Secuestro M- preg

4.

Alex tenía hambre y Sebastián quería compensarlo y que mejor que con un gran trozo de pastel de chocolate, y con un vaso de jugo de fresa, lentamente subió con la bandeja las escales hasta llegar a la puerta, tomo un poco de aire e ingreso, fue el momento en el que logro observar las lágrimas del chico,mientras las manos de Alex no paraban de moverse y agitarse.

-¿Te encuentras bien?-Pregunto Sebastián

-Ss-i...yo solo...nada-Dijo Alex mirando como Sebastián dejaba la bandeja en su velador y acercaba su mano.

-P-por favor n-no me toques

-Tranquilo no lo haré.-Su tono de voz comenzaba a mostrar lo irritado que estaba.-Es mejor que comas

Alex con un poco de desconfianza y temor se acercó a la bandeja y agarró el vaso que contenía el jugo, su cara mostraba una ligera sonrisa, que segundos después fue transformada en ligeros sonidos de lamento y angustia.

-Es mejor que te apresures-Dijo Sebastián tratando de no sonar muy severo, lo cual resultó ser todo lo contrario puesto que al ver como el chico cambiaba su expresión y ver como el vaso caía y se rompía a pedazos , provocó que el pequeño rápidamente se agachara y con sus manos desnudas tomará los restos del vaso mientras decía.

—Y-o lo siento no era mi i-intención no qu-ería ha-cer-lo pe-rdoname, no lo ha-ré de n-uevo yo lo li-mpiare, lo la-mento mucho

—No tranquilo mi pequeño yo lo recogeré -se agachó rápidamente con una fuerte tristeza mientras recogía los restos de aquel vaso— Continua comiendo el pastel mi pequeño enseguida regreso

Sebastián salió de la habitación después de limpiar los restos de aquel vaso mientras que el pequeño tomaba entre sus manos aquel delicioso pastel y lo comía con lentitud mientras saboreaba este, luego de terminar espero escuchar algún tipo de sonido por parte de aquel sujeto, pero al no oír nada se sintió un poco confiado en salir, encontrando que la puerta abierta así que salió con cuidado de no emitir sonido y al mismo tiempo buscaba algo que le pudiera servir para liberarse del collar que apresava su cuello, pero tal sería su sorpresa cuando al entrar a una de las habitaciones se encontraría con Sebastián quien lo miraba sorprendido pero poco a poco esa sorpresa se transformó en furia ya que tomó al pequeño del brazo con mucha fuerza.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto

—Yy-o la pu-erta e-estaba abi-erta—Decia el chico tratando de no llorar

—Veo que no comprendes mi pequeño creo que tendré que darte una lección

Alex al escuchar esto comenzó a llorar

—No..p-p-p-por favor....ah...no— Su respiración era agitada y comenzaba a hiperventilar, sus piernas comenzaron a perder el equilibrio y cayó.

—Esta bien no te haré nada...trata de tranquilizarte—Dijo el hombre agachándose y cubriendo su boca con su mano

—mhp...mgh..—Su respiración se calmaba, pero como olvidar ese dolor, era como si tuviera una pelota en su garganta y no tuviera la fuerza para liberarse, aumentando el dolor de su pecho.

Sebastián llevo al pequeño fuera de aquella casa para que pudiera despejarse, el pequeño al escuchar esto mostró una leve sonrisa y lo primero que hizo al salir fue observar los alrededores y contempló como había una cerca eléctrica que rodeaba la gran mansión pero le importo muy poco y siguió explorando.

Sebastián lo observaba con detenimiento y en su mano llevaba el control que manejaba el collar que llevaba en el cuello el pequeño Alex

—Vamos tenemos que entrar ya

—Si, gracias—Dijo Alex apoyandose en Sebastián para poder levantarse

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