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TENTACIÓN IMPRUDENTE

Existían dos y hasta tres caminos posibles que conducirían a Jinyoung por lados diferentes. Podía tomar el primero e ignorar radicalmente a Jaebeom con la excusa de que no quería ser parte de su vida, o tomar el segundo y pretender que los problemas que giraban a su alrededor  -y que además lo involucraban a él- no era algo a lo que prestarle mucha atención.

El tercer camino era más complicado, y se trataba de hablar con Jaebeom seriamente acerca de todo lo que estaba mal entre ellos dos. Confesar todo lo que pensaba y desahogar cualquier secreto o malestar.

Jinyoung tuvo la posibilidad de pensar aquello por varios días. Días en los que no lo vió, ni Jaebeom lo buscó.
No estaba al tanto de si habían conseguido otro terapeuta, pero intentaba no pensar demasiado en ello o le ganaría la curiosidad e intentaría hablarle.
Pero tampoco era posible sacarlo de su mente cuando recordaba todo de esa vez que durmieron juntos y que había sido probablemente la noche más tranquila de su vida.
No estaba seguro de si lo extrañaba, pero recordaba el aroma de su perfume y de su cálido cuerpo abrazando el suyo y ansiaba volver a sentir algo parecido a eso. Aunque eso era algo que Jinyoung no iba a admitir nunca.

Por otro lado, él ya ni siquiera sentía el apoyo indirecto de Jackson. Antes su amigo podía adivinar si estaba pasando una situación estresante, e intentaba no presionarlo pero si quedarse a su lado para darle a entender que no estaba solo, asi que echaba de menos eso. 

También había dejado de leer en la noche, era lo único que lo ayudaba a dormir pero ya no le funcionaba más. El insomnio lo llevaba a estar horas en el sofá de la sala en pijamas mirando la televisión pero sin mirar nada realmente, luego ir a trabajar en la mañana era una tortura porque estaba demasiado cansado.

Él sabía que eran signos de estrés y que si no encontraba la forma de solucionar los problemas que le estaba molestando, no estaría tranquilo.
El primero de los problemas era Jackson porque no había buscado ni tenido la oportunidad de hablar con él ni una sola vez, asi que esa tarde decidió ir a su casa. 

Pero todo el plan, e incluso el discurso ensayado de cómo rechazar sus sentimientos sin lastimarlo, se vió interrumpido cuando salía de casa y se encontraba al segundo problema más grande cruzando la entrada y deteniéndose para mirarlo también.

Jinyoung suspiró porque su visita en ese momento no le ayudaba para nada, pero a unos pasos de él, Jaebeom sonreía como si no lo hubiese visto en mucho tiempo.

Cinco minutos después entraban juntos y él le ofrecía un vaso de agua a Jaebeom porque el otro dijo haber caminado hasta su casa ya que su auto se había averiado de nuevo.

Por un momento Jinyoung pensó que sus palabras acerca de que no quería que lo involucrase más en su vida habían funcionado, y que por ello Jaebeom no había regresado a su casa de nuevo.

—Estuve intentando afianzar mi relación, y asi que las cosas con Yeojin están mejorando.— Explicó él su ausencia luego de mencionar que regresaba de su primera sesión.

«No sabes cómo me alegra» Murmuró Jinyoung sarcástico quitándole el vaso de la mano y lavándolo en el fregadero.

—Estoy preparándonos para tomar ese paso.— Continuó, ignorando la actitud de Jinyoung.— La psicóloga dijo que las sesiones durarían sólo cinco semanas, es como un mes. Asi que creo que es el tiempo suficiente que necesito.— Explicaba esperanzado y la razón era que la terapia misma le había dado seguridad.

Jinyoung notó esa aura de confianza por sí mismo, y quería sentirse bien por él. Pero no podía dejar de pensar en que la decisión de separarse tal vez no le guste tanto si supiera que iba a ser padre.
O tal vez era la propia inseguridad de Jinyoung lo que lo hacia imaginar que Jaebeom no elegiría la vida de la que habla, o ni siquiera lo buscaría si supiera que iba a tener un hijo.

shall we? | JJP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora