Maldita reina de Francia: una obra sublime (Sin editar)

Capítulo 51

Luego un par de semanas después pude hablar con Tamar. Me contó que Capuzotto era la “Directora de Materias Exactas” en la escuela de Artemisa; y que al parecer iba a estudiar ingeniería.
—¡ESA VIEJA LOCA MEJOR QUE SE META EL CEMENTO POR EL CULO…! 
—¡JUSTO LO MISMO PENSÉ!
—respondió divertida. Y luego agregó: —¡Mejor que estar con los alumnos y enojarse con estos: según yo es demasiado inteligente para eso….! 
—¡Lo mismo opino! —Hubo un silencio hasta que se me ocurrió algo— ¡Y además le sobra el coco, si se psicoanali-zara!
—Básicamente repetiste todo lo que yo te dije…
—¡Ya lo sé tontita! ¡CERRÁ EL ORTO! 
Lo siguiente fue superior a los cuadritos de Picasso: ella me contó que se había peleado con su profe desde el vamos. Le respondí que estaba bien; pues yo misma lo hacía. A lo que contestó con una mueca y me tomó de la mano. Acto seguido, me tamborileó los dedos y me pidió que la mirara casi hasta el punto de musitar: yo la tomé como mi padre y le hice lo mismo que él me hacía… Sonrío y me pidió ver el mural de la tristeza...
—¡NO TE ACERQUES A MI CUAR… —ya era demasiado tarde. Lo observó y me preguntó si eso pasaba al acabarse la libido…….
—No necesariamente. ¿Por qué lo decís…?
—¡¿Estás segura?! —espetó enojada con su profesora.
—¡YO LO VIVÍ EN MI PROPIA CARNE! —Hubo un silencio muy incómodo— ¡Digo mi cuerpo, aunque eso no exime a mi CON…. —me interrumpió con una risa; acto seguido, chilló.
—¿TE ACORDÁS ESE DÍA QUE ESTÁBAMOS EN LA PLAZA? —Asentí con lo cabeza un poquito asustada (Es decir solo un poco, pues tampoco es la gran cosa…)— ¡ME SENTÍ TAN VIVA QUE PENSÉ JUSTO ANTES ESTAR MUERTA! 
—Creo que lo dijiste; o por lo menos mi ELLO así lo recuerda....... ¡Tan injusto es para algunos que otros TONTOS los condenen!
—Lo mismo digo, para yo con mi hermano lo pienso…. ¡ES DECIR, PARA VOS CON MI HERMANO…!
—¡Ajam!—contesté de un modo súper irónico— ¡Preguntale a Capuzotto que es “Directora de Materias Exactas”…….!
—¿Por? —musitó.
—¡TAL VEZ ENTIENDE A ESE ESTÚPIDO! —dije cuando nos reímos y luego bebimos. Le mostré Fernet con Coca y asintió con la cabeza…. 
Mi celular comenzó a sonar; atendí y era Ginebra…
—¡TENGO UNA IDEA MARAVILLOSA PARA EMPEZAR CON EL SADO!
—¡Soy todo oídos! —respondí como cualquier buena psicóloga.
—¡DECILE A VÍCTOR QUE SE COPE Y LO HACEMOS LOS TRES…….!
—¡Te apuesto un Mercedez Clase S a que ya lo reclutaste!
—¡VAMOS EN QUINCE MINUTOS; Y ME QUEDO CON UN AUDI….!
—¡No boluda: AHORA ESTOY CON TAMAR…!
—¡BUENO LOCA DALE UN DILDO Y “CAPAZ” QUE SE COPA! (Esa es una forma errónea de decir “tal vez” acá).
—¡NO PSICÓTICA DEL ORTO; DIGO, PSICÓPATA…….! ¡ES PROBABLE QUE NO SEPA NI LO QUE ES EL SEXO….! —fui interrumpida de repente.
—De hecho… —hubo un silencio incómodo. Porque yo me había alejado –obviamente–; pero ella al parecer me había seguido— Con mi novio lo hicimos: si querés lo invito……. 
—¡PEDILE QUE SE PONGA UN ANILLO: SIEMPRE QUIZE A UN NEGRO….!
—gritó Ginebra súper exaltada desde el otro lado— ¡Y OBVIAMENTE NO ME REFIERO A UN ANILLO DE MATRIMONIO…….! —agregó aclarando lo que ya era obvio.
La miré cuando le pedí que por favor se escapara. Ella sonrió y luego me volvió a tomar la mano: la suya estaba temblando de la lujuria pero yo no podía permitírselo… Así que le pregunté si de verdad quería entrar en la cuestión; a lo que me respondió con que tal vez prefería ir a jugar al Parchís. Por consiguiente, le aclaré a mi mejor amiga que no habría ningún negro.
—¡EL ÚNICO NEGRO QUE TE VA A BAILAR ES EL DEL ATAÚD! —contestó convencida de que así lograría ofenderme.
Tomé un vaso y me serví otro trago
–pero esta vez de vodka–. Me sentía muy mal y estaba a punto de hacer algo por la fuerza: recordé a Mati “disfrutándome” en ese momento. Juré que NUNCA le volvería a contar algo (privado) a ese hombre; así pues, me calmé y me di una cachetada: estaba a punto de tener sexo con la gran PUTA de Ginebra….
—¡QUÉ ME DEN! —chillé a los cuatros vientos: ese NO es un buen ejemplo del “chiste como mecanismo de defensa”...
Me dirigí hacia mi cuarto y admiré un rato el “Mural de la Tristeza”. Acto seguido, acomodé los DILDOS y el lubricante y todo lo que tenía –que no era poco–; luego pensé en esa noche con Tam y me dio un escalofrío: al fin podría “hacer justicia” y más aún ahora que nunca. No obstante, en el fondo me daba un poquito de “cosa”: (no sé si estaba satisfaciendo a Thanatos a Eros; sin embargo, lo cierto es que a mí NO me importaba. Y pues con esto me refiero a que NO ME IMPORTABA UNA MIERDA…….)
Tomé el “diario” y anoté que estaba a punto de tener una NOCHE HERMOSA (que en realidad en ese momento yo ya no lo poseía: se lo había prestado a Víctor y pues no me arrepentía….(¡¿O sí?!.......); luego fui a la ducha y empecé el calentamiento –o mejor dicho, “calentamiento”…– Mis padres estaban “lejos de casa” como decía Cerati……. Aunque eso no era lo que más me preocupaba…….
—¡AY POR LA MADRE DE JESÚS, LO QUE ME GUSTA COJERME….! —espeté luego de “squirtear” violentamente sobre el jabón de la bañera (que ya me había metido varias veces como es obvio…)— ¡PUES MI PAPÁ NO ENTIENDE EL GOCE QUE ESTO TANTO ME GENERA…….! —agregué refiriéndome a la Pulsión de Muerte. (El goce según Lacan es donde esta se satisface; es decir, en donde uno busca su propio “displacer”....)
—¡ME VENGO, ME VENGO: HOY YO HAGO TIEMPO RECORD…! —exclamé justo en el instante en el que el timbre sonó— ¡SI TAMAR NO SE HUBIERA IDO; ESTARÍA RE CHOCHA….! ¡PORQUE ME AHHHHHHHH… SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ…….!
—chillé mientras me venía y probaba mis juguitos: sabían mucho mejor que el Tang de naranja….