Capitulo 38

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Narra Purre

Apreté lo que según yo era mi almohada entre mis brazos. Escuche un suspiro y sentí algo moverse, abrí mis ojos sin me importar mucho que la luz del día me molestara.

Casi me escapa una risa al verla ahí, estaba dejándome sin aire Pilar estaba de espaldas a mi y yo la abrazaba. Ella seguía dormida y mis planes no era despertarla. Se dio la vuelta, quedando frente a mí, parecía un bebe.

Lleve una de mis manos a su cara, pase ya yema de mis dedos por el contorno de su rostro, por su brazo, su piel era suave bajo mis dedos, podía pasar horas haciendo eso. En cuanto mi mano llego a la tuya, me detuve.

Qué estás haciendo, José?

Me aleje un poco con cuidado. Era la segunda vez que la veía dormir y me quedaba como estúpido, eso era mucho más de lo que pensaba soportar. Yo nunca dormía con las chicas, a excepción a Mili.

Deje de verla pero solo podía pensar en la noche anterior, sabía que había algo que estaba ocultándome, esa manera de el control de la situación, de besarme como si no hubiera mañana... había sido malditamente único. Mentiría si dijera que fue un beso y ya, Pilar me hacia sentir como si todo ese tiempo antes de ella hubiera yo estaba muerto y ahora ella me daba la vida de vuelta.

Quería más, pero comenzaba a tener miedo de que la cura fuera peor que la enfermedad. Quizás alejarme seria lo correcto.

Volví mi mirada a la chaparrita justo como la había pensado la vez anterior, ella no iba a cambiarme. Había trabajado mucho tiempo en la persona sin sentimentos que me gustaba ser.

Vi como Pilar abria lentamente sus ojos, en cuanto me vio se alejó de golpe y yo comencé a reír.

Purre: Buenos días hermosa! Murmuré y ella rodó los ojos.

Pilar: No sé como permiti que eso pasara.
La vi llevarse las manos en la cara. Divertidíssimo.

Purre: Qué dices? Ojalá todas las mañanas despertarme a tú lado.

Le regale una sonrisa llena de picardía y por una fracción de segundo observe un temor en sus ojos. Ya me había dejado claro que no era una chica tan romántica, pero, hasta qué punto?

Pilar: Guarda el romantismo para tus chicas, Purre.
Me dijo con total desinterés

Purre: Chicas? Eleve una ceja.

Pilar: No voy a fingir que esto no está sucediendo. Ella hablaba con total fluidez, no le importaba nada y eso me podia mucho. - Este eres tú... la que se dejó llevar soy yo, y no puede volver a pasar, dale?

Purre: Estas segura de que eso es lo que quieres? Acerqué mi cara a la tuya.

Pilar: Tú crees que no conozco a muchos como tú? Ella susurro sobre mis labios. Esa firmeza en sus aciones me encantaba. - Hay una chica allá fuera pensando en ti, Purre. Puede que esto sea solo diversión para ambos, pero no para ella.

"Diversión para ambos?" Qué clase de perfección era Pilar Pascual?

Ella se levanto de la cama y camino al baño, me dejo con todas las palabras en la punta de la lengua. Había querido tanto mostrarme a mi mismo que podía quitarle la cordura y justo ahora cuando pensé que lo había conseguido parecía que ella era una roca.

Me levante rápido y como no, la seguí al baño, me quede en la puerta viéndola, ella estaba cepillándose los dientes en el lavabo.

Purre: Pili, Mili y yo no tenemos una relación real.
Escupí sin pensarlo.
Quién te pidió alguna explicación, Purre?

Pilar me vio a través del espejo frente a ella. La vi enjuagarse la boca para luego girarse a verme.

Pilar: Explícate

Purre: Bueno, cuando conocí a Mili yo tenía vienteun y un año trabajando para Florencia. Ella estaba siendo la sensación, y yo también. Comencé a explicar, no tengo idea porqué, pero ya era tarde para dar pasos hacia atras. - Trabajamos juntos en unos comerciales, dijeron que la química entre ambos era espetacular. Me reí, - No voy a negarte que al principio me parecía genial, ella es una chica guapa y divertida, comencé a salir y nos besamos en público, fuimos a las fiestas juntos y no me di cuenta, pero estábamos en entrevistas, en portadas de revistas, en todos los malditos lados. Florencia básicamente esta nos pagando para salir juntos.

Pilar: Entonces.... es puro trabajo? Ella elevo una ceja.

Purre: De mí parte sí.

Pilar: No lo entiendo.

Purre: Eso de " tener una relación" se volvió beneficioso para Florencia, Mili esta enamorada de mí. Pero yo no siento lo mismo por ella. No es complicado.

Pilar: Ella no entiende que es puro trabajo? Pilar comencé a caminar hacia mí

Purre: Exacto, no lo entiende. Yo creí....que quizás con el paso del tiempo me enamoraría igual.

Pilar: Pero no paso.. Ella entrecerró los ojos. - Por eso todos los engaños, ella no te importa.. , por eso no tienes problema con llevar a tu cama a todas las chicas que te pasan en frente.

Purre: No, ella me importa sí. Rodé los ojos, qué clase de monstro todos pensaban que yo era? - Milagros me conoce de los pies a la cabeza, me ha apoyado en muchas cosas, le tengo cariño, pero no de la forma que ella quisera.

Pilar: Sí ella realmente te importa ya le hubiera dejado las cosas claras. No soy esa clase de chica, sin ofender. Yo ya me hubiera ido por mí propia cuenta. Pero ya que ella no hace, por qué no la dejas? No es cierto eso.

Purre: No puedo. Suspire cruzándome de brazos, ella estaba parada justo frente a mí. - Es trabajo.

Pilar pareció entender lo que mis palabras significaban, arrugo la frente y luego volvió a verme.

Pilar: Bueno, entonces eso nunca paso. Dijo, paso a mi lado y siguió su camino de regreso a la cama.

Purre: Espera, qué? Me gire para seguirla.

Pilar: No sé que piensas de mí, Purre! Pero creo que lo mejor que podemos hacer es olvidarmos del tema de los besos... y ser amigos, ya sabes, lo normal.
Ella estaba a espaldas de mi hablando, había puesto su maleta sobre la cama y estaba sacando ropa.

El hecho de que no le importaba ni un poquito me desconcertó totalmente, así que me acerqué a ella, la tomé del brazo y la hice girarse hacia mí.

Purre: No puedes decirme que vas a olvidarte de anoche fácil así.
La mire en sus ojos azules parecían tan inexpresivos.

Pilar: Nunca me he vuelto loca por un chico, tú no vas a ser el primero.
Se burló.

Purre: Pruébame. Sonreí, ella suspiro.

Pilar: Qué quieres de mí por Dios?

Purre: Que aprendas a dejarte llevar

Pilar: Creo que yo ya demonstre que sé dejarme llevar.
Ella sonrío con aires de superioridad.

Purre: Entonces ahora déjame demostrarte a vos...
Susurre, nuestros rostros estaban tan cerca, tenerla así de cerca era emocionante, todos los escenarios posibles me gustaban.

Pilar: El qué?

Su voz apenas había sido audible, el miedo en su mirada volvía aparecer, me estaba matando no tener idea de lo que pasaba por su cabeza todo el tiempo. Pero en ese momento supe que todo era una pared que ella pretendía poner entre ambos, estaba haciéndose la dura otra vez, y yo pensaba botar esa pared con mucho gusto.

Purre: Esto! Murmure, antes de juntar sus lábios a los míos en un beso.

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