Capítulo 40

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Había caminado sin rumbo con la única intención de que el tiempo pudiera detenerse

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Había caminado sin rumbo con la única intención de que el tiempo pudiera detenerse... estaba cansada de llorar, de sentir tanto dolor que ya le era difícil tener que respirar.

Su mirada estaba perdida en algún punto de la ciudad, las calles se habían oscurecido y se habían iluminado con las luces de los autos y casas ya había pasado mucho tiempo. 

Pero no el suficiente para poder terminar con el dolor, se detuvo y se sentó sobre el borde de la acera y apoyo sus manos sobre sus rodillas para después apoyar su cabeza en el centro de sus brazos tratando de quedarse dormida. 

Podía jurar que las horas habían pasado, sentía sus brazos pesados y sus pies estaban congelados. 

De repente unos brazos le tocaron los hombros y alzo la mirada lentamente. 

—Namjoon—murmuro tratando de sonreír. 

— ¿Por qué fuiste a verlo? ... Para que volviera a humillarte.

Cailin frunció el ceño y pregunto—: ¿cómo sabes que estuve con él? 

—Uno de mis empleados te ha estado siguiendo. Después saber qué es lo que paso no pretendía dejarte sola ni por un segundo. —él guardó silencio y le miro atentamente con los labios apretados— ¿él te hizo llorar?

Cailin guardo silencio y apretó sus labios en una ligera línea, se puso de pie y le miro atentamente. 

—Déjame sola, no puedo con esto, estoy harta de tanta mierda... —dijo con dientes apretados—no me sigas porque si tu empleado me busca... tú serás el que desaparezca de mi vida. 

Pasó a su lado con pasos torpes y siguió avanzando por la acera, con la única intención de desaparecer.

Pasó a su lado con pasos torpes y siguió avanzando por la acera, con la única intención de desaparecer

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Namjoon aclaro la garganta y camino con pasos firmes, reprimiendo la rabia en su garganta.

Avanzo por el inmenso jardín y entro a la casa sin pedir permiso, en este momento lo único que lo volvía loco era que ella haya vuelto a llorar por él. 

Jin estaba de espaldas, pero no tardo mucho antes de darse la vuelta y mirarle con el ceño fruncido ¿Qué mierda está haciendo aquí? Pensó.

Namjoon se detuvo frente a él y respiro profundamente. 

— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo encontrarse mi casa? 

Jin le miro atentamente limpiando la punta de su nariz. Namjoon guardo silencio y en segundos su mano se elevó en un puño y la aplasto contra la cara de Jin.Jin dio un paso atrás y bajo la mirada. 

Subió su mano derecha a su labio inferior y limpio la sangre que este desprendía. Suspiro y le miro... 

— ¿Cuánto más harás para verla sufrir? —Gruño —la hiciste llorar de nuevo, y ahora no sé dónde está, si algo le pasa por tu maldita culpa yo mismo me encargo de matarte ¡bastardo! —Namjoon guardo silencio y trago con dificultad antes de continuar y decirle lo que Jin nunca había esperado escuchar—: si la amas entonces llévatela lejos de aquí, no importa que sea un pecado si tanto la amas entonces huye con ella, pero ya deja de hacerla sufrir. 

Jin palideció y miro como Namjoon se daba la vuelta para alejarse lentamente hasta pasar la puerta principal. ¿Cómo podría huir con ella?... imposible.

Era su hermana...No podría pensar en una vida con alguien que llevaba su propia sangre... 

¿Qué clase de monstruo haría eso?La idea le resultaba escalofriante, pero también no podía dejar que ella se hiciera daño. No toleraría perderla... 

Camino apresuradamente por las calles, sin rumbo. Con el único pensamiento que había tenido durante casi tres meses; Cailin. Su única y adorable maldición. 

Quizá si lo hubiera sabido antes nada de esto hubiera pasado y ahora ella estaría casada con Namjoon el único hombre que a su consideración podía hacerla feliz. 

—No pudo ir tan lejos —susurro Jin con dientes apretados, paso la palma de su mano por toda su cara con tal frustración que el pecho le dolía, la había buscado en donde con más frecuencia ella podía ir; en el autoservicio, en la escuela y en ese parque que se había convertido en su favorito. Pero todo parecía ser insuficiente para dar con ella. 

Camino hacia su última opción aquel edificio color blanquizco en el cual ella había entrado la última vez.Jin se detuvo de golpe y trago con dificultad. 

Cailin caminaba lentamente por el borde de la acera con el cuerpo encorvado y los brazos apretados sobre su pecho tratando de guardar el poco calor que su cuerpo desprendía, deseaba tanto llegar y quedarse dormida.

Jin camino hasta acoplarse junto a ella y le miro atentamente, Cailin se detuvo y le miro con ojos cristalizados. 

—Donde habías estado... Namjoon está preocupado por ti. 

Cailin aparto la mirada y continúo avanzando hasta entrar al edificio, tenía que cerrar los ojos e intentar no pensar, de tan solo verlo su corazón estallaba y no precisamente de felicidad. 

Jin le siguió a pesar de ya haber entrado al edificio lo único que deseaba era asegurarse que ella llegara bien y pudiera entrar con calma a su habitación, aunque su presencia le partía el corazón.

Cailin saco la llave de su bolsillo trasero y la introdujo en el pomo de la puerta. Suspiro y su cuerpo tambaleo...

¿Hace cuánto no comía algo decente? ¿Hace cuánto no tomaba la suficiente agua? ... ¿Y hace cuanto que había deseado morirse?

Trato de sostener sobre el borde de la puerta, pero le fue imposible y cerró los ojos en cuanto un túnel obscuro la dejo indefensa. 

Jin gruño y la tomo en brazos cayendo a su lado. Suspiro y la acuno entre sus brazos apoyando su mejilla sobre su cabeza. 

Cailin se había consumido en un sueño profundo que le sería difícil despertar, pero Jin era tan consiente de esto que por un segundo él había deseado también quedarse dormido.Suspiro profundamente y sus mejillas se humedecieron, beso la punta de su cabeza tratando de controlar en llanto, el dolor y toda la mierda de su vida.

—Perdóname Cailin te lo suplico. —Susurro— perdóname, por favor aléjate de mí y olvídate de nuestra familia. Por favor aléjate de nosotros... te amo Cailin.

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