shall we? | JJP

17.

UNA AMISTAD

진영

Un despreocupado y cómodo Jackson dormía sobre mi cama con una pierna estirada de tal forma que se aferraba a mi cintura. No llevaba la cuenta, pero estaba seguro de que era la quinta vez consecutiva que quitaba su pierna y lo empujaba.

«Apaga la luz Jinyoung.» se quejó volviendo a estirar su pierna.

—Es la luz del sol...— Respondí quitando su pierna para despues girarme y darle la espalda.

«Apaga el sol Jinyoung.» balbuceó dormido esta vez abrazándome.

Cansado de aguantar aquello, me levanté de la cama y abrí las cortinas en modo vengativo para que le diera aún más el sol en la cara. Él, cual insecto nocturno, se acurrucó escondiéndose de la luz como si fuera su perdición.

No lo iba a obligar a despertarse, después de todo anoche no durmió casi nada. Pero tampoco iba a pasar por alto el hecho de que no me haya dejado en paz durante toda la mañana con sus patadas, abrazos, o balbuceos de niño que fueron demasiados molestos.

—Me voy a duchar.— Le avisé en caso de que se le ocurriera entrar al baño como hacía últimamente porque se olvidaba que no vivía solo, o simplemente porque le gustaba entrar cuando lo estaba ocupando. Él no respondió simplemente continuó quejándose de la luz.
Pero para evitarme cualquier molestia cerré la puerta del baño con seguro.

Aunque pretendiera que no, aún seguía pensando en lo que pasó anoche. De hecho fue lo último que pensé al dormirme, y lo primero en mi mente al despertar. Tampoco es como si realmente pudiese evitarlo, porque al pararme frente al espejo podía ver todas las marcas en mi cuello más el plus innecesario de esa mordida que ahora se estaba volviendo de un color morado oscuro.
Si la observaba de cerca incluso se podía ver la marca perfecta de sus dientes, y cuando lo tocaba me dolía.
Pervertido, pensé al entrar en la ducha mientras recordaba su cara.
Aunque no podía negar que parte de la culpa también era mía por dejarme llevar tan fácilmente.

Cuando terminé de ducharme y secaba mi pelo, escuché un golpe en la puerta del baño seguido de un "auch".

—Jackson...— Me quejé porque sabía que el idiota había intentado entrar pero se golpeó la frente al descubrir que la puerta estaba asegurada, y además porque no era la primera vez que le ocurría.

—Necesito hacer pipí.— Se quejó con voz de súplica para que abriera. Lo dejé que entrara y él como niño se arrastró hasta adentro.

Unos minutos después estaba buscando una crema entre mis cosas y él, de nuevo invasivo y curioso, se acercó a mirar lo que estaba haciendo.

Sabía que tarde o temprano vería eso en mi cuello asi que intente tomar con tranquilidad cuando comenzara a llenarme de preguntas que, por obvias razones, no respondería con la verdad.
Pensé que tampoco estaba en la obligación de decirle nada, porque en principio él ni siquiera me dijo la razón por la que estaba en mi casa, ni de por qué había dejado de ir a trabajar.

—¿JINYOUNG QUE LE PASÓ A TU CUELLO?— Preguntó bullicioso cuando me observó aplicarme un crema sobre la piel roja.— ¿Te duele? ¿Por eso desapareciste anoche?— Volvió a preguntar tocando con su dedo.

—Basta, es sólo una alergia.— Mentí quitando su mano porque ciertamente me dolía.

—¿Una alergia?— Me cuestionó muy poco convencido.— Juraría que eso se ve más como la mordida de un animal.— Aseguraba volviendo a tocar.— ¡Ayyy no! Ya sé qué es.— Exclamó entendiendolo al fin.— ¿Por eso es que estás tan estresado últimamente? ¿Quién es la que te tiene de esta forma? ¿Necesitas consejos?— Preguntaba él feliz pensando en que tal vez estaba viviendo algún romance. Pero yo lo último que quería es que alguien le diera consejos de amor a un terapeuta matrimonial.