Antes de continuar con la lectura, quiero aclarar que esta novela contiene fechas que no fueron actualizadas, ya que fue hecha hace un tiempo y quise dejarla así porque ese tiempo fue inspiración para mí y no quiero romper la magia.
También esta novela contiene lenguaje fuerte. Y toca temas muy sensibles que quizá no sean de tu agrado y no te guste leer... por ello es bajo tu responsabilidad continuar con la lectura. Si no te gusta no la denuncies solo no continúes leyendo. GRACIAS :)
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Extendí suavemente la mano izquierda sobre el borde de la mesa, estaba agotada. Mi cabeza daba vueltas y no había podido concentrarme en todo el día.
El dolor de cabeza había sido insoportable desde que desperté de esa asquerosa pesadilla, la misma que tenía desde hace dos años.Suspire en cuanto pude recobrar por completo la cordura. Y más aún cuando Lu me abrazo por el cuello.
Le miré por el hombro y le sonreí.
— ¿Dime que no estarás todo lo que resta del receso aquí? —Pregunto sentándose a lado mío —, Se supone que es hora de tomar un descanso, no de estar sufriendo.
Quizá tenía razón, es decir; El día estaba increíble, el jardín que estaba en medio de la cafetería y el estacionamiento de la escuela era amado por todos, nos facilitaba llegar a todos lados sin caminar demasiado. Así que Lucia tenía razón.
—Lo sé, pero estaba pensando en los exámenes finales. —mentí.
Lu hizo la cabeza a un lado y con una sonrisa lastimera masajeo mi hombro y reprimí un suspiro—dime que es lo que paso. ¿Quién te apago la vida Cailin?
Sus ojos verdes me miraron intensamente y ya no pude contener el aire en la garganta y suspire lentamente, mire hacia el suelo antes de volver a ella de nuevo tratando de relajarme.
—Todo está en orden. Solo que estoy cansada.
Ella asintió en respuesta lo cual me había tomado desprevenida, lo normal sería que comenzara a armar su propia hipótesis, pero ni siquiera se quejó. Daba gracias que la hora de la salida estuviera cerca, era mi parte favorita. Había llegado a clases esta mañana por obligación y no por gusto, así que la salida era buena para mí.
Teníamos la fortuna de que el receso se cambiara para la hora de salida. Así que todos íbamos a casa llenos de comida y no había la necesidad que mi padre me obligara a comer.
Genial.
—Sabes, deberíamos de salir, debes distraerte —Dijo Lucia mientras caminábamos al estacionamiento.
— yo sé que tu padre está un poco asustado por lo que paso. Y que no quiere que te expongas... pero quiero que te diviertas. Pero tampoco quiero convencerte porque sé que si él se entera, podría ponerte seguridad las veinticuatro horas. —arrugo la nariz y suspiro rendida.