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—Y Lucia... ella me buscará.
Le miré entornando los ojos y alzando las cejas.
—Ella me dijo que cuidara de ti mientras iba al baño. Así que vamos, descansas y luego ella vendrá a buscarte.
Me sostuvo con fuerza y me ayudo a subir los escalones, creí que tambaleaba cada vez que pisaba el suelo, todo estaba borroso, pero al menos pude llegar a la habitación antes de que me hubiera caído y nadie me hubiera podido levantar. Suspire con dificultad y me recosté sobre la cama.
Mi cuerpo se había derrotado, mis sentidos no eran capaces de ayudarme a tener compostura. Todo estaba borroso y apenas era entendible la imagen de Jungkook de pie frente a la cama, sentí que mi corazón se apretaba cuando mi voz interior comenzó a gritar en modo de alerta.
Pero era imposible, mis parpados comenzaron a cerrarse y aunque quería seguir despierta el alcohol había cumplido su objetivo. No supe con exactitud cuándo tiempo había pasado, pero sabía que no había dormido demasiado, aún podía escuchar el resonar de la música y el olor a cigarro recorriendo mis fosas nasales.
Una ligera brisa de aire traspaso mi piel, congelando la parte trasera de mi cabeza. Quería saber que era lo que estaba pasando, pero no podía moverme. Sabía que algo no estaba bien en cuanto el silencio se hizo profundo en la casa, la música se había detenido y los murmullos se hicieron más intensos de lo normal.
Un golpe se filtró en la habitación, segundos después comenzó a escucharse con más fuerza y repetidamente. La agonía comenzaba apoderarse de mi pecho, gruñí por lo bajo y entreabrí los ojos con dificultad. Dos bultos estaban frente a mí, y a pesar de tener los ojos abiertos mi vista no estaba completamente consiente de eso.
Algunas voces habían comenzado a escucharse como notas distorsionadas que no pude reconocer. No paso mucho hasta que sentí que mi cuerpo se elevaba y caía suavemente en algo cálido con un pequeño sonido relajante al de un tambor. Quería gritar, llorar y patalear, pero no podía ni moverme, la agonía estaba en mi garganta.
Segundos después caí en algo suave y acolchonado perdiéndome de nuevo en una completa pesadilla.
Paso muy rápido sin duda, el sol golpeo mi cara y yo me giré de lado. Estaba en mi cama completamente en mi pijama y mi cabeza dolía a horrores un calambre me traspaso la cien cuando me senté en la cama, mi mente comenzó a jugar conmigo y como un balde de agua fría mi corazón se apretó de nuevo.
La fiesta, la bebida... la habitación... Jungkook... apreté mis brazos a mi alrededor y me empecé a mover de adelante hacia atrás con la mirada perdida.
Creo que no quisiera recordar que más paso, si no supe como llegue aquí. Busque a mi alrededor algo que fuera clave, pero lo único que encontré fue la ventana abierta que daba directo al jardín, aquella que uso para escaparme, pero por lógica yo no era capaz de haberme subido por ahí.
