Noriaki Kakyoin, Jean Pierre Polnareff y Adalia Schneider deberán de arreglárselas para poder cumplir con la peligrosa búsqueda de las flechas.
Secuela de "Aquí".
08 / 02 / 2020
Jojo's Bizarre Adventure (c) Hirohiko Araki
-Aquí tienen sus identificaciones -Les dijo Keenan a los dreamers entregándole tres tarjetas a Polnareff. Él las observó y las repartió con sus dos amigos. Kakyoin observó la suya-. Las autoridades italianas están al tanto de la situación. De ahí a que se cumplan... Bueno...
-No te preocupes, Keenan -Afirmó Polnareff-. No vamos a defraudarte.
Adalia miró la tarjeta de identificación. Miró su foto allí, se veía tan distinta a como era antes. Esa foto se la habían tomado apenas el día anterior. SPW trabajaba muy rápido. No reconocía el diseño de esa cédula de identidad. Claro, ella sólo conocía las de Alemania y Francia. Comenzó a leer la información que le habían puesto.
Apellidos: Fairweather Marino
Nombres: Allegria Elena
Nacionalidad: italiana
Sexo: Femenino
Fecha de nacimiento: 29/06/1966
El resto era sólo información técnica, como el número del documento o cuando caducaba. Allegria. Ese era su nuevo nombre. Le gustó que comenzara por la misma letra que su nombre real. Sonrió y rió por lo bajo. Miró a Kakyoin que también estaba haciendo los mismo que ella. Le echó un ojo antes de preguntarle que le parecía.
Apellidos: Laidlaw Backman
Nombres: Nestore Alonzo
Nacionalidad: Inglesa
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento: 02/08/1972
Se le hacía curioso que las fechas de nacimiento coincidieran con las reales. Kakyoin la sorprendió curioseando su identificación. Le sonrió.
-¿Cómo debería llamarte, desde ahora, Adalia? -Le preguntó con una risa ahogada.
-Allegria -Ella rió y él también lo hizo. No sabían porqué les causaba tanta gracia sus nuevos nombres. Keenan sonrió.
-Me alegra que nos les incomode todo esto, quiero decir... -El castaño suspiró- Sólo cuídense, por favor.
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-Tranquilo, Keenan -Polnareff rodeó el cuello de él con su brazo-. Te aseguro que nada malo va a pasar. Y si algo malo pasa, nunca estaremos solos.
El castaño miró a su compañero con cierta desconfianza. Era extraño verlo con esa apariencia. Se había acostumbrado a verlo con sus cabellos platinados, ojos azul profundo y su piel pálida. Ahora sólo quedaban sus rasgos. Suspiró.
