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ALGO QUE ESPERAR.

재범

Sobre si buscaba en realidad una forma de darle un enfoque diferente a mi vida, no.

Me apegaba a lo cotidiano, a lo que ya estaba acostumbrado a ver o vivir y que sería difícil dejar ir. A que también tomaran decisiones y cuidaran de mí porque yo mismo era incapaz de hacerlo.

Vivía de la simpleza de una vida y un matrimonio dependiente que en realidad en el fondo detestaba porque era todo lo que nunca quise.

Yeojin era parte de esa cotidianidad, alguien que no podía soltar con facilidad desde que llegó a mi vida aunque sonara paradójico, porque en realidad no tenía ningún sentimiento u emoción hacia nuestra relación.

Se había encargado de mí durante años, así que me acostumbré a depender de su presencia como ella de la mía, y por ello sentía una gran responsabilidad de quedarme a su lado.

Mark siempre estuvo en desacuerdo con esa idea de "me quedo a tu lado porque me necesitas y no porque te ame" y siempre me recordaba que era yo el que más se necesitaba así mismo.

Justamente ahora estaba escuchando su voz a través de mi teléfono decirme palabras para que reflexionara acerca de mis decisiones, como siempre lo hacía. 

—No quiero decir que no funcione lo que ella hizo, pero creo que es más efectivo que los dos de forma individual buscaran un psicólogo... no intento que te ofendas simplemente estoy siendo honesto acerca de esto.— Terminó de decir.

—De todas formas ya hizo todo ella misma, buscó al terapeuta, le dio nuestros datos y le confirmaron una cita. Dijo que mañana teníamos la primera consulta..., lo tenía preparado desde hace días.— Expliqué desde el patio de la casa mientras la observaba a ella cocinar adentro.

Escuché a Mark suspirar después de un largo silencio.

—No se por qué me sorprende que decida por ti o por los dos sin consultarte, después de todo ha sido así durante años.— Dijo, y era algo que siempre resaltaba de ella así que no respondí.— ¿Entonces irás? — Preguntó después de un rato.

—Decidí que sí...— Respondí.— Es tal vez lo único que podamos hacer ahora. Y como dijiste antes, si no funciona le voy a pedir el divorcio.

—¿Entonces estuviste pensando en eso?— Preguntó Mark sorprendido.

—Sí..., no sé si esté preparado pero-

—Si el momento llega vas a estarlo.— Dijo interrumpiéndome y hablando firmemente.— Deja de dudar de las cosas y simplemente prepárate para asimilarlas... es más sencillo de lo que crees, lo digo en serio.

No respondí sólo me quedé en silencio pensando.

—¿Beommie, me ayudas adentro?— Preguntó Yeojin saliendo hacia el patio y ganando mi atención repentina.

Mark escuchó su voz también desde el otro lado, y simplemente se despidió de mí con la excusa de que debía atender otro asunto . Yo le prometí que lo llamaría en la tarde cuando esa cita con el terapeuta que Yeojin organizó terminara. 

Al entrar en la casa ella estaba mezclando algo en una sartén y me observó con una sonrisa. 

La ayudé con el resto de la cocina mientras ella en silencio pensaba algo que noté y decidí preguntar.

—¿Qué sucede?

Ella pensó un segundo en como decirlo y luego me observó.

—Tal vez las cosas no han sido buenas los últimos años, pero si ahora logramos un cambio... pensaba que incluso podíamos hablar sobre tener hijos.

Parecía ilusionada con la idea, pero yo no podía pensar en nada que se asemejara a una familia, y la sola idea comenzaba a abrumarme.— Obvio sólo si encontramos una solución a nuestro matrimonio primero...— Continuó hablando.— Pero estás aquí y aceptaste que recibamos ayuda, así que para mi es un gran primer paso.— Terminó de decir con una sonrisa y yo simplemente asentí con una sonrisa también.

De alguna forma sentí que tenía razón, si no creyera que había una oportunidad para un futuro junto a ella entonces no estaría aquí, ¿verdad?

Sentía que tenía algo que esperar de cualquier cosa que sucediera al final, si salía bien entonces debía pensar en una familia, pero si salía mal entonces pensaría en un divorcio.

No sé como será mi vida a partir de esos únicos dos caminos posibles que dibujé, pero sabía que sólo uno de ellos era el correcto.

...

Durante esa noche no pude dormir porque el sofá era incomodo, porque la oscuridad del living en el que me encontraba se veía perturbada por luces de autos que pasaban por la calle en un intervalo exacto de por lo menos cinco minutos, y porque habían muchos pensamientos dando vuelta en mi cabeza.

El insomnio sólo era provocado por mi propia mente que atravesaba, como cada noche, momentos donde pensaba en todo y en nada al mismo tiempo. Esta era la razón por la que bebía antes de irme a dormir, ebrio no tenía que pensar en nada, además el alcohol hacia más profundo mi descanso entonces no tenía espacio para los sueños o pesadillas.

Odiaba mis sueños, mis sueños siempre me llevaban a él. Cada momento que he odiado de mi vida me llevaban a esos recuerdos de mi adolescencia donde él era el epicentro de mi felicidad. Como si mi mente intentara refugiarse en algo que no fuera la realidad en la que estaba viviendo.

De todas formas los años terminaron con distorsionar mi imagen de él. Ya no recordaba exactamente cómo lucía su rostro, ni cómo se escuchaba su voz. Solamente lo recordaba en mis sueños, pero en la mañana volvía a olvidarlo.

Era como si viviese en mi inconsciente, pero yo no tuviese fácil acceso a él. 

Aunque en el fondo lo agradecía, porque no podría vivir con su imagen en mi mente para toda la vida.

Él no era alguien a quien me gustaba recordar.

Con ese último pensamiento, y con una última luz destellante que alumbró la sala, me quedé dormido al fin.

shall we? | JJP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora