Apagó la máquina. La puerta se abrió casi automáticamente. Nitza la tocó entrando. Sonrió, pero su mirada mostraba una clara preocupación.
-Bien, Kakyoin -Dijo ella- ¿No te molesta esperar a tus otros dos compañeros, verdad?
-No, para nada -Dijo él con calma mientras veía sus manos-. Sólo... Me siento muy extraño.
-Es entendible -La doctora hizo una mueca-. Será mejor que no nos retrasemos mucho más. Tenemos que sacarles foto a cada uno después de esto.
Nitza y Kakyoin salieron de aquella habitación. Sus compañeros ya no podían decir nada de la impresión. Adalia y Polnareff se miraron sin decir nada. Ella se levantó apretando los labios. Abrió la boca para decir algo pero nada salió de allí, ni siquiera un suspiro. Fue a la misma sala donde cortaron el pelo de Kakyoin.
-Uh... -Nitza no supo que decir. Se quedó pensativa mientras analizaban lo que acababa de suceder.
Adalia sufrió un cambio parecido al de su compañero. Sin embargo, ella sentía aquel dolor de cambiar su "yo" mucho más fuerte. Le había costado tanto aceptarse a sí misma en un pasado y cambiar todo ello en un par de minutos era una sensación horrible. Cuando salió de allí, sentía que iba a llorar. Quería hacer la búsqueda ¡Pero demonios, sentía que su autoestima se destruía! Ignoró a sus compañeros y fue a aquella sala de espera. No aguantó más y se largó a llorar.
-¡A-Adalia! -Exclamó Nitza siguiéndola- ¿A... Adalia?
Ella sollozó mientras se secaba las lágrimas. ¡Por qué! ¡Por qué era tan cabeza dura! ¿Por qué no simplemente abandonaba la misión y ya? ¡Pero ella no quería! Se cubrió la cara con las manos. Nitza quedó paralizada. Se acercó a ella mientras intentaba consolarla. La alemana no decía una palabra y eso hacía que la doctora estuviera aún más confundida.
-¿Qué pasó? Dime Adalia, no va a pasar nada malo si me lo dices -Insistió Nitza. Adalia intentó tranquilizarse.
-Dime que tengo que hacer. Seguiré -Dijo a duras penas. Sentía la garganta apretada. Nitza quedó en silencio por unos momentos. No entendía a la muchacha, de verdad que no podía. Nitza le explicó lo que debía hacer. Ella asintió y entró a la sala.
De los ojos de Adalia brotaron más lágrimas. Esta vez fueron silenciosas. Aquel bajón anímico comenzaba a alivianarse. Pensó en lo estúpido que era echarse a llorar por eso. Era demasiado superficial... Encendió la máquina y comenzó a desnudarse. Sus cabellos rubios se habían convertido en unos oscuros mechones ondulados y castaños. Sus ojos pasaron de ser avellanas a un pardo igual de oscuro que su cabello. Se metió dentro del artefacto y se recostó.
Sintió la misma sensación que Kakyoin al comenzar el proceso. Era agradable estar allí. Pero ahora no podía dejar de sentirse incompetente por algo tan insignificante como su apariencia. Quería hablar con alguien que la entendiera. Quería hablar con Kakyoin. A su lado, sentía que podía ser la mejor versión de sí misma. No era "su pieza que faltaba", como lo fue aquel dolor llamado Logan, no. Él simplemente estaba allí y le sonreía, no era una carencia de ella. Hizo lo mismo que su amigo al terminar el proceso. Se vistió, apagó la máquina mientras la limpiaba y la puerta se abrió. Miró sus manos afligida. Ahora era algo más morena que antes. Nitza la vio tímidamente a través de la puerta.
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Acá | Jojo's Bizarre Adventure |
FanfictionNoriaki Kakyoin, Jean Pierre Polnareff y Adalia Schneider deberán de arreglárselas para poder cumplir con la peligrosa búsqueda de las flechas. Secuela de "Aquí". 08 / 02 / 2020 Jojo's Bizarre Adventure (c) Hirohiko Araki