Mark, Casady y el maravilloso Todd. Este último lo había conocido gracias a la alegre Casady. Desde la fiesta navideña, había conocido a más de sus compañeros, era algo raro para ella pero sin duda una genial compañía.

Los cuatro terminaron de comer y salieron del lugar para dirigirse de nuevo hacia el despacho. Casady tomo del brazo a Alex y avanzaron un poco más dejando a los dos chicos detrás.

-Entonces...-miró hacia atrás para asegurarse que estaban alejadas de los chicos-...¿Tu y Mark están saliendo?

-Algo así. Creo.

Sabía que ella había dado pauta a qué entre ellos iniciará algo pero no habían salido más de dos veces desde la fiesta navideña y año nuevo. Siempre ponía la excusa de estar llena de trabajo, aunque no era del todo falso pero aún así no podía evitarlo siempre.

-Se aproxima San Valentín -movió los hombros coquetamente haciendo reír a la chica- deberían tener una cita especial. ¿No lo crees?

-No me gusta esa fecha -arrugó la nariz- prefiero dejarla pasar.

-¡¿Pero que dices?! -chilló sorprendida- a mí me encanta San Valentín. Aunque he estado soltera este tiempo pero eso no evita que salga a divertirme.

-No lo sé, no son cosas mías.

-Bueno, si no sales con Mark puedes salir conmigo y las demás chicas. Una noche de solteras, es más divertido de lo que suena.

Caminaron hasta el despacho donde cada quien se dirigió a su cubículo. Aunque no pensaba hacer nada referente al dia, no queria decir que pasara desapercibido. Probablemente Mark habia pensado en pasarlo con ella pero no tenia la fuerza para rechazarlo hasta ese nivel. Recordo que si queria seguir con su vida y tratar de llevarla con normalidad, tenia que poner mas de su parte. No sabia si al final Mark formaría parte de su vida para la eternidad pero tenia que comenzar a intentarlo. 

Regreso a sus labores y tener su mente ocupada en otra cosa. Tenía muchos pendientes por hacer y nadie más los haría por ella, no si quería comenzar a escalar en el despacho. Estaba concentrada cuando escucho que tocaban la puerta.

-¿Puedo pasar? Espero no molestarte.

-¡Oh dios, no! -se levantó apresuradamente- por supuesto, pase.

Se acercó a abrazar al señor Samora antes de indicarle que tomara asiento. Hacia mucho tiempo que no lo veia y encontrarlo ahí era una agradable sorpresa. Volvió a sentarse en su silla del otro lado del escritorio y acomodo el poco desorden que tenía en él.

-¿Que hace aquí? Digo, me da muchísimo gusto verlo pero no sabía que vendría -habló un poco apresurado por la emoción.

-Tampoco tenía previsto venir pero se presentó un proyecto a última hora y decidí pasar a verte. ¿Cómo te encuentras?

Alexis suspiro profundamente antes de contestar.

-Muy bien, gracias por preguntar. Es decir, me costó un poco de trabajo adaptarme a la ciudad pero nada que el tiempo no arregle -sonrió.

the finale | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora