Capítulo 8

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Jin se dio la vuelta y me miro atentamente con sus intensos ojos marrones

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Jin se dio la vuelta y me miro atentamente con sus intensos ojos marrones. Suspiro y dejo su franela sobre su hombro derecho. 

— ¿Dígame, de que quiere hablar? —dijo con calma. 

Trate de ordenar mi cabeza y no perderme en sus pestañas de longitud imposible, segundos después aclare mi garganta.—Solo dígame, cómo llegue a casa sin que mi padre se diera cuenta. Y quien me desvistió—le dije—, dígame señor Jin porque yo no recuerdo mucho. Mi amiga me dijo lo que sucedió en la fiesta, pero a mí me interesa saber lo demás. ¿Qué paso después? ¿Hice algo malo? 

Jin apretó sus labios en una ligera línea reprimiendo una sonrisa, aparto su mirada y segundos después se acercó lentamente hacia mí, su rostro era mucho más hermoso de cerca a pesar de tener una venda adhesiva en la ceja izquierda cubriendo una cortada; sus ojos eran tan bellos que posiblemente si no estuviera guardando el control los hubiera besado hasta morirme.Jin metió las manos en sus bolsillos y me sonrió. 

—Yo la llevé a casa—frunció el ceño como si analizara su respuesta y continúo—, y su padre no se dio cuenta de nada porque yo la subí por esa escalera que tiene en su ventana detrás del jardín y su ropa estaba salpicada de vómito porque mucho antes de llegar, usted vomitó sobre mi ropa así que cuando yo la tome en brazos se manchó, así que la desvestí —suspiro y se encogió de hombros sin darle importancia.

—Por qué... usted... porque no me dejo sucia. —tartamudee encontrando la voz en alguna parte de mi garganta.

—Porque olía horrible y porque mi deber es cuidarla. Por eso me pagan... 

Cruzo sus brazos bajo su pecho reprimiendo de nuevo esa sonrisa cínica. ¡Vaya Cabrón!Sentí que el piso se me estaba moviendo, la vergüenza había palpado mis mejillas de un rojo intenso que casi podría jurar que parecía un tomate. 

Aparte mi mirada al suelo al solo imaginarme que él me cambio de ropa ¿Cómo es que lo había olvidado? Debería darme más que vergüenza.Jin dio un paso atrás manteniendo su misma postura.

 Y yo tenía que armarme de valor para mirarle y... ¿Darle las gracias? Oh ¿cambiar de tema? 

—Porque no se defendió—le mire al elegir la segunda opción y así tratar que mis mejillas regresaran a su estado original

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—Porque no se defendió—le mire al elegir la segunda opción y así tratar que mis mejillas regresaran a su estado original. — porque no hizo nada si lo estaban golpeando. 

 Él inclino su cabeza de lado, moviendo su lengua en el interior de sus mejillas y trono su boca. 

—Estaban demasiado borrachos como para defenderse. 

—Así que solo por eso... solo por eso no se defendió, ellos son unos cabrones. Debería haberlos golpeado. —suspire y en segundos le sonreí, mi corazón se iluminó como árbol de navidad al verle sano, que ya ahora ni siquiera importaba si él no se había defendido. —me da gusto que esté bien, me da gusto que no haya muerto. 

Suspiro de golpe y tomo de nuevo su franela.— ¿Quiere preguntar algo más? 

— ¿Qué? ... Bueno yo... regresará mañana ¿verdad? —Le sonreí de nuevo—porque por su culpa no fui hoy a la escuela, llegue tarde. 

—Quizá con alguien más llegue a tiempo, hablaré con su padre.Me hizo una reverencia con la cabeza y se alejó lentamente hacia el lugar de donde yo había llegado. Mi corazón dio de nuevo ese pinchazo, y sentí que quizá me odiaba después de haberle complicado su trabajo. Quizá yo era demasiado odiosa, pero no quería que se fuera; no sé cuál era la razón, pero no quería que se fuera, ni siquiera se entiende al corazón, pero a veces es más razonable que la cabeza. 

 Suspire y camine a pasos torpes detrás de él y lo abrase por la espalda colocando mis brazos alrededor de su cintura, apreté mis manos en forma de gancho y coloque mi cara sobre su espalda inhalando suavemente. Su olor era confortante y delicioso, su piel era tan suave y cálida como si tuviera su propio sol. 

—Gracias por salvarme. —Sonreí—, trátate de portarme bien. Pero no renuncies, mi padre me matará si sabe que te fuiste. 

Jin suspiro lentamente reprimiendo un gruñido, pude sentir como sus músculos se tensaban a mí alrededor al igual que mi estómago, que comenzaba a dar vueltas extrañas. No sé cuánto tiempo paso, pero supongo que no fue mucho, no lo suficiente. Jin aparto suavemente mis manos con la punta de sus dedos y susurro:—Mañana sea puntual para que llegue temprano. Yo seré puntual... 

 Me quede viéndolo hasta que desapareció. Sabía que me estaba volviendo loca oh quizá pervertida... pero mi sonrisa era demasiado tonta como para ocultarla, no quería ocultarla cuando mi corazón por primera vez en dos años latía con tanta calma que casi parecía un sueño. 

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