Narra Carolina
Carolina: Nada importante.
Escuche hablar a Renata, Purre había interrumpido su conversación con Pilar. Solté el brazo de mi hermano y camine hasta sentarme al lado de Daniel.
Carolina: Hola! Lo salude. Purre se sentó a mi lado.
Daniel: Hola! Me sonrío dándome una mirada mirada. - Que guapa! Me dijo para luego guiñarme un ojo.
Quería abrazarlo y acurrucarme en él toda la vida, pero no es algo que pudiera decir como si nada. Sí él hubiera querido besarme lo haría hecho. Odie a Facundo por esa estúpida situación en la que me hizo entrar.
Santi y Fafa llegarán después, a nadie parecía importarle el drama que había ocurrido en la casa de Santi. De todas las maneras observe de reojo como Pilar hacía señas para que Facundo se sentara a su lado, no podía escuchar su conservación pero a los minutos los vi reírse. No pude evitar desviar mi mirada a Purre.
Carolina: Hey! Le hable. Sus ojos estaban concentrados en alguna parte del restaurante.
En cuando escucho mi voz me miró
Purre: Sí?
Carolina: Todo en orden? Le pregunté y él asintió. - Que pasó con.... ya sabes?
Miré hacia a donde Pilar estaba.
Purre: No estoy seguro
Carolina: Como que no está seguro, Purre? Te gusta? Pregunté sin más, aunque conocía su respuesta.
Purre: Tengo novia, Carolina.
Me dijo burlón.
Cuando cinismo en una sola una persona. Quise decirle algo más, pero la comida llego y todos comenzaron a hablar y reírse, yo disfrutaba mucho estar con ellos.
Quería decirle algo a Daniel, queria preguntarle si todo esta normal. Ho me había dirigido la palabra desde que lo salude, comenzaba a preguntarme si de verdad le agradaba.
Tomé mi teléfono y debajo de la mesa le envié una mensaje de texto.
" Quieres hacer algo después? "
Su teléfono sonó y lo observe leer a mensaje. Daniel levanto la mirada para encontrarse con la mía. Me sonrío y no pude evitar de reírme. Lo vi escribir una respuesta y la dos segundos llego.
Daniel: Me encantaría!
Entonces miré hacia otro lado ocultando una sonrisa boba.
Narra Purre
La cena termino y los chicos propusieran ir a la alberca, aún no eran tan noche entonces todos aceptaron. Todos excepto, Pilar. No parecía verse de buen humor cuando intenté convencerla. Dijo que se sentía cansada y que nos vería luego, observe su silueta irse por los pasillos del hotel.
Pensé un segundo y seguí detrás de Pilar. Estaba detrás de ella y la observaba caminar nerviosa, justo cuando estuve lo suficiente cerca para hablarle ella se giro y choco contra mí. Pilar chilló del susto y yo retrocedí unos passos.
Pilar: Qué te pasa? Me gritó. Tenía los ojos abiertos de par en par. - Por qué caminabas tan cerca de mí?!
Purre: Por qué te diste la vuelta tan repente? Eleve una ceja
Pilar: Yo... Pilar evito mi miraba buscando alrededor alguna excusa. - Estaba pensando en ir con los chicos a la alberca.
Purre: Ese es un vestido demasiado hermoso para solo ir a la alberca. Le dije. Vi en sus ojos esa diversión que le causaba cada le que decía algo hermoso, sus labios se elevaron en una pequeña sonrisa pero entonces agito la cabeza y me miro seria.
Pilar: Tienes razón, regrese a mi habitación. Ella se giró sobre sus tacones y siguió su camino. La seguí caminando a su lado, se detuvo a verme. - Qué haces?
Purre: Te acompaño?
Pilar: No he pedido que me acompañes.
Vaya humor
Purre: Que pasá?
Pilar: Solo deja de seguirme. Camino rápido lejos de mí.
