Maldita reina de Francia: una obra sublime (Sin editar)

Capítulo 38

Así que yo les conté a todos mi historia con el cristianismo. La coordinadora me preguntó si podíamos continuar, ellos no dieron su opinión a pesar de que quisieran. El segundo en contar su historia -de adicción-, fue un pibe que no tenía más de quince años... Me preguntaba si había sido por presión social como el otro; sin embargo, los que vinieron ya eran mucho más grandes... Ya tenían un camino, y suficiente recorrido...
Salimos cuando el chico "antipsicólogos" vino y me preguntó por los tipos de terapias. Le respondí que era largo y que debíamos irnos; pero que si se fijaba en internet de seguro lo encontraría. Luego busqué a mi amado aunque encontrándome con Ginebra... así que le dije que después nos juntaríamos en su casa: para hablar de lo que sería una "película de acción"...
Un par de días más tarde tuve clase con Fontana. Le pedí que me dejara volver a dar el examen, aunque él se negó seguro de su decisión. De todas formas, no se pudo resistir ante mi cara de ternura; era la mejor de sus alumnas y Gabriel lo sabía.
Fuimos a tomar una copa mientras esperaba a su novia.
-¿No te casaste? -cuestioné decepcionada. Yo soñaba con lo que sería el gran día de mi boda.
-No Lu, eso es para la gente que se asegura de tener una familia... No obstante, quiero hablar sobre tu nueva terapeuta... Espero se entienda que mi reacción no fue algo premeditado.
Le conté todo acerca de la primera sesión: dónde habíamos ido, de qué habíamos hablado; mi caída en el caballo, la reacción de Artemisa... El profesor puso la cara en sus manos antes de responder...
-Mmm... -se acarició levemente en el mentón: con las puntas de los dedos y mirada de analista-Me parece que está bien pero no reemplaza al psicoanálisis. Para mí se tiene que generar el espacio naturalmente... Mis pacientes se dan cuenta que yo soy un tipo al cual uno le puede confiar; y tal vez tarden un tiempo, pero se me nota en la cara... Por mí lo más importante igual es que se mantenga una distancia. Sin embargo veo un potencial en su forma de ver las cosas... aunque no sé si justamente se traduzca en la terapia...
-¿La del auto de allá es tu querida FOLLAMIGA?
-Ajam, esa es. Ahora te dejo.
-¡¿Un auto amarillo, vos me estás JODIENDO?!
-Se ve lindo ante el gran resplandor de sus ojos... cuando tengas un novio me vas entender...
Lo seguí hasta la puerta mientras me llevaba una sorpresa.
-¡Ginebra! -exclamé con expresión de desagrado- ¡¿Por qué se supone que estás acá?!
-¡Me olvidé de ese reto y pues hoy vine a terminarlo! ¡Como seguro ya sabés tengo mucho trabajo!
-¡Si no estamos en la pis... -me interrumpió de repente.
-¡¿Y eso a quién le importa?! ¡BAILEMOS EN LA CALLE!
Abrí la puerta arrepentida cuando ella salió corriendo. Se paró al lado de un chico y le preguntó si por favor lo podía invitar a una pieza. Él le dijo que estaba apurado así dejándola estupefacta: pues lo cierto es que la rebelde nunca era rechazada; a menos que estuviera borracha... Pero eso es otra historia...
Por consiguiente, buscó a otro y le agregó desesperada.
-¡¿TE QUERÉS COGER A MI AMIGA LUCÍA?! ¡SÍ ESA: LA QUE PARECE UN TABLERO DE AJEDREZ!... ¡SOLO TENÉS QUE BAILAR UN PIEZA CONMIGO... Y DESPUÉS VÍA LIBRE, NO SADO QUE ES VIRGEN!
Yo le sonreí aunque me quise morir en ese preciso momento. El chico hizo lo mismo aunque llorando de la risa. Acto seguido, le dijo que entonces prefería hacer la pieza conmigo... Ella no supo qué decir y se quedó boquiabierta..
Nos acercamos el uno al otro y bailamos un poco. Después de un par de minutos ya había ganado. Mi mejor amiga se quedó petrificada en la esquina: iba a hacerlo con un hombre que no tenía pareja... y por más loco que pareciera eso era todo un avance...
Un par de días después volví a ir a terapia. Esta vez pude entrar al consultorio de Artemisa... estaba a punto de decir algo cuando ella se anticipó...
-Hoy vamos a hacer un poco de Gestalt; espero puedas mantenerte en el aquí y en el ahora.
-¿Pero qué hay del paraanálisis manifestante conductual?... ¡Se suponía que iba a ser algo más bien divertido!
-No sé en qué estaba pensando, a veces pierdo la cabeza... Después te voy a contar otro proyecto genial. Aunque tenés que prometer mantenerlo como un secreto.
Asentí con la cabeza entusiasmada por la idea. Al ver dos sillas una puesta enfrentada a la otra, me di cuenta de lo que Artemi se estaba tramando... Eran la "silla vacía y la "la silla caliente": dos dinámicas sencillas de esta corriente...
Así que me dijo que imaginara una persona en la otra:
lógicamente me había sentado en solo una de las sillas... Pero debía ser alguien al que por X o por Y; me había quedado con ganas de expresarle una cosa: ya sea hablada o manifestada de otra manera... lo importante es que no me quedara con eso como una carga...
Pensé en una persona y le dije que ya estaba lista. Antes de que me lo pidiera, comencé a platicarle.
-No entiendo por qué molestás a tu hermana... ¡Solo quiero hacerte ver que tiene algo especial!... ¡Al principio a mí también me decías que era rara; pero yo soy como me sale, no lo hago a propósito! ¡Quisiera hacerle entender al resto que acá hay gente diferente... y no por eso se merecen ser tradados como MIERDA!... ¡Osea, qué ganan torturando a un indefenso; si para mí igual es lo mismo pues todos somos un milagro! ¡Quiero hacer de la escuela un lugar donde todos sean sí mismos!... ¡Y que en vez de esconderse y generarle mucho miedo al entorno... puedan llorar y descubrirse para luego llevarlo a casa!... ¡Aborrezco este país en el que nada se controla: de grande quiero vivir en un lugar como Suiza!
-Respira hondo que me parece que la ansiedad se acumuló.
-¡NI SIQUIERA EN ESO ME TRATAN COMO A ALGUIEN NORMAL... POR LA ORDEN DE UN AMIGO ME EMPECÉ A MEDICAR...!