Tres muchachos caminaban por las calles de Egipto de forma bastante tranquila. Eran dos hombres y una mujer. Destacaban del resto de la gente. Compraron algunos aperitivos mientras veían los colores del paisaje urbano del país. Los tres miraron un objeto que tenía la muchacha. Rubia, alta, ojos avellana.
-La brújula dice que tenemos que ir para allá -Dijo apuntando a una dirección.
-¿Al sur? -Pregunto uno de los dos. Era el más alto de los tres y tenía una apariencia bastante intimidante. Pelo platinado y ojos azules junto a unas facciones bastante rígidas.
-Sí, debe ser lo que me contó Stauber aquella vez... Nos dirigimos al lago Nasser -Afirmó el otro que era el más bajo de los tres sin dejar de ser alto. Tenía el pelo pelirrojo junto a unos ojos violeta intenso. Tenía dos cicatrices en sus ojos en forma de líneas.
-Bien, vamos allá -Rió la chica rubia haciendo una exclamación.
-Oye, oye, nos podemos tomar las cosas con calma, Adalia -El más alto le dio suavemente una palmadita en el hombro.
-Además, es raro estar aquí desde lo que pasó en nuestro viaje -Suspiró otro- ¿Verdad, Polnareff?
-Sí, lo es, especialmente porque pasamos unos días buscando la mansión de Dio -Él lanzó una pequeña risita-. Todo esto es muy raro, Kakyoin, es un dejá vù muy curioso.
-¿Cómo fue la búsqueda de la mansión de Dio? -Preguntó Adalia.
-Oh, bueno, de eso se encargo Avdol, aunque era estar en un peligro constante. Aunque Iggy fue el que la descubrió -Respondió Kakyoin-. Yo me recuperé de mis heridas antes de entrar a la mansión de todas maneras.
-¡Oh, eso sí lo recuerdo bien! Estaba muy feliz de verte bien. Te veías bastante cool con esos lentes -Rió el platinado-. Aunque la batalla con Dio fue... Dura al menos. Me rompí varias costillas y bueno, Kak casi muere.
-Qué mal que gente común como yo no pueda hacer mucho ante esas situaciones -Suspiró Adalia dando un bocado a su aperitivo.
-Sí... -Kakyoin lo reflexionó por un momento- Aunque el hecho de que nos acompañes ya es algo bastante significativo, Adi.
-Oh vamos, tampoco es para tanto. Más allá de hacer el bien por hacerlo, el dineral que nos dará SPW me interesa también -Adalia rió algo nerviosa.
-Oh eso está claro, a mi también me interesa el dinero. No se come sin pan, sabes -Polnareff alivianó el ambiente denso que había creado aquel comentario de la rubia-. Además de que no mucha gente quería arriesgarse en la búsqueda al parecer.
-Bueno, a Keenan le interesaba, pero los dirigentes no lo dejaron -Prosiguió el pelirrojo-. Si que se nota que tienen tendencias parecidas, ¿Eh?
-Hm... Sí, es extraño, Keenan y yo nos parecemos bastante a donde tenemos el mismo tipo de stand -Polnareff le dio un mordisco a su bocadillo-. Pero el problema viene cuando pienso en que Dio y Jotaro también lo tuvieron.
Hubo un silencio incómodo.
-¿Qué quiere decir eso? -Dijo Adalia- ¿Qué tienen de parecido Jotaro y Dio?
-Esa es una pregunta que ninguno de nosotros podría responder -Suspiró Kakyoin-. De hecho, sólo creo que podría responderla Claude.
Él lanzó una risotada que obviamente era de forma irónica. Luego se rascó la nuca algo arrepentido. Suspiró asqueado.
-No sé en qué demonios habrá sido parecido ese engendro a Jotaro, pero por algo debió de tener el mismo tipo de stand -Dijo algo más dubitativo.
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Acá | Jojo's Bizarre Adventure |
Hayran KurguNoriaki Kakyoin, Jean Pierre Polnareff y Adalia Schneider deberán de arreglárselas para poder cumplir con la peligrosa búsqueda de las flechas. Secuela de "Aquí". 08 / 02 / 2020 Jojo's Bizarre Adventure (c) Hirohiko Araki