Sin pensármelo salí detrás de ella, nunca en mi vida había seguido a una chica. Qué le pasaba?
Purre: Pilar! Grité mientras la seguía, estaba por entrar en el ascensor y tenía unos segundo antes de las puertas se cerrarán. Me pare a su lado a tiempo y ella suspiro. - Podrías explicarme que te pasa?
Pilar: No tengo porque hacerlo. Ella tenía la mirada fija en las puertas del ascensor.
Purre: Entonces te pasa algo
Pilar: No tengo ánimos, José. Deja así
Purre: Es por Facundo? Sigues molesta por eso?
Pilar: Por supuesto que no. Murmuro
Intente descifrar su mirada, solo estaba parada ahí a mi lado sin verme. Y actuando como una niña, durante la cena no me había hablado, su molestia era conmigo, la pregunta era. Por qué?
Las puertas del ascensor se abrieron y ella dio pasos largos lejos de mí.
Purre: Pilar, para! Le dije, mi mano rodeando su brazo para detenerla. Giró su rostro para verme con mucho enojo. - Tienes que dejar de actuar como una niña y explicarme que te pasa
Pilar: No, José. No "tengo que" hacer nada.
Suspire. El dolor de cabeza comenzaba a hacerse presente.
Purre: Bien, entonces. Podrías por favor explicarme que te pasó?
Pilar: Y por qué debería?
Dios, cuando drama.
Purre: Solo quiero que estés bien. La mire. - Si estás molesta conmigo por algo, bueno supongo que debería decírmelo
La observe morderse el labio con ansiedad, no había notado que aún tenía agarrado su brazo. La solté, ella siguió caminando hasta su habitación pero en vez de cerrarme la puerta en la cara como yo esperaba, me hizo un gesto con la mano para que entrara
Purre: Debo decir que pensé que eso me costaría un poco más.
Bromeé mientras me acostaba sobre su cama y la veía desde ahí, le guiñe un ojo y ella me dio la espalda.
Pilar: Eres insoportable. La vi caminar hacia la pequeña sala y la seguí.
Purre: Vas a explicarme cuál es tu problema conmigo, Chaparrita?
Me senté a su lado en el sofá pero ella no me miraba, así que me acerqué y tome su barbilla con mi mano obligándola a verme. Sus grandes ojos azules se asustaron y sonríe viendo como sus mejillas se tornaran rosas.
Pilar: Tu eres el problema! Me dijo dándome un empujoncito con el dedo en mi pecho. Me reí mientras ella se alejaba. - No tiene nada de gracia, El Purre.
Abrí los ojos de asombro, de donde conocía eso nombre mío?
Purre: Me has investigando, señora detective Pascual?
Pilar: No. Chilló y yo me volví a reír. Bueno, no sé cómo decírtelo
Purre: Decirme lo que?
Pilar: La última vez que discutimos fue porque nunca me dices cosas importantes sobre tí, lo recuerdas?
Purre: Sí, fue hace unas horas, Chaparrita
Pilar: Bueno pues eso. Cada vez descubro más cosas de tí, que tú no me has dicho.
Me miró entrecerrando los ojos.
Purre: Eso es todo?
Eleve una ceja
Pilar: Supongo.
Purre: Pues estás exagerándolo todo. Yo tampoco sé mucho de tí, recién nos conocemos. Recuerdas? Ella rodó los ojos. - Venga acá, chaparrita!
Me levante del sofá y camine hacia la puerta de su habitación, me detuve en la mesa donde estaba sus llaves, las tome y me gire para verla.
Purre: Vienes?
Pilar: De qué hablas?
Purre: Voy a invitarle a salir, y podrás hacer todas las preguntas que querías y yo las responderé
Ella se carcajeó
Pilar: Cuál es el truco?
Purre: No hay ningún truco, Chaparrita! Vamos te llevare a un lugar lo suficiente hermoso para ese vestido.
Le guiñe un ojo.
