shall we? | JJP

1.

DE MÍ, Y DE LO QUE NUNCA QUISE.

재범

Sé que si vuelvo atrás en mi vida unos años, todo se vería exactamente igual o peor que ahora.

Siempre tomando decisiones impulsivas que lastiman o engañan a terceros por mi propio desespero de quedarme en la nada.

Como decirle a Yeojin que sí quería casarme con ella aquél día de nuestro aniversario, y sólo me enredé más en mi propia red de mentiras. Y el problema con ellas, es que siempre evidencian un comportamiento en la persona que es imposible evitar o disimular.

Mis propias mentiras me agotaban y me volvían alguien de fácil de irritar. Asi que Yeojin y yo peleábamos en cada oportunidad que existió después de casarnos. Lo que a la larga, nos llevó a una crisis y a una inevitable ruptura.

Pensé que aquella separación aliviaría a mi pesada culpa de haberla involucrado en mi vida y sólo haberla usado como amortiguador de mi depresión pero, en vez de eso, me provocó más cargo de consciencia de la que podía soportar. 

Asi que los últimos meses viví preocupado por mi propio futuro y el de ella, porque ambos nos conocíamos desde hace seis años y sabia que los dos habíamos creado una dependencia mutua en nuestra relación.

Yo con mi exasperante necesidad de estar junto alguien que me necesitara y donde yo pudiera esconderme, y ella con su torpe y singular amor hacia mí que espera paciente que algún día sea capaz de retribuírselo, pero que tal vez jamás suceda.

Nuestra sola necesidad del otro para compensar algo que habíamos perdido o que nunca habíamos tenido, era lo único que nos mantenía juntos.

—¿Me estás escuchando?— Preguntó de repente Mark en voz alta acercándose a mi cara e interrumpiendo mis pensamientos de forma instantánea. 

Yo como reflejo me hice hacia atrás sorprendido, pero después rodeé mis ojos.

—Te dije que no necesito tu ayuda.— Respondí extenuante de tan sólo recordar que seguía en su casa y que él comenzaría a regañarme.

—¿Cuál ayuda?— Preguntó él molesto por mi respuesta mientras caminaba hacia la ventana de la habitación y abría las cortinas.— Hace una hora estás sentado en tu cama mirando hacia la nada, y te dije que te bañaras cuando te desperté.

La luz del día que entró por aquella ventana generó una enorme molestia visual y me obligó a cerrar los ojos en defensa propia.

—¿Otra vez estuviste bebiendo?— Preguntó Mark frustrado al ver unas latas de cerveza esparcidas en el suelo.— Ayer dijiste que debías ver hoy a Yeojin ¿y esta es la mejor forma que tienes para prepararte psicológicamente?

—No es como si tuviese otra cosa que hacer.— Respondí de mala gana.

—¿No? Porque podrías haberte bañado, o haberte afeitado, o no hubiese estado mal que te cortaras por lo menos el pelo.

Continuaba hablando pero yo no sentía interés en responderle o de escucharlo. Mi cabeza me molestaba esa mañana así que su voz me aturdía.

—Jaebeom.— Me habló suspirando a la vez que se sentaba en el borde de mi cama.— Ayer parecías entusiasmado por lo de hoy... ¿qué pasó?

Yo levanté la vista para ver a un Mark que me observaba con preocupación, y tal vez con lastima también, como siempre.

—Lo estuve pensando, y en realidad no sé si sea la mejor decisión.— Confesé ante su inquietud.