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Mi corazón estaba en un completo nudo cuando su mano tomo mi cintura, le mire y él me recostó lentamente sobre el césped, mi cuerpo quedo sobre el pasto esperando que él hiciera lo mismo.
Mire al cielo y me quede mirando el atardecer, no sabía que es lo que había pasado y por un momento pensé que me habían cambiado de chico, pero llegue a la conclusión que un chico como él no podría ser remplazado, porque no habría belleza para igualarlo.
Segundos después su brazo subió hasta mi cabeza y la alzo lentamente para poner su brazo debajo de ella, le miré y me sonrió para volverse al cielo suspirando profundamente. Si esto era un sueño debería de despertar antes de que desee quedarme estancada.
—Deberías entrar a casa.
Me dijo después de minutos en silencio. Abrí mis ojos y le miré.
—Tu padre llegará pronto, no quiero que te llame la atención, además yo no quiero que tomes un resfriado. —Suspiro—, yo igual debo irme.
Me senté y le mire levantarse con rapidez, extendió su mano hacia mí y sin dudar tome de ella hasta levantarme y quedar frente a él.
—Entra no quiero que atrapes un resfriando. —sonrió.
—Ve con cuidado a casa, no sé exactamente dónde vives, pero no quiero que te desvíes de casa.
Le dije con un nudo en mi garganta, si seguía viéndome así no sería capaz de sostenerme más.
Jin asintió y se dio la vuelva para caminar a la puerta principal, suspire de nuevo reprimiendo una sonrisa.
— ¡Señor Kim!... me da gusto que este de nuevo como mi guardaespaldas. Lo veo mañana.
Agite mi mano como una tonta despidiéndome cuando él se giró a verme. Me sonrió y volvió caminar, le miré hasta que la puerta se cerró. Cerré mis ojos y sentí que todo mi corazón estaba saltado en un brincolín, subí mi mano hasta mi pecho y lo sentí latir con fuerza.
Por primera vez estaba sintiendo algo que no había sido capaz de sentir en dos años... y eso era sentirme feliz con el solo hecho de saber que Jin estaba aquí.
Y si era un completo espejismo oh un sueño no quería que nadie me despertara porque con él me sentía completamente feliz y no lo cambiara por nada ni por nadie.
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POV JIN
5 horas después...
Aún tenía los ojos cerrados desde que llegue y estaba recostado en la sala. Había intentado dormir, pero su sonrisa regresaba.
Es como si pudiera escucharla en toda la casa provocando que todo esto se convirtiera en un infierno. Podía oler su delicioso perfume alrededor de mis fosas nasales y aún podía sentir sus grandes y preciosos ojos sobre mí.
Fingir amarla no era una tarea fácil, pero odiarme por aceptar que me gustaba fingir amarla no era normal.
Porque me tuve que convertir en esto. Por tu familia. Porque no puedo detenerme. Por tu familia.
Acaso...
¿Estoy cometiendo un error?
Como un ángel como ella puede ser familia de alguien tan despreciable y maldito. Porque no tan solo la mato y dejo de hacer tanta tontería.
No... yo debo terminar con su familia tal y como ellos terminaron con la mía, lento y doloroso. Suspiro lentamente y el dolor regresa.
Mi mamá está llorando y mi padre está en el suelo sin moverse con el rostro manchado de sangre y mi madre.
Ella está sufriendo mucho cada vez que ese hombre le hace daño. El odio regresa. No dejaré que ella sea feliz, destruiré a su familia.
Aprieto mis ojos con fuerza cuando escucho los molestos pasos de Jimin. Abro los ojos y le miro por el rabillo del ojo y él me sonríe en cuanto se sienta frente a mí en uno de los sillones.
—Tu tío llamo.
Me senté en cuanto lo escuché hablar. Suspire y descanse mis codos en mis rodillas para mirarle esperando que continuara.
—Él me dijo que quería saber si tenías novedades acerca del diamante y como te está yendo en tu trabajo. —me dijo.
—Le dijiste algo—quise saber.
Jimin agito su cabeza diciendo que no, segundos después soltó un suspiro demasiado escandaloso.
—Jamás diré nada, sé todo de ti como tú de mí. Pero tú sabes que no estoy de acuerdo con esto, que tal si la muñequita de porcelana se entera de todo. Además, ella que tiene que ver como los problemas que tuvo su familia y la tuya.
—Él la adora porque es lo único que tiene, —le conteste lentamente.
—Escucha bien, yo solo no quiero que te arrepientas después y te molestes más. Ella no tiene la culpa de los errores de su familia, porque tiene que sufrir.
Ella... Ella... ella... ella... Su sonrisa vino a mi cabeza y golpeo mi pecho. Ni siquiera debería tenerle lástima, ni siquiera debo darme el derecho de fingir amarla. Pero el odio, la traición y el rencor son mucho más grandes que mis propios sentimientos...
