Narra Pilar
Desde que regresamos de Barcelona estábamos más cerca el uno del otro, las peleas no eran tan frecuentes, pero ... ver a Mili allí entre nosotros no me hizo sentir la mejor persona por haber besado a tu novio.
Pero tampoco mando en mi corazón, ni él. Solo querían que las cosas fueran más fáciles.Ahora Purre insistió en que quería enseñarme a nadar en el mar. Fuimos a la playa juntos era en el momento que me olvidaba de todo que estaba en mi cabeza.
Pilar: Eso no está funcionando, Purre! Le dije, revise que mis pies estuvieron todavía en la arena y no el agua y reafirme mi mano sobre su pecho para mantener la distancia. Mentiria sí no dijera que el tacto con su piel quemaba pero pensaba ignorarlo hasta donde pudiera.
Purre: No seas una nena Pilar! Me dijo riendo.
Pilar: Yo soy una nena, Purre! Ya vámonos, el mar no es para mí.
Purre: Venga, si es como una piscina.
Lo mire, eso no era nada como una piscina, no iba a enseñarme a nadar en el mar, eso no iba a suceder, las olas me arrastraban y me hacían caerme de bruces en la arena, tenía ganas de salir corriendo.
Purre: Buceamos una vez, no lo recuerdas?
Me pregunto y yo arrugue la frente.La única razón por la que no había entrado en pánico esa vez fue por él, porque me sostuvo la mano todo el tiempo y no me dejo sola, algo en su mirada me tranquilizaba. Me daba pena solo pensarlo, horriblemente cursi.
Pilar: Dale, dije riéndome. - Cómo aprendiste tú?
Purre sonrío. Esa clase de sonrisa pícara que él hacia cada que por su cabecita pasaba algo que a mí no me iba agradar. Suspire y me preparé para lo que venía.
Hizo un movimiento rápido, él me atrajo a él, haciendo chocar su cuerpo al mío y luego me cargo como si fuera un saco de papasse. Y claro que yo no paraba de gritar.
Él comenzó a caminar hacia las olas y ya no podía dejar de patalear para que soltara.
Purre: Cuando te baje te agarras de mí.
Me dijo, y no tuve tiempo de quejarme porque segundos después me encontraba tragando agua salada.Intente salir del agua y pararme para buscarlo pero otra ola me golpeó, ahora solo tenía agua salada en la boca también arena. En cuando saque mi cabeza del agua lo vi sonriendo y aunque quería ir y matarlo nade como pude hacia él y me aferré a su cuello.
Pilar: Esta me la vas a pagar. Escupí
Purre: No deberías hablarle así a la persona que está sosteniéndote en medio del mar.
Me dijo con burlaPilar: Me dejaste caer sola! Chillé - Pude haber muerto ahí mismo.
Purre: Pili por favor! Él rodó los ojos, las olas nos hacían movernos de un lado a otro, pero yo estaba aferrada con las manos a sus hombros y no pensaba soltarme. - Yo no dejaría que nada malo te pasara. Sonreí.
Después de un ratito salimos del mar, nos volvimos al hotel yo y el teléfono de Purre no paraba de sonar ni un minuto, lo mire.
Narra Purre
Odiaba revisar mi teléfono porque siempre tenía muchas mensajes y cosas en las redes sociales, pero esa vez sentí la necesidad, porque no dejaban de caer notificaciones de la misma página de farándulas así que me decidi a verlo.
Pilar: Seria una lástima que alguien te tirara al agua con todo y su teléfono.
Escuche Pilar decir y yo me reí. Estábamos sentados en la borde la piscina del hotel ahora.Seguí revisando mi teléfono hasta que vi lo que menos quería ver.
" Mierda. Sussurre viendo la noticia.
No tenía idea de como, pero alguien había logrado tonarnos una foto mí y Pilar besándonos frente a aquella catedral en Barcelona. Y ahora estaba por todo el internet. Casi me exploda la cabeza, estaba pasando por lo mismo de siempre, quería tirar con mis propias manos el teléfono al agua.
Tenía que hablar con Mili, ella no podía verlo antes de que yo le diera una explicación.
Pilar: Qué paso, Purre? Escuche la voz de ella y volví a verla. - Te ves pálido.
Purre: Lo arruine todo otra vez. Murmure, le enseñe la pantalla de mi teléfono y ella abrió los ojos de par en par. - Tengo que irme.
Pilar: Espera! Ella me tomo del brazo.
Purre: Qué Pilar?
Dije un poco malhumorado. No era su culpa, claro que no. Pero estaba molesto con todo el mundo.Pilar: Lo siento.. ándate! Me susurró soltando mi brazo. Me salí de la piscina lo más rápido que pude.
Purre: No es tu culpa, es mía.
Pilar: Está bien, avísame cualquier cosa.
Asentí con la cabeza y salí de ahí.Corrí hasta que la encontré saliendo del hotel.
Purre: Mili! Grité antes que ella pudiera subir al taxi que seguramente iba a llevarla al aeroporto.
Ella termino de guardar su bolso en el taxi, y su cara no era buena. Lo supe que ya sabía de todo. Me desconcerto verla ella así, no era eso que tenía que suceder.
Mili: Qué quieres, Purre? Me pregunto.
Purre: Que arreglemos eso Mili.
Mili: Oh José, si te queda un poco, solo un poquito de cariño por mi. Te pido que me dejes ir, por favor.
Una lagrima cayó por su mejilla.Yo era así. Y no había mucho que pudiera hacer para cambiarlo. Me sentía mal al hacerla pasar por todo eso pero no tenía opción. Florencia iba a obligarme a volver tras de todas las formas.
Purre: Florencia... comencé a decir pero ella negó con la cabeza.
Mili: Yo sé lo diré. Ella elevo los hombros y yo me quede sin compreender nada. - Se que piensas que esto solo por el bien de Florencia por no es así. Ella... me quiere. Cuando nos conocimos le llore como una cría, porque ella me ayudaba a conseguir todo lo que quería, y quería a vos, Purre.
Ella me sonrío y fue como una puñalada.Purre: Era un capricho. Murmure
Mili: Si lo quieres ver de esa manera. No me importa ya, voy a acabar con esto de una vez.
Purre: Y sí... ella me deja? Pregunte. Era egoísta, lo más egoísta que había actuado en mi vida, pero había aprendido a ver por Carolina y por mi antes que nada, y pensaba seguir haciéndolo.
Mili: Lo siento, pero no es mi problema. Pasaste tanto tiempo dándole la espalda al amor por miedo a que arruinaría su vida... mira, y es todo lo que sucedió.
Purre: No estoy enamorado de ella.
Mili: Shh!! Ella me callo. - Deja de preocuparte tanto por todo, Purre. Te mereces ser feliz.
Mili se acercó a mí para darme un beso en la mejilla y luego se fue. No había nada que yo pudiera hacer o sentir. Pero estaba enojado, enojado por todo.