Capítulo 25

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Corrí detrás de Jungkook hacía dentro de la casa hasta lograr detenerlo con firmeza del brazo después del show en qué nos dejó a ambos en vergüenza frente a todos los jóvenes presentes. Por suerte nuestros padres estaban en la mesa de los adultos conversando animadamente con los señores Jung o de seguro todo habría sido peor.

- Vamos a solucionar esto ahora - él se safo de mi agarré y se volteó a verme molesto - Lo qué hiciste fue infantil, si tienes una problema conmigo no tienes porqué contárselo a todos.

- Es bueno qué todos sepan qué los vas a cambiar por ése tonto de cara bonita, apenas puedas - Jungkook se volteó y caminó hasta su habitación, intentando dejarme fuera, pero yo no estaba dispuesta a dejar hasta ahí la conversación. Empujé la puerta y entré furiosa, porqué obviamente casi me había golpeado en la cara con la puerta.

- ¿¡Cuál es tú maldito problema con Taehyung!? ¡Él no te ha hecho nada!...

- ¡Hace qué te alejes de mi! - Jungkook me tomó con firmeza de los brazos - Cada minuto y cada momento qué pasas con él, hace qué te alejes de mi y prometiste qué éso no pasaría...

- ¿¡Estás así por ésa tonta promesa qué hicimos de niños!? - lo empujé para hacer qué me soltara - En algún momento íbamos a crecer Jungkookie y cada uno seguiría su camino, no puedo creer qué sigas pensando que voy a estar toda la vida contigo. Bueno, somos hermanos y si, nos veremos seguido, pero en algún momento yo debo casarme y formar una familia.

- ¿¡Y piensas hacerlo con él!? ¡Apenas lo conoces! - Jungkook se giró frustrado hacia la ventana - No sabes lo qué puede... ser... Él podría ser un monstruo y podría hacerte daño.

- ¿Qué estás... - ésas palabras. Las había escuchado antes - Tú... ¿Tú sabes lo qué es Taehyung?

En cuanto Jungkook se volteó hacia mi me quedé estática y retrocedi unos cuántos pasos hacía la puerta al entrar en pánico, pero antes de qué pudiera hacerlo Jungkook me sujetó con firmeza de las muñecas, fijando su fiera vista en mi. Fue ahí cuando me di cuenta qué antes había visto ése brillo en sus ojos, cuándo me defendía de Jin o de otros niños, siempre qué se enojaba sus ojos se tornaban de ése color más claro.

- Eres un... - Jungkook golpeó la puerta con su puño, haciendo qué el pavor se apoderara de mí, pero al menos ahora entendía porqué el odiaba a Taehyung, y por las razones de porqué no lo quería cerca de mi. Jungkookie era igual a Taehyung - Eres un hombre... lobo.

- Sí... Y no puedo dejar qué ése tonto esté cerca de ti - Jungkook se inclinó un poco, haciendo qué nuestras narices se rozaran - Yo te vi primero.

Los lobos suelen ser monógamos, es decir que sólo tienen una pareja a lo largo de su vida; No sabia si eso regía también para los licántropos, pero si era así era posible que Jungkook me haya escogido a mi desde qué éramos niños y por éso me cuidaba de tal forma.

- Jungkookie. Puede ser que me hayas visto primero, pero yo no puedo verte de otra forma... Para mi sólo eres mi hermanito menor - él pego más su cuerpo a mi, haciendo que él aire casi me abandonará.

- No somos hermanos de sangre... y ya no soy un niño, tengo mis necesidades al igual qué él - Jungkook puso su nariz en mi cuello - Necesito tenerte...

- Escúchame Jungkook, no estás en tus cabales y estoy segura de qué no quieres hacerme daño, por favor detente - el me tomó en sus brazos, cerró la puerta y me llevo hasta la cama - ¡Jungkookie, detente!

Patalee un poco para hacer que me bajara, pero con éso sólo conseguí qué me lanzara con más fuerza hacia la cama haciendo que mi espalda recibiera un impacto enorme.

FERAL BOY       [K.T] - EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora