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Solo me había quedado con su devastadora mirada que me quemaba por dentro. Aún podía ver su rostro pálido y su mandíbula tensa cuando le dije a Namjoon que me llevara a casa y que se quedara conmigo.
Me había convertido en una de las personas que alguna vez yo misma había juzgado: en una completa y repulsiva mentirosa.
Desde que salimos de la empresa hasta llegar a mi casa me había mantenido en silencio maldiciéndome una y otra vez por haber hecho esa tontería, pero tenía que protegerlo, la idea de que él desapareciera me provocaba una agonía que era imposible de alejar de mi cabeza.
Alcé la mirada una vez que llegamos a casa y sin decir nada salí del coche, estaba completamente segura que papá había llegado antes que nosotros porque lo había escuchado hablar con Namjoon por teléfono camino a casa.
Así que ni siquiera importaba decirle que pasara a ver a James, él lo haría con oh sin mi permiso.Trate de concentrarme en uno de mis objetivos; el portafolio. Camine apresuradamente hasta llegar a la cocina para esconderme detrás de la puerta tratando de no hacer ningún ruido.
Espere segundos que fueron eternos y lo escuche caminar por el vestíbulo hasta llegar al despacho de papá que estaba al fondo de la sala. Mordí mi labio y salí con todas las fuerzas que mis pies me permitían hasta llegar al coche de Namjoon, abrí la parte trasera y saqué el portafolio junto con la llave y cerré de nuevo, para volver a correr como loca hasta asegurarme que había llegado a mi habitación.
Si había cometido un error no me importaba, si esto me ayudaba a deshacer este asqueroso compromiso lo haría, sin duda lo haría.
Estaba sentada al pie de la cama con la mirada fija en el portafolio. —Ese bastardo— dije entre dientes.
Mi garganta picaba y es que había evitado llorar por una estupidez como esta, no valía la pena una persona tan repulsiva.
¿Cómo podía cambiar una persona de la noche a la mañana?
Namjoon era mi mejor amigo. Y no podía creer como él, había destruido mi vida.Cerré el portafolio y lo guardé bajo llave en una de las mesitas de noche que tenía al lado de mi cama esperando el momento perfecto para utilizar esta, mi última carta...
Tenía que protegerlo, si Namjoon descubre que yo tome el portafolio, Jin sería el único perjudicado así que, aunque doliera en el alma Jin tenía que desaparecer de mi vida.
Suspire profundamente antes de salir de mi habitación, Namjoon había jugado de nuevo y había pedido a Lucia que me llevara de compras para ajustar algunos detalles al vestido de novia que por lógica yo no había escogido.
Era una tontería...Lucia sabía lo que estaba pasando y lamentaba tanto que ella tuviera que irse con sus padres en un viaje familiar antes de entrar a la universidad.