shall we? | JJP

8.

RESOLVIENDO ASUNTOS.

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No existía una sola palabra para describir el estado de ánimo de Jinyoung en ese momento. Se podría decir que estaba "furioso" pero a la vez se sentía decepcionado e incluso también traicionado por la única persona en la que había volcado su completa confianza. 

Ayer después de salir de ese restaurante, fue hasta la casa de Jackson con toda una acumulación interna de odio que iba a explotar sólo cuando lo viera.
Pero el suertudo, y tal vez bendecido de Jackson Wang no estaba esa noche.  Llegó horas después y se encontró una nota de Jinyoung en el refrigerador que decía que lo esperaría mañana a la mañana en su estudio.

No, no fue una nota asesina, ni mucho menos estaba escrita con sangre. Pero si le dibujó una sonrisa al final del mensaje como para hacerle creer que todo estaba bien, y que sólo desayunarían juntos.
Él inocente y feliz, claro, no sabía lo que le esperaba en realidad.

Park supo que un mensaje escrito era mejor que un correo de voz, porque si Jackson lo escuchaba notaría la hostilidad en su habla y se abstendría de ir por miedo a perder su vida.

Asi que ahora, mientras esperaba en su estudio, Jinyoung daba golpes inquietos en la mesa con su dedo índice remarcando demasiado su claro nerviosismo.
Anoche no había logrado dormir así que aquello contribuía también a su irritabilidad.
Hasta su secretaria esa mañana sintió ese mal humor, y evadía la idea de tener que dirigirse a él para comunicarle algo.

Al llegar, Jackson se detuvo en la entrada para saludar a Sooyun y ella amable se ofreció a recibir su abrigo y guardarlo.

—¿Jinyoung está en su oficina?— Preguntó con una sonrisa, pero justo al mirar a su costado se encontró con que su amigo ya lo esperaba en el pasillo.— ¡Hey!— Lo saludó animado, éste rechazando su saludo se dió media vuelta y le pidió que lo siguiera.

Jackson miró por última vez a Sooyun quien forzó una sonrisa como compadeciéndose de él. Luego sin más se dirigió a pasos lentos hacia la oficina.

Cuando se sentó, pensó que tal vez la razón de que estuviese molesto fuese porque otra vez tuvo una cita fallida. Pero era la primera vez que sentía tanto enojo de su parte, y también la primera vez que una cita a ciegas lo dejaba de tan mal humor.

—Traje manju.— Anunció Jackson entre el silencio que se había formado, dejando una pequeña caja frente a ellos. —Una abuelita me detuvo para que le comprara... creo que era japonesa.— Habló pensativo.— De todas formas me dijo que comerlos en el desayuno eran buenos porque son suaves y dulces. Además me dijo que yo era lindo y que le recordaba a su hijo, así que no tuve otra que...

—¿Por qué lo hiciste?— Interrumpió Jinyoung.

—¿Comprar manju?— Preguntó Jackson confundido.— La abuelita me obligó... además-  

—Mentirme.— Volvió a interrumpir.— Me mentiste Jackson. — Él lo miró aún más confundido.— ¿Sabes acaso lo molesto que es que alguien te psicoanalice sin tu consentimiento? Esa mujer se metió en mi cabeza.

La voz de Jinyoung empezaba a elevarse y el ambiente para Jackson pasó a ser muy hostil de repente.

—¿De qué hablas?— Preguntó.

—¡No empieces a fingir que no entiendes!— Levantó aún más el tono, Jinyoung.— La mujer de anoche, la enviaste para que me estudiara. Sabías que era psicóloga, y la contraste para eso...

—¿Qué?— Reaccionó Jackson.—Yo no contraté a nadie, no sé de qué hablas.— Se defendió enojado por una acusación tan extraña como esa, pero intentó mantenerse tranquilo.