SOLO MÍA, MI LUNA Y YO TU SOL

CAP 38

~2 MESES DESPUÉS DEL INCIDENTE~

POV KITANA

–¿Me extrañaste amor?

–Claro que si, llegué primera a casa.
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–Amo hacerte mía nena.

–Solo soy tuya alfa.
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–¿Cuándo hacemos nuestros bebés?

–Una cosa es poder hacerlos, otra es tenerlos.
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–¿Haz pensando alguna vez que sería si nos separáramos?

–No pienses en eso, nunca sucederá.

Desperté exaltada ante las voces que rondaban en mi cabeza por ese sueño. Fue producto de mi imaginación -si, eso es- es decir, nadie me ha hablado de esa forma.

Comenzaba a hacer mucha calor y mis pantalones de dormir estaban comenzando a humedecerse al recordar lo que soñaba, su voz en mi oído diciendo que era suya. Quisiera que exista la persona de mis sueños, mi omega solo aparece al recordarla.

Noté que mi celo había llegado pero nunca ha sido tan fuerte -al menos eso recuerdo yo- me dirigí al baño para darme una ducha y tomar un supresor del botiquín.

–¿Qué te sucede Kitana? -dijo hablándole a mi reflejo en el espejo del baño- ¿Por qué aún me siento así? No ha pasado ya mucho tiempo desde el accidente.

Refresqué mi rostro y me dirigí de nuevo a mi cama -4 a.m. marcaba el reloj- será mejor seguir durmiendo sino andaré con sueño en el instituto.

No, no puedo -maldito insomnio- no entiendo como me suceden todas estas cosas.

Agarré mi celular y me fijé que había una nota sobre la pelea en la fiesta de meses atrás -¿alfa marca territorio?- eso decía el título de la nota. Entré y vi que era la chica que me salvó la vida, no puede ser era sobre la pelea que hubo por mi culpa.

–La alfa presente o conocida como Cristal -leía en voz alta para mí- defendió a una beta de casi ser violada.

¿Beta? Al parecer no se dieron cuenta que soy omega. Es entendible mi olor y omega ya no lo hacen notar.

–Se dice que después del incidente la beta salió del lugar y no se supo más de ella ‐seguía leyendo hasta que algo llamó mi atención- después se vio afuera del lugar a la alfa llorando desconsoladamente por la beta desconocida, creemos que quizás fue un amor a primera vista ¿o será algo más?

¿Llorando? ¿Por qué lloraría ella por mí? Es decir ni hemos hablado, no nos conocemos en nada. Solo me defendió y ya, otra vez comencé a tener calor y mejor calmé mis emociones.

–Debe haber algo más sobre ella -dije buscando más información en mi celular- vamos, necesito saber de dónde es, para darle las gracias claro.

Me asusté al escuchar la alarme de mi celular -¿ya eran las 6 a.m.?- no puedo creer que no dormí nada. Todo por buscar a esa alfa tonta.

La tonta eres tú Kitana -me dije a mi misma- tras que te salva la vida, tu le dices tonta. Gruñí irritada ante toda la situación que sucedía.

Opté por ponerme ese día un camisón, mis medias y botas, salí rápido de mi casa antes de que notaran que llegó mi celo. Aunque tampoco es que lo noten.

–¡Ey! Sube bonita -dijo ella con voz chillona en un carro-

–Claro que sí bella dama -entre acomodándome libremente en el asiento- ¿Qué tenemos para desayunar hoy?