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Sebastián luego de terminar con su aberrante acto hacía el chico que según el tanto amaba, decidió hacerlo sufrir un poco más, ese aire de grandeza y masoquismo sin duda le exitaba, adentrando al chico en un sótano que se encontraba dentro de la residencia

La entrada al sótano sin duda era espeluznante, se podía observar cadenas, fotografías que el había tomado del chico cuando aún era pequeño y otras más que no eran de su pertenecía pero sin duda era parecido al chico, al "pequeño angel", juguetes sexuales, látigos de diferentes tipos y formas. Pero además de eso, había una puerta extrañamente cubierta que estaba alado de un estante.

Dejó al pobre chico encadenado de una de sus piernas y con una cadena alrededor de su cuello que soltaba descargas eléctricas solo en caso de emergencia, además de una pequeña manta que cubría su pequeño cuerpo.

Lo dejó y con pasos rápidos cerro la puerta de este sótano dejando una fuerte presión en su pecho que denotaba su arrepentimiento, un poco por lo que le hizo, pero se lo merecía tenía que aprender.

Pasado el tiempo Alex comenzó a moverse, dando una estrepitosa sacudida que levanto el dolor en sus caderas de manera intensa.

-No...por favor...no es posible.-El líquido seminal bajaba de sus piernas.
"Me violó...ese tipo...abuso de mí"

Al tranquilizar sus sentidos se fijó que estaba en un lugar distinto, parecía ser un sótano, tenía la pinta de serlo, sucio, desordenado. Pero estába lleno de objetos muy morbosos, que el solo mirar hacía que el corazón del chico comenzará a bombear de manera acelerada, su medio comenzaba a consumirlo y las ganas de escapar aumentaban, ese tipo llamado Sebastián era un ser asqueroso, lo repugnaba, era un maldito loco, el hecho de encadenarlo solo lo desesperaba cada vez más, en su imaginación podría encontrar varios escenarios y ninguno de ellos era bueno...¿Acaso moriría ahí?

-No...no me dejaré vencer por esto, tengo que salir de aquí.

La mente del chico estaba perdida pero sabía que no debía rendirse, aunque esto le costará tener que manchar su manos de sangre, con tal de conseguir su libertad nuevamente, trataba de observar alrededor de si, a la búsqueda de encontrar algún objeto que logrará ayudarlo de las cadenas que lo apresaban.

Al detenerse repentinamente, luego de escuchar pasos sonoros encima de el, para luego observar como abrían la puerta, observando al hombre que tenía una sonrisa en su rostro.

-Al fin despiertas cariño...-Dijo el hombre bajando las escaleras lentamente-¿Qué te sucede?...¿Tienes miedo?

El chico mantenía la mirada en alto mientras expresaba su disgusto y tristeza con esta.

-Yo...quiero salir de aquí...déjame ir por favor...

-No cariño...no estás solo, estás conmigo.-Dijo este aproximándose

-No ¡Aléjate, no quiero que me toques!

Aquellas palabras, provocaron que el semblante de Sebastián cambiará a uno más serio, arrastrando el tobillo del chico con rudeza.

-Aunque lo desees no podrás alejarme de ti

-¡Ahhhhh! me duele por favor, déjame te lo súplico.-El chico comenzó a llorar, mientras trataba de cubrir su rostro.

-No pequeño recuerda que eres mío -dicho esto, comenzó a morder uno de sus pezones, mientras que con su otra mano jugaba.


-Po-r f-av-or ¡PARA! -Al notar la negativa del menor tomo el saco que llevaba puesto y amarro sus manos con este.

Las manos del hombre, comenzaban un descenso por el vientre del chico, hasta introducir uno de sus dedos en el interior del pequeño, los quejidos no se hicieron esperar el chico estaba sufriendo.

-¡Ah!...¡no!-El volumen de su voz comenzaba a incrementarse, así como las lágrimas en su rostro

La desesperación de sus gritos enfadaron a Sebastián quien comenzó a propinar golpes en el chico que trato en lo posible de cubrir pero los golpes era rápidos, anodando sus sentidos.

Para luego voltear al chico y con una mano en la cintura de este comenzó a embestirlo de manera brusca mientras retorcía sus pezones con la otra.

-Agh...no...por favor..de-detente-Sus codos rozaban el suelo siendo lastimados en el acto brusco del hombre

-Intenta decirme "cariño" tal vez trate de ser más suave contigo-Luego de un momento inserto su miembro con fuerza -¿Y bien?

-Ah...Ca-cariño de-detente-El chico rogaba que se detuviera pero en cambio, las embestidas comenzaron de nuevo y con más rapidez-Ah...ah ah no... Ah detente

Su cuerpo no resistía más, su vista comenzaba a nublarse nuevamente, mientras el hombre salía de su interior, dejando al chico desnudo y mal herido. Sin portarme nada más el hombre dijo

-Te amo...

El chico trato de voltear su cuerpo mientras ejercía fuerza para liberar su brazos del saco que lo apresaban. Para finalmente observar la heridas en su cuerpo, sus brazos y rodillas estaban lastimados mientras que en sus partes bajas el semen y la sangre escurrían de su interior, soltaba lágrimas mientras sus quejidos aumentaban para luego quedarse dormido.

Secuestro M- pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora