El señor Fischer no creía en la escuela. Del mismo modo que tampoco creía en el cristianismo… Según él lo más importante era la experiencia: la experiencia de trabajar y “conocer lo que es el mundo”… Así que me encogí de hombros al notar que me había excedido. Básicamente era una niña protestando por capricho; aunque lógicamente no quería admitirlo… Artemisa se caracterizaba por su falta de diplomacia. Por consiguiente, se cruzó de hombros y exclamó convencida de su acto.
—Mirá Lu, yo entiendo qué te pasa… Pero a mí me parece que ni tu papá ni mi amigo tienen nada que ver… Además, estás siendo un poco inmadura…
—¡¿Yo inmadura?! ¡Vos perdiste la cabeza!... —La psicóloga rodó los ojos mientras yo le agregaba— ¡¿AHORA POR QUÉ NO CERRÁS EL CULO Y TE COMÉS UNA BUENA PIJA?!
—Y también medio violenta, gracias por recordarme…
—¡¿Yo violenta?! ¡¿Osea, vos me estás JODIENDO?!... —En ese instante casi salto y le saco la cabeza. Ella permaneció observándome impertérrita— ¡SI A VOS NADIE TE ENTIENDE, PEDAZO DE LOCA!
—Y nerviosa… —musitó mirando para el otro lado.
—¡¿Nerviosa yo?! ¡No sabés qué decís!... ¡Si me sudan las manos como un par de cebollas!...
—Mirá Lucía, ya me tenés medio harta: hasta que elijas mejorar vos no lo vas a poder.
—¡¿Sabés qué, ese es el problema de los psicólogos: no aceptan la gran genialidad cuando la ven?!... ¡Osea, siempre menosprecian lo que digo: les cuento que vino alguien a enseñarme mi grandeza; y me responden que solo me ayuda a pensar. Les cuento que descubrí una cosa sobre alguien; y me retrucan con que tengo que pensar en mí misma… ¡Yo necesito a un terapeuta que realmente me comprenda… y que de paso admita la sublimidad de mi mente y me chupe la CONCHA: como el Pollo Vignolo a Franco Soldano!... ¿No; no mirás la liga Argentina?... Bueno el punto es que yo ya me voy al CARAJO…
—¡Me parece que primero me tenés me pagar!
—¡Y a mí me parece que a vos yo no te pago una MIERDA!... ¡Suerte con ese proyecto de prosperar la secundaria!
Salí del consultorio apretando los puños; luego corrí hacia mi casa aguantándome las lágrimas: otra vez terminaba traicionada por mi esencia… Mi padre me abrió en lo que recordé nuestra fuerte pelea. Al parecer por una razón yo me había olvidado… Entré sin decir una palabra, con la frente hacia abajo. Él me abrazó desesperado al notar que estaba de vuelta… Hubo un silencio en el que mi madre abrió los ojos como lechuza; luego, se dio la vuelta y entró en la cocina. Me encogí de hombros mientras mi padre me asfixiaba con fuerza… nos separamos cuando él musitó arrepentido...
—Perdón lo por lo que te hi… —le tapé la boca con ambos dedos con tal de que no continuara. Acto seguido, respondí indiferente.
—Sí igual no me importa tu opinión al respecto. De hecho al principio tenías razón… —Tragó saliva al percatarse de lo que iba a decir. No obstante, yo permanecí seria e inmutada ante la fea expresión de su rostro— Quería ser cantante, actriz y bailarina: vos me dijiste que eso no se estudiaba en ningún lado… —Se me cayó una lágrima como gota de cascada en el diván. Igualmente permanecí observándolo aún impertérrita— ¡Ahí es cuando entendí que nosotros no encajamos en el mundo!... ¡¿POR QUÉ VALDRÍA LA PENA DEJAR SOÑAR A UN PELOTUDO?!
—¿“Nosotros” quiénes? ¿De qué me estás hablando?
