Narra Pilar
Salí del baño con un atuendo diferente y vi a Purre recostado el en sofá de pequeña sala de estar.
Pilar: Cómodo? Le pregunté
Purre me miró y sonrío
Purre: Creo que este atuendo me gusta más que el otro.
En realidad yo llevaba lo mismo pero con otra camiseta.
Pilar: Eres muy coqueto, José! Le dije. Eres así con todas las mujeres a tu alrededor o yo debería sentirme halagada?
Purre: Pascual, el espejo debería sentirse halagado de poder ver tu rostro.
Mi garganta se quedó atorada, aquello no lo había dicho con ningún tono de picardía en su voz, había sido solamente un cumplido, uno bonito realmente.
Pialr: Hay que regresar abajo. Le dije
Purre: Claro!
Se levanto y salimos de mi habitación.
Tomamos el ascensor y mientras caminábamos hacia área donde estaba la fiesta, el teléfono de José sonó, él se alejó un poco para tomar la llamada y yo lo espere.
Pilar: Todo bien?
Pregunté cuando regreso a mi lado
Purre: Más que bien. Ven, tiene que ver eso.
Me tomo del brazo y camino rápido hacia el hotel. Llegamos a recepción y salimos a la calle frente la entrada principal.
Un hombre estaba en una moto esperando a José, ellos hablaran y luego el otro hombre se fue, dejándole las llaves de la motocicleta.
Purre: Chaparrita, presentó al único y verdadero amor de mi vida.
Me reí. Era una moto muy bonita, negra. A decir la verdad, me asustaba un poco.
Pilar: Segura que pagaste mucho para que la trajeran acá. Le dije
Purre: Supongo que mi jefa lo paga, quieres dar una vuelta?
Pilar: José, tengo que regresar a la fiesta, mis amigos están esperándome.
Purre: Vale, vamos. Me dijiste que querías que este fuera el verano de tu vida. Te llevare a un lugar que te encantaría, en serio.
Lo miré uno segundos. Sentía la adrenalina en el aire, había una gran parte de mí gritando que no lo hiciera, sin embargo...
Pilar: Está bien, vamos!
José sonrío y me pasó un casco.
Purre: Debes sujetarte fuerte. Me dijo cuando estaba sentada en la moto. No estaba segura de lo que hacia, pero abrace su cintura y dejé llevar.
El aire me pegaba fuerte en el rostro, iba demasiado rápido, pero en definitiva era muy divertido, me reía en las curvas y podía verlo a él sonreír en el retrovisor. No tenía la más mínima idea de hacia dónde íbamos.
Y ahí estaba yo, con alguien praticamente desconocido, viajando en una moto, hacia un lugar que no conocía.
Solo es mi primer día de vacaciones.
Purre: Llegamos!! José paro la moto frente a un muelle. Estábamos en medio de la calle en la que no había ningún alma, el mar frente a nosotros pero no había playa en la cual sentarse, solo el muelle vacío y unos cuantos barcos pequeños atados.
Pilar: En realidad es muy bonito.
Purre: Te dije que gustaría. Me gusta venir aquí en las noches. En el día hay mucha gente vendiendo cosas, también es muy bello.
Pilar: Hace cuantos años que vienen aquí?
Caminábamos hacia el borde.
Purre: Este es el tercero.
José se sentó en el borde del muelle y palmo la madera a su lado para que me sentara junto a él.
Pilar: Y vienen acá porque les gusta mucho, o es parte de trabajo?
Purre: Mmm un poco de ambas.
Estaba sentada al lado de él observándolo , pero no me miraba, estaba viendo el mar. Aún de perfil era muy guapo.
Pilar: Por qué?
Giró el rostro para verme y sonrío
Purre: Eres muy curiosa, Chaparrita.
Pilar: Ajá, no tiene idea. Me reí. - Cuéntamelo todo!
Purre: Mi jefa es muy exigente, por el medio en el que vivimos en cualquier momento alguna empresa pude necesitarnos. Ibiza es hermoso y una hora podría estar de regreso en Madrid se lo me necesita.
