Lo conocía por más de dos años y nunca paso por mi cabeza que él sería capaz de hacer algo como esto, fueron minutos para desechar la confianza y el respeto que le tenía. Después de todo, los dos nos habíamos convertido en un par de mentirosos.
Un calambre recorrió la parte trasera de mi nuca y subió hasta mis sienes quedándose constante.
Gruñí y me moví de lado, podía verle en pocas y constantes imágenes el dolor que le producían los golpes, el horror de verlo tendido en el suelo y la agonía que sentí al no haber podido protegerlo se había convertido en una pesadilla.
Abrí los ojos de golpe y aunque la luz me había mareado trate de concentrarme para no volver a cerrar los ojos. Suspire. Conocía el lugar, aunque no sabía con exactitud cómo había llegado aquí, todo era confuso.
—No debes hacer demasiado esfuerzo oh te dolerá la cabeza.
Mi cuerpo se tensó. ¿Cómo es que tenía el valor de estar aquí? ¿Cómo podía sentirse con la libertad de entrar a mi habitación? Inhale por la nariz lentamente y guarde por unos segundos el aire antes de sacarlo de golpe por la boca.
Me giré boca arriba y me senté lentamente recargando todo el peso de mi espalda sobre la cabecera de la cama. Le miré, estaba frente a mi sentado sobre una silla a unos cuantos pasos de la cama.
— ¿Cómo pudiste ser tan cobarde? —susurre, quizá evitando que alguien más pudiera oírnos.
Namjoon guardo silencio y después la comisura de su labio se elevó a lo que pareció ser una sonrisa. — ¿Me lo dices a mí? —Gruño — tú eres la que inicio esto, yo solo hice lo que hace un hombre por su mujer.
Una carcajada casi explota de mi boca, mordí el interior de mi mejilla y agité mi cabeza tratando de comprender las palabras más estúpidas que le he escuchado decir.
— ¿Yo tu mujer? Sí que eres un imbécil, yo no soy y jamás seré tu mujer ¿entiendes? —le conteste exasperada.
Namjoon suspiro, desvió la mirada al suelo durante milésima de segundos para volver a mirarme y sonreír. Cabrón... — ¿Todo esto es por un chofer? —Suspiro—¿pensaste que nunca me daría cuenta? Cada vez que él te miraba como si quisiera comerte oh cada vez que tú le mirabas de la manera más encantadora. Oh aquella vez que comieron juntos, cuanto te escapaste con él y cuando me dejaste plantado por irte con él. Crees que no es obvio, quizá hagas idiota a James, pero no a mí.
Siseo, paso su mano por su barbilla tragando con dificultad, se puso de pie y camino hasta sentarse a la orilla de la cama quedando frente a mí.
Debería de haberle dado una bofetada, oh quizá haberlo matado yo con mis propias manos, pero si me detenía al hacerlo era porque muy en el fondo yo sabía que lo que él había dicho era cierto: esto era mi culpa. —Sé que no eres mi mujer, pero yo te conozco por más de dos años y ese infeliz apenas un mes. ¿Cómo puedes traicionarme? ¿Cómo puedes traicionar a tu madre?
Mordí mi labio inferior reprimiendo el llanto, siempre que desobedezco mencionan a mi madre como su protección y esto me estaba volviendo completamente loca. Yo no le había prometido toda mi vida a ella.
—Y ahora que, le dirás a papá. Le dirás que te engaño con Jin. —Suspire—hazlo y aun si no me casare contigo, no hare lo que tú quieras que haga. Tú no gobiernas mi vida, no te amo y jamás lo aré ¿entiendes?
Namjoon tenso su mandíbula, reprimiendo un grito que se quedó estancado en la punta de su lengua. Aparto la mirada durante unos segundos antes de volver a verme. Deslizo su mano hasta tocar la mía y apretó con fuerza, gruñí y aunque intente zafarme me sostuvo con más fuerza, sus ojos brillaban de furia, una furia que nunca antes le había visto, mi cuerpo se enfrió.
Y al fin acepte que la persona que alguna vez respete, ya no existía. —Cumpliremos con la promesa. Mañana tu amiga ira contigo para escoger el vestido de novia. Yo te llamaré por la tarde para ir a cenar con tu padre y así todo quedará en el olvido.
Me soltó la mano y se puso de pie, suspire pesadamente y poniendo los ojos en blanco sisee:
—No puedes obligarme, tú no eres nada.
Su labio se formó en una ligera línea, se encogió de hombros y sonrió. —Pues tú eliges, la boda oh que tu padre se entere de todo. El retiro los cargos por la muerte del tipo que heroicamente mato Jin para protegerte, puedo hacer que tu padre cambie de opinión y ponga cargos en su contra por asesinato a uno de mis empleados. Aunque no sea cierto. Piénsalo, mañana a primera hora uno de mis empleados vendrá por ustedes, descansa, cariño.
Incliné mi cabeza hacia atrás viendo hacia el techo, apreté mis manos con fuerza sobre mi cabeza tratando de controlar el calambre que me recorría hasta la parte inferior de mi espalda.
¿Por qué no había otra salida? Mi cuerpo se tensó. ¿Casarme para protegerlo? Oh ¿no casarme y dejar que sufra por mis estupideces? ¿Qué debes hacer para salvar al amor de tu vida?
Escuché entrar a James después de minutos, estaba en la espera de un estallido de furia, pero por su parte solo recibí una sonrisa encantadora, de tranquilidad. Había agradecido que no mencionara nada sobre el incidente de hoy, me había quedado confundida.
Pensando que Namjoon le diría algo, oh quizá todo. Y aunque me hubiera gustado pensar que era un buen gesto yo sabía que él lo hacía para recibir algo a cambio. Lo supe en cuanto James menciono la salida de mañana.
<<creo que es lo mejor que has podido hacer, será bueno que te distraigas>> me dijo felizmente, asentí sin decirle nada. Se quedó callando y antes de poder decirle gracias lo menciono.
<< Él estará bien, fue muy valiente por haber puesto su vida por ti, no tiene ningún cargo. Bueno solo te tiene a ti como cargo, regresara en un día>> me sonrió de manera tranquilizadora y mi rostro se iluminó. Si Jin era capaz de sacrificar su vida por seguir a mi lado, yo sería capaz de sacrificar mi felicidad con tal de tenerlo a salvo.
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By Your Side
Hayran Kurgu''Un amor prohibido e inevitable, con un final tan aterrador como dulcemente agonizante"