Maldita reina de Francia: una obra sublime (Sin editar)

Capítulo 53

Un par de meses después estábamos en la escuela de Artemisa. Al parecer iba a dar una charla sobre su nuevo modelo… Había muchas sillas y el lugar estaba totalmente repleto: como se augura Capuzotto estaba una de estas. Tanto es así que se levantó y comenzó con el discurso:
—Hola, hola… —musitó para probar el micrófono; al parecer alguien no lo había enchufado correctamente….
—Un, dos, tres: probando……. —agregó cuando un pitido ensordeció a todo el mundo— Bueno quería empezar ya con esto, ¿de acuerdo…? Hoy nos juntamos con el fin de platicar sobre lo bueno; sobre lo bueno que ha sido el recibimiento de la gente... —Sacó un papelito mientras se ponía los anteojos apurada— Pero más importante que eso: de qué ese trata este proyecto……. Verán, es complejo así que tengo que ir por partes, ¿de acuerdo? —Artemisa la miró para que ella se animara y –por ende– prosiguiera— Lo más importante –en realidad– es la manera de desempeñarse en el aula; y las reglas peculiares que eso conlleva… ¿de acuerdo? —preguntó completamente nerviosa. Luego bufó cuando se dio cuenta de que NO LE QUEDABA OTRA….— Porque a pesar de que parezca que todos somos parte de lo mismo; cada uno TIENE ALGO DISTINTO, con sus VALORES Y FALENCIAS… ¡Pues por consiguiente, la secundaria debería reflejarlo: en lo bueno y en lo malo; más que nada en lo NEFASTO! ¡¿PORQUE A QUIÉN SIRVE QUE SE LO MIME SI AL FINAL LO “MALTRATAMOS”…. ES MEJOR DEJAR CLARO QUE EN LA ESCUELA UNO NO HACE LO QUE QUIERE: AUNQUE ESO NO QUIERE DECIR QUE HAYA QUE CUMPLIR LAS REGLAS TOTALMENTE……. Es decir, vos le podés advertir a los chicos. Decirles que “cuando se entre al aula hay que quedarse esperando a la profesora”; ahora bien, ES LÓGICO QUE NO CUMPLAN LAS REGLAS A ESA EDAD: no obstante eso es algo que no deberían –o no les convendría– no solo por el acto en sí; sino también porque los lleva a molestar al profesor… Del mismo modo, la diferencia está entre “pegarse” (entre los chicos) e insultarse “porque sí”; y –si bien se entiende que el comportamiento es de esperarse a esa edad–: eso NO QUITA que haya cosas que sí están mal (y otras que tal vez no tanto….) Entonces se hace una suerte de “dilema moral”. Y yo no sé si ustedes coinciden pues conmigo y en esto. ¡Pero yo creo que el reglamento se basa en una ATROCIDAD…! De todas formas, a veces los alumnos te exasperan: ¡Y YO NO PIENSO TENER QUE HACERME CARGO NUNCA MÁS…….! Como notarán en mi Linkedin o Facebook: soy “Directora de Materias Exactas” ahora mismo…. ¡Y ME PARECE QUE (siempre y cuando no “se vuelvan extravagantes”); Y CUMPLAN CON LAS REGLAS ESCRITAS EN EL PRESENTE REGLAMENTO: CADA UNO SE VA A PODER ACICALAR CÓMO QUIERA…….! —Hubo un silencio en el que nadie entendía esa palabra— ¡ES DECIR, QUE SE VAN A PODER PINTAR EL PELO…! ¡Pero SOLO si la DIOSA ARTEMISA lo acepta…….!
En ese instante Tamar levantó la mano consternada.
—¡Diga! —espetó la exprofesora sorprendida por la tan precisa interrupción.
—¡¿Y LO VA A HACER CON TODOS COMO SI FUÉRAMOS UN ROLLS?!
—¡SÍ! —respondió sin entender la referencia— ¡ESTOY VIEJA PERO IGUAL A MÍ ME GUSTAN LOS COCHES!
—¡¿POR QUÉ?! —“escupió” sin entender lo relatado.
Artemi subió al escenario; acto seguido, contestó:
—¡PORQUE NOS IMPORTAN LOS ALUMNOS Y NOS PARECERÍA INJUSTO; QUE A ALGUIEN QUE HACE TATUAJES NO SE PUEDA SE EXPRESAR….! ¡Ahora esto NO quiere decir que se vayan a aprobar las LOCURAS de todos… y MUCHO MENOS que una idea sea aprobada para todos…….! ¡CADA UNO VA A SER LO QUE LE CANTE CUANDO ASÍ SEA PERMITIDO: y NO POR ESO las excepciones rigen del mismo modo para todos! ¡PORQUE LA ESCUELA ESTÁ HECHA PARA APRENDER Y ENSEÑAR Y PUNTO!
—Desarrollando lo que vos nos expresabas Artemisa…. —acotó la Directora de un modo cortante— ¡Creo que todos y cada uno pueden mostrar necesidades distintitas al resto; aunque no por esto nos regiremos sin un Patrón Tópico! ¿Otra pregunta o estás de acuerdo con eso Tamar…?
—¡No, la verdad que a mí me parece que está mal: si se fijan en los estereotipos se re pierde la índole!
—Cuándo tengas una idea venís y me la contás……. —dijo la querida psicóloga enteramente impertérrita. Mi amiga se encojió de hombros y NO DIJO NADA MÁS….
—Como decía antes de ser interrumpida —continuó la exprofesora de matemática— ¡Cada uno se va a hacer responsable de lo que haga; aunque no por eso no sus padres también! ¡Si quieren un permiso, van a tener que ganárselo! ¡Y todo lo bueno o malo que hagan (en cada materia o proposición): va a ser tomado como un “filtro” sobre su reputación…! ¡Si hacen las cosas mal les va a ir mal; y si las hacen bien les va a ir bien…….! ¡No es como que va a haber un cambio de repente: el proceso es lento y MUY DIFÍCIL!
—¡Sí pero! —la interrumpió la psicóloga suiza— ¡Todo lo malo No va a ser tomado siempre y cuando les pase algo; y todo lo bueno tampoco cuando “estén súper bien”…….¡ ¡Porque si bien el cálculo consta del ESFUERZO y del PROGRESO, NO sabemos hasta qué punto solo una es suficiente! ¿Preguntas….?
Levanté la mano MUY DESESPERADA.
—¿Sí?
—¿Cómo van a hacer para estimar el “bienestar” de los alumnos? ¡Por mi experiencia con este el Inconsciente es MUY CONFUSO!
—Bueno… —musitó Artemisa impactada— Es por eso que va a haber un GABINETE SEXUAL: donde todos van a ser libres de preguntar lo que no sepan.
—¡¿Y SI NO SE ME OCURRE NADA, O ME OLVIDO DE ANOTARLO; O ESTOY TIRADA EN MI CASA Y ME VIENE ALGO A LA MENTE…….!
—Hay un grupo de Reddit en el que se va a tratar el asunto.
—¡¿Y SI LA PREGUNTA ES MUY COMPLEJA Y NO LA PUEDO FORMULAR?! —cuestioné segura de que no tendría una respuesta.
—Bueno entonces te entregamos “emociones en tarjetas”. ¡Cómo esta!
Una filmina apareció en la pared.
“Frustración”. (Tenía una imagen parecida al Mural de la Tristeza….)
—¡¿Y QUÉ HARÍAMOS CON UN “COMPLEJO DE SUPERIORIDAD”…?! —espeté determinada a dejarla sin respuesta.
—¡También hay filminas para eso!
—Puso otra diapositiva— ¡Con “Orgullo” y “Presunción” creo que ya es suficiente….!
—¡MIERDA! —contesté yo ya bien SACADA DE QUICIO— ¡ME PARECE QUE NO PUEDO ENCONTRARLE UN ERROR…….!
—Me permito proponerte el QUE VOS TE ANALICES.
—¡CUÁNTO ANTES! —espeté al saber BIEN lo que se venía…