Capitulo 72

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Narra Pilar

El camino fue lo siguiente de incómodo, Purre caminaba a mi lado con un cigarrillo en la boca, soltando un humo de cuyo olor quería quejarme pero no tenía tanta valentía.

Enredaba y desenredaba mis dedos en la tela de la chaqueta que llevaba sobre los hombros, evitando ver de reojo al chico a mi lado. Y preguntándome que se suponía que iba a hacer.

Tenía un plan, solo que en mi plan no había incluido las palabras, porque según yo esas cosas debían surgir. Cuando estuvimos parados frente a la frente trasera de la academia supe que las cosas no iban a surgir tan fácilmente.

Purre: Pensé que dijiste que íbamos por tomar algo.
Me dijo y volví a verlo. Por un segundo quise sonreír, lo único que iluminada era su rostro era la luz de la luna. Y la del farol de la calle. Pero lo de la luna sonaba más romántico. Purre era tan atractivo y quería odiarlo por eso.

Pilar: Y a eso vamos.  Dije y busqué en los  bolsos de mi chaqueta la llave maestra. - Hay algo que quero mostraste ahí.  Me paralice y mi corazón saltó de felicidad cuando vi la sombra de una sonrisa en sus labios. Pero al parecer bastaron unos segundos para que él arrepintiera y volviera su rostro serio.

Ignore el vacío en mi corazón y me dispuse a abrir la puerta.

Purre: Haces eso a menudo?
Me pregunto desde afuera mientras le hacía señas para que entrara.

Pilar: Lo que, exactamente?

Purre: Entrar en la noche a escondidas en tu academia. Me dijo de mala gana, mientras me seguía. - Además, de dónde has sacado una llave?

Pilar: Quizás yo soy amiga del vigilante
Le dije y él asintió

Obviamente el lugar estaba a oscuras caminábamos con la luz de los teléfonos intentando ubicarnos. La puerta por la que habíamos entrado era la puerta hacía la bodega de instrumentos, al salir del ese salón tendríamos al acceso libre a toda la academia. En aquel momento el corazón me latía a mil por hora y intentaba apegarme a mi plan lo más que podía.

Purre: Mierda.
Lo escuche murmurar mientras yo intentaba encender las luces del salón al que habíamos entrado.

Pilar: Sucede algo?

Purre: Nos han visto salir juntos.  Me explico y yo solo me asombre. Ojalá yo trabajara tan rápido como esa gente.

Pilar: Eso no me importa ahora! - Bingo!
Había encontrado la luz

Purre entrecerró los ojos, claramente molesto por la luz, al final del salón se encontraba mi lugar favorito de las últimas semanas.

Purre: Un escenario? Pregunto con una ceja alzada y yo solo asentí.

Camine sin esperar que él me siguiera. Cuando llegué al pequeño escenario, me senté al borde y respire hondo.

Purre: Hace tres semanas una disculpa hubiera sido suficiente. Lo escuche decir y me asuste. Eleve la mirada para encontrarme con sus ojos oscuros viéndome con seriedad, Purre estaba parado frente a mí.

Pilar: Lo sé. Murmure. - Pero también sé que ahora ya no es suficiente.

Purre: Ahora nada es suficiente, Pilar.
Aquellas palabras entraron directo a mi corazón, hicieron una nueva grieta luego tendría que reparar.   - Me hiciste creer que no me quería, aún cuando tus ojos me decían todo lo contrario, hice todo lo que pude y tú te aferraste a lo que ahora tienes. Te he seguido hasta aquí porque soy un imbecil. Pero deberías irme ya.

Pilar: Purre. Balbuceé, un poco paralizada por sus palabras.   - Vas a arrepentirte más sí te vas y nunca escuchas lo que tengo para decirte.

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