💓Por favor si no han votado los capítulos anteriores háganlo💓
Capítulo 32: La Doble Cara del JuegoLa mansión de Sebastián se erguía imponente en la cima de una colina, rodeada de muros altos y una vigilancia constante que la convertían en un bastión infranqueable. A simple vista, parecía un palacio moderno, pero para Max, era una jaula dorada, llena de secretos oscuros y alianzas rotas. Mientras caminaba hacia la entrada principal, cada paso resonaba con la determinación de alguien que había tomado una decisión irreversible.
Max había regresado, no como un fugitivo, sino como un jugador más en el intrincado tablero de Sebastián. Cumplía sus deberes y obligaciones con precisión y frialdad, cada movimiento calculado para mantener la fachada de lealtad que Sebastián esperaba de él. Pero, en el fondo, Max tramaba un plan, uno que Sebastián nunca vería venir.
Al entrar en la mansión, Max sintió las miradas de los guardias, entrenados para no hacer preguntas y ejecutar órdenes sin dudar. Saludó con una sonrisa educada, cumpliendo con su papel, mientras en su mente repasaba los pasos de su plan una y otra vez. Sabía que cualquier error podría costarle no solo su vida, sino también la de Alex e Ian.
Sebastián lo esperaba en su estudio, sentado tras un imponente escritorio de madera oscura, rodeado de papeles y pantallas que proyectaban el alcance de su imperio. Levantó la vista cuando Max entró, su expresión imperturbable, pero con un brillo en los ojos que sugería que disfrutaba de tener a Max bajo su control nuevamente.
—Max, justo a tiempo —dijo Sebastián, señalando un asiento frente a él—. Estaba empezando a pensar que habías olvidado tus deberes.
Max esbozó una sonrisa tensa y se sentó, manteniendo la compostura.
—Sabes que siempre cumplo con mi palabra —respondió Max, midiendo cada palabra mientras observaba a Sebastián con cuidado—. No quiero darte motivos para que dudes de mi lealtad.
Sebastián lo estudió por un momento, como un cazador evaluando a su presa.
—Lealtad. Una palabra interesante viniendo de ti —replicó Sebastián con una burla sutil en su tono—. Dime, Max, ¿qué harías si descubrieras que alguien cercano a ti no es tan leal como aparenta?
Max sintió una punzada en el estómago, reconociendo la trampa en la pregunta. Mantuvo su expresión neutral, como si considerara la pregunta con seriedad.
—La lealtad se demuestra con acciones, no con palabras —respondió finalmente, su voz firme—. Si alguien me traiciona, sabré qué hacer. No tolero la deslealtad, ni de los enemigos ni de los amigos.
Sebastián asintió lentamente, como si saboreara la respuesta de Max. Luego se recostó en su silla, cruzando las manos sobre su pecho.
—Me alegra escuchar eso. Quiero que tengas claro lo que espero de ti mientras estés aquí. No me gusta la incertidumbre, Max. —Sus ojos se clavaron en los de Max, buscando cualquier signo de duda—. Pero hay algo más que debes entender. Aquí, las segundas oportunidades no son para todos.
Max inclinó la cabeza en un gesto de asentimiento, sabiendo que la conversación era un recordatorio de la vigilancia constante de Sebastián, una advertencia de que cualquier desliz podría ser fatal. Pero Max también tenía una carta bajo la manga, una que Sebastián no sospechaba.
---
Max recibió instrucciones de Sebastián para realizar un chequeo rutinario a Alex. Esta vez, se dirigía a la habitación matrimonial de Sebastián y Alex, un espacio cargado de tensiones y recuerdos dolorosos. La habitación estaba decorada con elegancia, pero había una frialdad subyacente en cada rincón, un reflejo de la complejidad de la relación que se vivía allí. Al entrar, encontró a Alex sentado junto a la ventana, su mirada perdida en el jardín. Alex había recuperado cierta libertad, pero las sombras de su pasado seguían envolviéndolo.
ESTÁS LEYENDO
Secuestro M- preg
Fanfiction-Mi dulce Angel-Mencionó mientras acariciaba su suave pecho -P-por favor d-dejame volver- las lágrimas bajaban por su mejilla amoratada de tantos golpes -Esta vez solo me importas tu, ni el bebé, ni ese traidor te alejaran de mi lado