Narra Pilar
Pilar: Bien acá viene la doctora Pascual, otra vez. Me burle de mi misma mientras me sentaba a su lado en el sofá.
Busque en el botiquín que había sacado del baño, un poco de alcohol y algodón, en realidad no había mucho más y tampoco es que yo supiera ocupar otra cosa que no fuera alcohol y algodón. Purre estaba sentado a mi lado quejándose del dolor de cabeza "más horrible del mundo" según sus palabras.
Purre: Estoy muy bien no necesito nada de eso.
Murmuró de mal humor. Solo el sonido de su voz me hizo ponerme torpe, desde lo ascensor no había pronunciado otra palabra, era un momento incomodo tras y así.
Pilar: Tu me llamaste, si te parezco una molestia deberías comenzar a reconsiderar mi amistad.
Dije con drama, tenía el algodón empapado de alcohol pero no estaba segura de poder acercarme a él sin derretirme o algo.
Purre: No seas loca! Lo vi, tenía una pequeña sonrisa en la boca y los ojos más achinados de lo normal, se veía muy mal, pero muy bien a la vez... Que mierda, Pilar! - No hay nadie más con quien quisiera estar.
Dijo con burla y yo rodé los ojos. Aún ebrio era un idiota.
Pilar: Bueno, voy a curar esas heridas y luego vas a tomar una ducha.
Me acerque a él con el algodón en la mano.
Purre: Qué dices, una ducha juntos?
Me dijo mientras presionaba el algodón en su ceja, me negaba a ver más abajo en su rostro, sabía que iba a morirme.
Pilar: No.
Dije con seriedad, incluso yo me sorprendí de lo bien que estaba manejando la situación.
Él no dijo nada más, me esquive su mirada todo el rato que limpia la sangre de su rostro, sabía que él estaba atento en mí, podía sentir su mirada en cada uno de mis movimientos pero decidí ignorar la sensación que eso me causaba.
No sabía nada cerca de la situación con Mili y aunque debería haber estado preocupada en realidad no podía parar de pensar en él.
En cuanto termine guarde las cosas y regrese el botiquín al baño, regrese a su lado y lo vi con los cerrados. Tenía la cabeza apoyada en el respaldo del sofá haciendo que su rostro estuviera viendo en dirección del techo.
Purre: Arruine todo.
Dijo sin que yo le preguntara nada.
Pilar: Hablaste con ella?
Fui directa, ambos sabíamos a que iba el tema y aunque él seguía ebrio esperaba que me contara que estaba sucediendo.
Purre: Se fue.
Pilar: Cómo se fue? Pregunte cruzando los brazos bajo el pecho. - A dónde?
Purre: A casa supongo. Él abrió los ojos y me miro. - Basicamente no quiere volver a verme.
Pilar: No lo entiendo. No se supone que le has sido infiel mil veces?
Purre: Es diferente ahora.
Eleve una ceja. Diferente? Qué tenía de diferente en un maldito beso?
Me senté al lado suyo nuevamente y lo observe, él no aprecia preocupado, más bien parecía cansado, un poco destrozado a decir a verdad.
Pilar: No entiendo que tiene de diferente. Dije y él comenzó a reírse.
Purre: Todos piensan que estoy enamorado por vos.
Sus palabras fueron una cachetada en la mejilla. Qué se suponía que iba responder eso? Enamorarse? Había llegado a pensar que Purre no era de sentimientos, en realidad pensaba que nos parecíamos en eso.
La Pilar normal que yo pensaba que era hubiera esquivado el tema, hubiera buscado alguna manera de cambiar el tema de la conversación y huir. Huir ante los sentimientos de los otros era mi fuerte, pero la curiosidad era mí debilidad.
Pilar: Y tú que piensas?
Pregunte en un susurro. Sus ojos me observaron con curiosidad, tenía el corazón en un hilo, odiaba que él causara eso en mi pero ya lo había aceptado, ya no me importaba.
Purre llevo su mano a mi mejilla y la dejo ahí para mi fortuna. La conexión entre nuestros ojos nunca desapareció. Quería indagar su cabeza y saber que rayos estaba pensando pero todo con él era un misterio, además estaba ebrio.
Purre: Yo pienso... Comenzó a decir. - Que quizás todo eso valga la pena sí tú lo quieres.
Una parte de mi quería fingir que no entendía sus palabras, pero claro que lo hacia. Sí yo quería? No sabía que esperaba él de mi pero estaba segura de que no podía dárselo.
Pilar: Vamos.. Dije levantándome. Extendí mi mano hacia él. - Toma una ducha, en cuanto estés ebrio podremos hablar.
Y con la promesa de algo que no pensaba en cumplir lo obligue a caminar hacia el baño. Fue difícil hacerlo entrarlo en la ducha, apenas podía mantenerse en pie.
Pilar: Puedes con eso? Pregunte. Él comenzó a sacarse la camisa, se quedó estacando con la camisa, dio uno paso hacia atrás y casi cayó al suelo. Me eché a reír. - Mañana me burlarle mucho de ti así. Le dije mientras me acercaba a él.
Le ayude a quitarse la camisa pero en cuando la camisa salió tu cabeza él me acorralo contra la pared de la ducha, me quede totalmente sin aire.
Purre: Eso es lo que tú crees. Me dijo en un susurro. Tenía su cara solo a centímetros de distancia, necesitaba tomar aire y me alejarme pero no moví ni un maldito dedo.
Pilar: Purre tienes...
Comencé a decir pero me calle. " Novia" no, Mili ya no estaba para ponerla como una excusa.
Purre: No tengo nadie, Chaparrita! Él se acerco un poco más, si no hubiera estado apoyada en la pared de la ducha, probablemente me hubiera caído al suelo de un solo golpe. Me agarre con una mano del pomo de la ducha. - Excepto claro, a vos.
Él me miro a los ojos, después a mi boca. Y luego me beso, sin más, y yo giré el pomo de la ducha. Agua cayó sobre nuestros hombros mientras nos besábamos, había querido hacer eso toda la noche y aunque no debía ahí estaba.
