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LO QUE HABÍA ENTERRADO.

진영

Esa mañana del veinte de marzo que dio inicio a la primavera en la ciudad, era todo lo contrario a la sensación de calidez que cualquiera hubiese imaginado o querido sentir de aquella estación.

El parabrisas de mi auto mientras conducía comenzaba a empañarse, así que consciente del frío abrazador que sentiría de afuera, abrí la ventana esperando que la humedad se disipara con el aire.

El transito de aquel día temprano era cada vez más lento para llegar a mi estudio, pero en realidad lo agradecía.

Anoche, mientras leía el registro de los dos pacientes que iba a ver hoy, leí el inusual nombre "Lim Jaebeom" en uno de ellos. No sabía si se trataba del Jaebeom que conocía o no, la casualidad podía ser muy grande, pero incluso la fecha de nacimiento coincida con la de él.

No había logrado conciliar el sueño, la ansiedad en la madrugada me había obligado a medicarme para superar el insomnio.

No sabía si estaba asustado y por ello sentía pánico. Pero fueron demasiados recuerdos que creí olvidar, que de pronto resurgieron con tal rapidez como para desconcertarme y tan solo había leído su nombre.

Cuando desperté en la mañana vacilé sobre si debía presentarme o no, o si la mejor idea era darles el contacto de otro terapeuta así no arriesgarme a pasar un mal momento. Pero después reflexioné en el hecho de que estaba sobreactuando la situación de una forma muy negativa, porque incluso si era él, me dejaba dominar por mi emociones y eso no era parte de mí.

Si se trataba de él, no debía dejar que se apoderara de mi ningún sentimiento y que eso me impidiera trabajar.

Era lo que quería pensar, era la mentalidad forzada pero segura con la que conducía esa mañana hacia mi estudio para el encuentro con la pareja de hoy.

...

Al estacionar el auto en el garaje del edificio, cuando pude sacarme el cinturón de seguridad, respiré hondo y seguidamente tomé los documentos del folio en el asiento del copiloto para después abrir la puerta con la idea de descender del vehículo.

Pero estaba tan nervioso que mi respiración estaba mal, así que me tomé unos segundos para calmarme.

En ese momento me sentía lo más estúpido del mundo. Seis, y casi siete años, de mi vida creando perfectamente una personalidad que pudiese contrarrestar cualquier emoción que me llevara al borde de mí mismo, y ahora estaba apoyado sobre la puerta de mi propio auto intentando respirar al recordar memorias que había enterrado junto a él.

Parecía irónico, porque había aprendido de mi pasado para ser quien era hoy, pero era mi propio pasado el que ahora resurgía de forma negativa para desequilibrar todo lo que había construido.

No es él, es sólo una coincidencia. Me repetía a mí mismo mientras intentaba recuperar la compostura.

-¿Doctor Park?- Escuché la voz familiar de mi secretaria a lo lejos. - ¿Se encuentra bien? Justo bajaba a buscarlo.- Dijo caminando rápidamente hacia mí.

Yo asentí varias veces parándome derecho, y exhalando para relajarme.

-Sí, es sólo que desayuné lácteo esta mañana.- Mentí mientras aseguraba la puerta del auto y encendía la alarma.

-Le dije que no desayune leche o yogurt, a su edad no debería escoger este horario para lácteos porque su intestino es sensible...

Me regañó ella y pensé ¿a mi edad?

Me hacia sentir que mis veinticuatro años eran sesenta repentinamente.

- ¿Quiere que le consiga unos medicamentos?- Preguntó caminando a mi lado cuando entramos al edificio.

-No Sooyun, estoy bien.- Aseguré.- ¿La pareja llegó?- Pregunté mientras me quitaba mi bufanda.

-Si..., llegaron hace unos minutos. Los dejé esperando en su estudio.- Respondió.- ¿Leyó el perfil de ambos? Parece ser un caso común de los que puede resolver rapidamen...

-Sooyun, necesito que busques los contactos del Dr. Kim que me respaldó aquella vez y el de la Dra. Yoon, la que trabajó conmigo hace un mes.- La interrumpí llegando al pasillo.

-¿Por qué doctor? ¿No va a tomar el caso?- Preguntó ella murmurando porque ya estábamos cerca del estudio.

-Sólo hazlo por si a caso.- Pedí. Ella frunció el ceño e iba a volver a preguntar pero yo la interrumpí antes. - No preguntes, sólo contactalos por favor.- Dije dándome media vuelta para dirigirme hacia mi lugar.

Ella sin decir nada, pero confundida, regresó a su lugar de trabajo también.

Cuando estuve en la puerta del estudio, volví a exhalar para expulsar todo mi nerviosismo.

Incluso si es él no voy a dejar que me afecte, soy un profesional, no voy a dejar que me afecte.

Repetí varias veces antes de abrir la puerta.

shall we? | JJP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora