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EL VIAJE

진영

La mañana había comenzado siendo favorable, el cielo con pocas nubes pronosticaba que el mediodía sería cálido y soleado, o al menos eso fue lo que escuché en la televisión mientras preparaba mi mochila con algo de ropa.

Al cruzar la puerta de casa, el clima se sentía exactamente templado como esperaba y sólo con una leve brisa de primavera. Pero recordé que en Jeju aquella brisa era un viento aún más potente y molesto, lo único positivo era que al menos la temperatura no era precisamente fría o molesta a esa hora tan temprano en la mañana. Pero no sabía cuánto duraría hasta que comenzara a descender asi que rogué que Jaebeom haya guardado algo de abrigo para él o tendría que escucharlo quejarse.

En mi auto recordé inseguro mi decisión. Acepté esta cita con la condición de que Jaebeom terminara sus terapias y resolviera su vida antes de buscarme o querer saber algo de mí.  Él pareció tomárselo en serio, porque no había tenido ninguna noticia suya durante toda una semana hasta ayer, que rogó que fuéramos juntos a la isla antes de que las festividades terminaran. 

No iba a mentirme ni pretender que no quería hacer esa pequeña excursión con él, no lograba nada intentando aparentar desinterés o molestia por Jaebeom cuando sentía todo lo contrario.

Pero tampoco podía disfrazar de indiferencia mis problemas con Jackson y las mentiras que le dije, ni mucho menos fingir que era ignorante acerca de algunas verdades sobre Jaebeom, asi que iba a ser difícil que este paseo me distrajera de todos las dificultades estresantes que atravesaba.

Dejé mi auto en un parking de la estación de tren de Seúl y no tuve que esperar a Jaebeom, porque él ya estaba sentado a lo lejos con su propia mochila mirando su teléfono y también hacia sus costados aguardando por mí llegada.

Cuando estuve cerca, él se puso de pie para recibirme con un "hola" y una sonrisa que intentaba disimular.

—¿Quieres que comamos algo antes? Nuestro tren llega casi en una hora.— Habló buscando un sitio mientras yo lo observaba pensando en que escucharía esas palabras durante todo el día.

Al final acepté cuando señaló un sitio pequeño alejado de la estación.
Era muy temprano en la mañana, ninguno de los dos había desayunado, y sería un viaje muy largo hasta la costa donde luego tomaríamos un barco hasta Jeju así que lo mejor para ambos era comer algo antes de subir.

El viaje hubiese sido mucho más corto si  elegíamos ir en avión pero según él, no disfrutaríamos los paisajes como en el tren.
Pero su idea fracasó tan rápido como su boca recitó aquella palabras porque media hora después de que el tren comenzara el viaje, ambos nos quedamos completamente dormidos.

Yo sólo despertaba en cada parada provisional, donde algunas personas bajaban y otras subían, para observarlo dormir tranquilamente como un niño sin que nada le preocupara.

Durante otra parada, desperté un poco aturdido por un movimiento un poco brusco del tren al frenar, y Jaebeom estaba leyendo un libro cuando me miró dándome una sonrisa para que no me preocupara.

Suspiré acomodándome y me percaté que enfrente de nosotros había una niña pequeña girada sobre su asiento mirándonos.
Parecía que llevaba rato allí, pero él no le prestaba ni su más mínimo interés.
Ella en cambió, con una paleta en su mano, intentaba acercarse curiosa para mirar lo que Jaebeom leía cada vez que pasaba una página y al mismo tiempo trataba de abrir ese complejo envoltorio de dulce con sus pequeños dedos.

Le dí un codazo leve para que me mirara, y luego le señale con los ojos a la pequeña. Él pareció darse cuenta recién de su presencia a pesar de haberla tenido enfrente suyo todo el tiempo.

shall we? | JJP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora