shall we? | JJP

49.

con todo de mí, para siempre 

재범

Me recuerdo a mí mismo la primera vez pensando que nuestra ruptura no podía hacerme tanto daño, actué egoísta creyendo que podría superarlo que él no podía ser tan importante para mí y simplemente debía seguir adelante, pero no pude.
La razón por la que terminé con él en primer lugar fue algo que en aquel momento me costaba aceptar, no quería que los demás me apuntaran con el dedo.

Era joven, tenía miedo.

No conocía sobre lo correcto e incorrecto, y daba pasos inseguros imaginando que mi camino era el equivocado.

Sólo después de perderle la primera vez supe que estaba equivocado pero en vez de reflexionar sobre aquel error continué creando más y más errores que me llevaron finalmente en donde estoy.

Jackson estaba en lo cierto, pedir perdón era como intentar esconder toda la basura debajo de la alfombra.
Es decir, fingir que nada ocurrió y continuar viviendo de forma normal olvidando toda aquella tristeza como si nada.
Actuar que no iba a hacerle a un lado de mi vida nuevamente sin ninguna pizca de culpa, o que vulneré y rompí el último hilo de confianza que tenía él hacia mí cuando dudé.

Me veía a mí mismo errático e impredecible, reflejado a través de unos ojos que solían amarme pero ahora me desconocían, ojos de alguien que no iban aceptarme de nuevo en su vida.

No podía saber con seguridad acerca de lo que hubiese pensado de mí durante todo este tiempo. Inclusi quizás hasta había dejado de pensar en mí y ahora mi visita repentina era un mártir en su mente, porque también lo era para mí.

No había medido la magnitud de cómo se verían envueltas mis emociones después de tanto tiempo y ahora estar cerca de él era como desarmar piezas por piezas mi corazón, se sentía sofocante y triste.

Él casualmente salía de lo que era su departamento justo cuando cruzamos miradas en aquel pasillo pequeño.
Al principio ambos nos quedamos estáticos, parecía irreal como esos sueños recurrentes que tenía imaginando que lo podía ver.

Unos segundos después dí unos pasos hacia él y él dió dos hacia atrás.

—¿Qué haces?— Preguntó y su voz sonaba molesta.— Creí que te había pedido que no me buscaras.— Vaciló inquieto.

—Necesitaba hablar contigo...— Expresé con nerviosismo también.

Él lucía diferente a como lo recordaba, su flequillo había crecido un poco y junto a sus gafas procuraban cubrir unos evidentes ojos cansados. Además estaba usando ropa deportiva y se veía más delgado. 

—No, lo siento.— Se negó.— Yo no quiero escucharte, asi que vete.— Exclamó mirando hacia el ascensor por donde había llegado hasta su piso.

—Jinyoung...— Intenté hablar pero él dió unos pasos cortos hacia la puerta para abrirla nuevamente y entrar.
Caminé hacia allí pero fue demasiado tarde porque entró hacia su departamento dejándome afuera sin decir absolutamente nada más.

—Jinyoung por favor hablemos.— Murmuré tocando suavemente la puerta.

Un "lárgate" fue lo único que escuché del otro lado a pesar de que insistí unos minutos más.

—Me quedaré aquí hasta que quieras hablar conmigo.— Esbocé con tristeza.

El edificio en sí parecía tranquilo, no había demasiado ruido asi que cualquier sonido un poco elevado se escuchaba como eco por lo que cada tanto se escuchaba a sus vecinos reír a diferencia de él que era silencioso.