CAP 59

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~9 meses de embarazo-parto~

POV KITANA

--¡No, no y no!

--Kitana debes dar a luz en el hospital, no aquí.

Me negaba, rotundamente me negaba.

Mi padre trataba de convencerme a recibir a mis cachorros en un hospital con olor a alcohol y medicinas, simplemente imperdonable.
Tenía mi nido -el cual nadie podía entrar a excepción de mi alfa- con Cristal estaba ya todo lo necesario en la habitación, cosas que solo implicaban los aromas que me relajan y unas mantas. Pero este tiempo papá ha estado logrando que Cristal desista un poco de la idea y aquello ponía de mal humor a mi lobo.

--Kitana -pidió el en una súplica baja-

--Sabes bien que no cambiaré de opinión.

La puerta de la entrada se escuchó abriendo paso así a mi razón de felicidad, llegaba del trabajo y eso implicaba que le diera mimos para relajarla. Aunque ya no era solo yo, de cierta manera los cachorros se movían demasiado haciendo que mi interior doliera un poco.

--Ya bebés calma -dije acariciando mi vientre demasiado hinchado- ya falta poco.

--¿Qué sucede? -mi alfa llegó a mí lado y me dejó un leve beso para bajar a mi vientre- pequeños monstruos ya están haciendo relajo en mamá, estén calmados le duele.

Y por arte de magia ellos se calmaban, no sabía que pensar de eso, casi nunca me hacen caso cuando les pido que se queden quietos.

--Solo te escuchan a ti -soplo con mis labios en modo de agotamiento-

--Claro que no amor, ellos saben que deben hacerte caso igual.

Después de escucharla volteo mis ojos en blanco para dirigirme a la cocina mientras Cristal saludaba a papá y así organizar lo que acabamos de comer con él de postre. Noté un poco de tensión en el lazo y mis ojos se toparon con una Cristal super nerviosa hablando mientras papá asentía.
Aquello puso alerta a mi lobo y como nunca en todo este tiempo con mi barriga me dirigí a paso rápido donde estaban ambos.

--Espero no tener que repetir esto -dije jadeando un poco con mi mano en mi vientre- no tendré a mis cachorros en un hospital y si tú alfa -dirigiéndome a ella- cambias de opinión te dejo fuera de mi nido y el parto.

Aunque aquello fuera difícil hasta para mí misma ya que necesitaba su apoyo, pero mi lobo estaba a la defensa.

--Qué- Cristal negó rápido con su cabeza- claro que no omega, no estaré fuera y tampoco hablábamos de eso -un sonrojo apareció en sus mejillas- es algo que luego te diré.

Mi cuerpo aún estaba en tensión alarmado por el alto ritmo y dureza de mis palabras, solo la fulminé con mi mirada.

--Mirame omega -alcé mi mirada- todo será como tú te sientas cómoda, nunca dejaré que tú estés mal porque yo igual lo estaré al verte así -besó mis labios lentamente- recuerda, tu bienestar es el mío.

--¿Entonces sobre qué hablan?

Otra vez su sonrojo apareció y me sentí un poco intimidada.

--¿Alfa?

--Es un sorpresa, ten paciencia por favor.

Asentí con mi cabeza para seguir arreglando lo que estaba haciendo. Luego papá se despidió de ambas dándonos un abrazo y después dándole suerte a Cristal -eso sí me sorprendió-
Cuando llegó la noche yo me sentía más cansada de lo normal y de alguna manera mi entrada lubricaba, sin embargo no era por motivación sexual. La doctora dijo que sucedería a los días de parto, eso sí me hizo asustar pero me emocionaba la situación.

SOLO MÍA, MI LUNA Y YO TU SOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora