Capitulo 21

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Narra Santiago

Cuando llegamos al hotel que Purre le envió la dirección, escuchamos unos gritos de Purre y Pilar.
Ahora Renata ya estaba adentro del taxi con Pilar.
Pilar estaba recostada en Rena, se miraba muy mal. No estaba seguro de lo que tenía pero ardía en fiebre.

Santiago: Estas segura de que no quieres que te vea un doctor? Pregunte y ella nego con ela cabeza.

Renata: Seguramente es solo una gripe. Dijo Renata, ella estaba acariciando el cabello de Pilar intentando tranquilizarla. - Se pone así cuando tienes gripes muy fuertes.

No terminaba de entender el porqué de la pelea. Por que estaban gritando feito dos locos? Que hacían en aquel hotel?

Mire a Renata, se le notaba preocupada. No estaba seguro de sí preocuparme o no por Purre, todos conocíamos sus problemas de enojos pero hace mucho tiempo lo no escuchaba discutir con alguien así.

De todas las formas le escribí una mensaje, era mi mejor amigo. Se supone que debería ter quedado con él, pero corrí detrás de Renata como un bobo pensando que ella necesitaba mi ayuda.

" Lo siento, llevo a las chicas al hotel. Quieres que te vea después? "

En menos de lo que esperaba estábamos de regreso al hotel.

Renata: Estará bien!

Renata salió de la habitación de Pilar hacia el pasillo donde estaba yo esperándola.

Santiago: Ella te explico lo que pasó con Purre?
Renata: No, pero creo que es bastante obvio.
Santiago: Debe ser un malentendido, Purre tiene problemas de enojo a veces. Estoy seguro de que no quiso ser tan grosero.
Renata: Sí tú lo dices!

Narra Facundo

Estacione la camioneta frente el hotel que me indicaba al mapa en mi teléfono y miré el lugar. Mili no paro de hablar todo el camino hasta acá.

Era un hotel un poco antiguo con una mala pintura, no parecía un lugar a que Purre iría.

Facundo: Me esperas acá? Miré a Mili.
Mili: Claro!
Facundo: Bien, ya vuelvo!

Baje de la camioneta lo más rápido que pudiera, antes que ella decidiría acompañarme. Cuando llegué a la habitación que estaba, abrí la puerta y encontré a un Purre enojado.

Purre: Sí vienes a darme un sermón puedes irte, por donde viniste.
Lo miré, había tocado unas tres veces la puerta antes de entrarme. Se miraba muy cansado.

Facundo: Qué te pasó? Le pregunte
Purre: Mmmm. Él se restregó los ojos. - Pilar tuvo fiebre toda la noche, no he dormido nada.

Facundo: Y como terminaran en ese hotel? Eleve una ceja no estaba seguro de querer oír esa respuesta.

Purre: La invite a salir ayer, después de cenar. Fuimos a un bar cerca de aquí, y ella se desmayó en un momento de la noche. No sabía qué hacer.

Facundo: Y por qué discutieron?

Purre: Porque soy un imbecil.
Él rodó los ojos y yo me reí. Lo bueno que él sabía de eso.

Facundo: Bueno, tengo una sorpresa para tí, que seguramente no te gustara.

Purre hizo una mueca de disgusto y a regañadientes salió de la habitación para caminar conmigo hasta la camioneta.

Mili: Amor! Ella salto de la camioneta en cuando lo vio, le dio un gran abrazo y un beso en los labios.

Purre: Quiero ir al hotel, necesito descansar.
Mire Purre, podía ver en tu ojos la súplica para que la quitara a Mili de encima.

Deje a Mili en tu hotel sin preguntarle si quería ir ahí o seguir con nosotros. Purre se hacia dormido en la parte detrás de la camioneta, en cuanto ella bajo y camino hacia la frente del hotel. Comencé a reír fuerte de su cara.

Facundo: No puedes fingir quererla pero sí hacerte dormido, eh.
Lo miré por el espejo retrovisor, él comenzó a reírse.

Purre: Sí la quiero, no seas tonto. Lo observe cerrar los ojos. - Es solo que es complicado, tenemos maneras diferentes de demonstrar cariño.

Asentí con la cabeza fingiendo que le creía y seguí manejando.

Purre: Sabes algo de Pilar? Me pregunto

Facundo: No, creo que vas a tener que averiguar tú mismo

Purre: No, al menos hoy. Él suspiro. - Estoy seguro de que no quiere volver a verme.

Narra Pilar

Después de tomar una ducha y ponerme ropa cómoda todo se sentía mejor. Mucho mejor. Pedí comida al servicio a la habitación y me envolví en las sabanas.

Necesitaba dejar de sentirme tan afectada por las palabras de Purre. Yo tampoco estaba interesada en él, y no quería que él estuviera interesado en mí. Es más, todo lo que había dicho era una estupidez, yo nunca quise insinuar que él tenía interés en mí. Claro que no!

Escondi mi cara en la almohada y gruñí.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpió mis pensamientos, observe a Daniel entrar con furia en la habitación, bastaron un par de segundos para que estuviera sentado a mi lado en la cama sosteniendo mi rostro entre sus manos y observándome de un lado a otra, en búsqueda de algún daño.

Pilar: Estoy bien!
Murmure rodando los ojos.

Daniel: No te creo nada.
Él me miró serio.

Entonces me lancé a sus brazos y él me abrazo con fuerza. Quería lloriquear. Odiaba enfermarme, odiaba estar vulnerable y odiada haberle dado a Purre a oportunidad de gritarme de esa manera. Daniel me obligó a contarle todo lo que había pasado.

Daniel: Eres un idiota! Daniel tomó una papa frita de la comida que había llegado hace unos minutos.

Pilar: Claro que lo es! Dije. - No quiero volver a verlo.

Daniel: Será difícil teniendo en cuenta nuestro nuevo círculo de amigos
Pilar: Bueno entonces no saldré con ustedes y ya.
Daniel rodó los ojos

Daniel: No seas boba, Pili! Por lo que dijiste tú también fuiste un poco loca con él, creo que deberían hablar.

Pilar: No lo creo!

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