—¡SABÉS BIEN A QUÉ MIERDA ME REFIERO HIJO DE PUTA!... A los que nadie los valora ni tampoco les hablan: a los que pasan desapercibidos y los tratan de peligro... ¡El único peligro es que se agoten y se tiren al vacío!... ¡Yo no sé bien lo que te pasa ni por qué sos tan así… pero te agradecería que por una vez tuvieras un poco de compasión; y no me trates como loca, LA RE CONCHA DE TU HERMANA!... ¡Solo!... ¡Solo quiero que entiendas que yo hago lo que puedo: que no peco por maldad; pero a veces ya no puedo... —En ese momento ya estaba llorando de nuevo. Él se alejó un par de pasos ante mi creciente disputa: no podía creer que su Lu fuera tan rebelde y hubiera madurado tanto… Y –del mismo modo que mi buen amigo Víctor–; en el fondo sabía que estaba orgulloso— ¡QUIERO HELADO! —agregué al fin terminando con el clímax del asunto. Mi papá suspiró helado pero no se rió una VERGA: era consciente que de repente yo me podía poner intensa… Así que vimos una peli sobre la ONU de Ginebra (era del papa aunque eso no le aporta a la trama).
—¿Nos podemos ir a Suiza? —pregunté convencida… Mis papás se miraron sin decir una palabra...
—Tengo que ir a trabar por un par de sema… —lo interrumpí sin paciencia.
—¡NO ERA UNA PUTA PREGUNTA, PERSONAL AYUDANTE: VAMOS A IR A DONDE QUIERO PORQUE ME SALE DEL COÑO!
Mi papá compró los boletos cuando llegamos al aeropuerto. Iríamos con el bueno de Fischer y toda su familia… además de Ginebra que se metió de colada…
Ella se moría por llegar de una vez a las vacaciones: ya estaba harta de ser tratada como un soldado de juguete… Y Soldano, bueno: seguía sin hacer goles… Aunque ese HIJO DE PUTA más bien era de madera…
Decidimos comprar algo para acelerar la espera. Entramos en el “free-shop” como chetas y fuimos a por un Rolex. Me lo puse y me imaginé en la casa de un empresario: tenía cientos de Bugatis y una CHOTA importante…
—¡Ahora es mi turno Cavera, te parecés a mi jefa! —Fruncí el ceño y la miré con tal de que se explicara. Ella dio un leve suspiro antes de proseguir…— ¡Siempre pensando en dinero en vez de lo que importa: la verdad es que yo ya no me la aguantaba!
—¡¿Y qué es lo que importa si no es el dinero!?
—La salud, el bienestar; pero más que nada el sexo… ¿Te acordás de ese amigo que me hice en la calle?
—¿Cuál? —cuestioné genuinamente perdida. No podía percatarme de ninguno en particular…
—¡El del baile que te eligió para hacer una danza!
—Sí, ¿por? —agregué confundida. No entendía el punto del cambio de tema…
—Bueno ese por ejemplo no sabía COGER… ¡En la secu nos enseñan un montón sobre números... pero nada de sexo y eso es algo crucial!
—Puede ser… —musité al notar que no estábamos solas. La gente nos observaba divertida de nosotras… y eso no hacía más que ponerme nerviosa…
—¡Porque ese es el peor problema actual de la escuela: mucho gráfico de funciones aunque nada sobre el CLÍTORIS!
—Creéme que eso no es lo peor… me parece que podrías cerrar un poco el CU… —fui interrumpida con una ambición descomunal.
—¡Conozco a la mano derecha de Alberto... ya le voy a proponer un proyecto de ley...!
Yo solo me reí pero con tal de no matarla… pues ella era ––básicamente–, la mejor amiga del universo que una podía pedir…
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Maldita reina de Francia: una obra sublime (Sin editar)
Roman pour AdolescentsLucía Cavera es la típica chica nerd. Estudia Psicología en la U.B.A y pues tiene un pequeno problema particular con la ansiedad... y también con el bullying....... Pasa algo que la va a cambiar para bien (asi haciéndola madurar de una buena vez): p...